Estiércol en toda la ciudad; Yadira Narváez, responsable
Octaviano Rendón Arce, deja obras malas, cuenta pública ilegal y drenajes reventados.
Ricardo Rebollo, ya estableció la Comisión de entrega recepción con “normalidad institucional”
Juan Monrreal López
Agosto 7 de 2007
Gómez Palacio, Durango.- Como en el cierre de gobierno del ex alcalde priístas Rafael Villegas Attolini, el drenaje de la ciudad se encuentra colapsado, arrojando aguas negras en numerosas colonias y sectores de la municipalidad, con las consecuencias a la salud que ello sobrelleva.
La Colonia Chapala, los Álamos, Hamburgo, Santa Rosa, 5 de Mayo, Filadelfia, Santa Rosa, etcétera; son evidencia de la falta de inversión en el sistema de agua y drenaje, pese al supuesto gasto ejercido por la empresa paramunicipal, Sistema de agua y drenaje (SIDEAPA) a cargo de Yadira Narváez Salas.
Incompetente, como ya los demostró en la ciudad de Durango, Narváez Salas, fue traída a este municipio por compadrazgos de su esposo, el priísta, ex alcalde de aquella localidad y director del diario Victoria de Durango, Jorge Clemente Mojica Vargas; Yadira Narváez, debe ser auditada, dicen molestos vecinos de la colonia Chapala. “Estamos cansados de reportar a SIDEAPA, los brotes de aguas negras, pero no nos hacen caso”, dicen enojados los habitantes.
Pero la administración de Octaviano Rendón, se encuentra en graves aprietos contables además de jurídicos, más allá de SIDEAPA; expresa dirigente de la CNOP. “Las obras son caras y malas. Ellos constituyeron una empresa que factura por tapar los baches, pero los trabajos los realizan con recursos municipales. Además, al igual que Ricardo Rebollo; Rendón Arce, montó a su familia a la nómina; pero sobre todo, se convirtieron en proveedores municipales. Allí están los tanques de agua, que por cierto no funcionan. Todo el material de construcción, como el block, salió de las fábricas de Octaviano o su familia; o los vales de paquetes de construcción que los Rebollo venden al municipio, al margen de todos los demás insumos; madera, pinturas, cemento, cal y párele de contar”, manifiesta irritado.
Pese a las evidentes anomalías en el ejercicio presupuestal, el día 2 de agosto, el alcalde saliente, Octaviano Rendón Arce, firmó con el alcalde entrante, Ricardo Rebollo, el acta de entrega recepción de la administración municipal en un marco de “normalidad institucional”. La firma es trámite. No habrá auditorías. No se rascarán los números ficticios inventados por el tesorero Antonio Calzada López, para “cuadrar” los dineros ejercidos, como tampoco se obligará a los “aviadores” a regresar el dinero que no devengaron.
La hermana de Ricardo Rebollo, la subsecretaria de gobierno en la Laguna, Rocío Rebollo Mendoza, ejerció como Síndico municipal en la presente gestión y fue presidenta de la Comisión de Hacienda del Cabildo. Todas las cuentas rendidas por Rendón Arce y su tesorero Antonio Calzada, fueron aprobadas sin problema alguno.
No obstante, Rendón, como los Rebollo, son punibles de acuerdo a la Ley de responsabilidades de los servidores públicos del estado de Durango. Y en esta situación, se encuentra un buen número de funcionarios de la administración rendonista, que por favores hechos a Ricardo Rebollo, en la reciente campaña política, repetirán en la nómina.
De manera que no habrá que esperar que las leyes de la administración pública se apliquen. Todos se encuentran coludidos.
Quedan 23 días para que Rendón se vaya. Los drenajes se encuentran reventados desde mediados del mes de julio; seguramente seguirán así; arrojando estiércol sobre la ciudad, podredumbre que es sólo reflejo de las administraciones priístas que han saqueado este municipio