Los Muros de privilegios que enfrentará la presidencia de AMLO
Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Julio 19 de 2017
El miedo, las recomendaciones de precaución y cierto terror de algunos por la pérdida de los privilegios asoman en lontananza; en efecto, los intereses creados que se ponen en juego con las propuestas de la Cuarta República registran intensas e inmensas reacciones, encarnan el temor, la resistencia al cambio y esto apenas se vislumbra.
Vicente Fox relama su pensión, aunque antes del 1° de julio había afirmado que por AMLO votaría la “perrada”, es la opinión de un esquizofrénico, uno de los que se ha enriquecido con la Reforma Energética de Peña Nieto porque ahora está entre los jeques como propietario de 4 plataformas petroleras marinas y otras empresas del ramo (Alfredo Jalife-Rahme).
Treinta millones de ciudadanos optamos por la esperanza, vencimos a la mafia en el poder, reconociendo que hasta ahora la democracia ha sido una simulación, un Estado en manos de proto delincuentes voraces, el salinato y sus continuadores sólo preocupados por su enriquecimiento personal y familiar, ellos lucharán por mantener sus privilegios, ¿alguien lo duda? Yo no, su lucha será implacable, ese será un potente muro que derrumbar.
El virtual Presidente Electo ha propuesto una trasformación profunda en lo político, lo económico y lo social atendiendo preferentemente a los más pobres y marginados de la vida nacional.
En los ejes de su política de transformación es prioritario acabar con la corrupción, con la impunidad, que haya empleo, crecimiento económico y bienestar, afirmó AMLO que habrá una estrecha colaboración con los gobernadores en el plan de austeridad republicana para abrir una nueva etapa para el País.
Se percibe que la austeridad republicana que comprende la disminución de los sueldos de los servidores públicos topará con enormes presiones por parte de los que perciben salarios más altos del que recibirá el virtual presidente electo que será de 108 mil pesos, contra los casi 270 mil mensuales que percibe un ministro de la SCJN, sin tomar en cuenta el aguinaldo, la prima vacacional y pago por riesgo (El Economista), AMLO será uno de los presidentes más austeros del mundo, competirá con el ex presidente de Uruguay José Múgica, que donaba el 90 por ciento de su salario a las organizaciones civiles, se trasladaba en un antiguo Volkswagen y se mantuvo durante su mandato en su modesta vivienda de siempre.
Los consejeros generales del INE informaron que perciben 174 mil pesos netos, sin bonos ni comisiones, habría que revisar las nóminas, porque el de ellos ha estado entre los sueldos más altos de los funcionarios públicos.
La política de austeridad ha provocado una intensa polémica porque renunciar dócilmente a los altos sueldos de muchos de los funcionarios públicos no será fácil, cuando acceder a los puestos públicos se volvió la forma más segura de rápido enriquecimiento, cuartear ese muro llevará tiempo.
Otra de las medidas de austeridad propuestas por AMLO es la disminución del 50 por ciento a la publicidad oficial la que probablemente quedaría en 2000 mil millones de pesos, cuando Peña Nieto erogó más 10 mil millones tan sólo en 2013 y 2014 (Animal Político), había que publicitar el Pacto por México que finalmente quedó pulverizado y Mover a México fue su divisa y lo movió, pero en su contra.
La austeridad en la publicidad oficial ha levantado ámpula ya que el colectivo #MediosLibres reclama la abrogación de la Ley General de Comunicación, conocida como “Ley Chayote”, y sugieren que no basta con disminuir el gasto en este rubro porque se necesitan reglas precisas y transparentes en su asignación.
Resulta muy saludable que las medidas propuestas por AMLO tengan una recepción crítica y se sumen los ángulos implicados en ellas. La esperanza debe realimentarse día a día, los ciudadanos no podemos bajar la guardia, alentar e impulsar el cambio es un asunto de la sociedad civil organizada.