IMSS: Gutiérrez Fragoso y los panistas
Gustavo Leal F. *
1 de Octubre del 2011.
Después de felicitar a la cuestionada dirigencia perpetua de Valdemar Gutiérrez Fragoso en el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), por la enorme responsabilidad con que se han conducido” interviniendo en la 101 asamblea ordinaria del IMSS, Felipe Calderón sostuvo: “me queda perfectamente claro que el instituto enfrenta una situación financiera estructural muy delicada. Urge buscar una solución de fondo a sus problemas. Se hace necesario impulsar una nueva generación de reformas que garanticen la viabilidad financiera de largo plazo de esta institución”.
Propuesta que puntualizó su director, Daniel Karam: “De no tomarse medidas de fondo para solucionar la situación financiera, el IMSS tendrá dificultades para brindar atención médica a sus derechohabientes”. Y es que, según Karam, el déficit en el régimen de jubilaciones supera 11 por ciento del PIB. “El mandato es que trabajemos con transparencia”.
Inmediatamente, el priísta Manlio Fabio Beltrones exigió a Calderón que presentara también las iniciativas de reforma, porque “no basta con hacer diagnósticos y sonar alarmas: hay que aportar soluciones. El gobierno federal debe definir el rumbo de su política social, pues mientras se destinan más recursos al Seguro Popular, crece la incertidumbre en torno al IMSS. Se invierte en programas que incentivan el empleo informal y muestran índices de desempeño reprobatorios, mientras se crea incertidumbre en una institución de seguridad social del Estado, baluarte de los derechos de los trabajadores y sus familias”.
Por su parte, el archicriticado líder del SNTSS rechazó que la causa de la crisis institucional sea el costo del régimen de jubilaciones y pensiones y los derechos adquiridos por los trabajadores, “como aseguró Karam”. También lo acusó de mentir. Luego afirmó que “no está preparado para la alta responsabilidad que implica conducirlo en estos momentos”.
La actual crisis del IMSS –dijo– “se da por la incapacidad de la dirección actual para desplegar una administración eficiente y transparente”. Y demandó a Karam tener “memoria histórica”, porque desde 2005 el instituto no paga las jubilaciones y pensiones de los trabajadores que han ingresado hasta la fecha –cerca de 100 mil–, ya que 46 mil “financian su esquema con aportaciones propias y el resto está en cuentas individuales”. Le recordó que el convenio de dichas cuentas, de junio de 2008 (que sacrificó –sin posibilidad defenderse– a todos los trabajadores de nuevo ingreso) y la modificación a los artículos 277 D y 286 K de la Ley del IMSS aprobada en 2004, señalan que para los contratados en 1989 y hasta el 15 de octubre de 2005, su esquema de jubilaciones y pensiones “quedó totalmente respaldado, sin afectación alguna”.
Para Gutiérrez Fragoso –por esas modificaciones–, las pensiones de los nuevos trabajadores “están garantizadas” y sin mayores costos para el IMSS, “como se quiere hacer creer”. Desde 2008 “se cerró” el pasivo laboral y se generó una subcuenta, es decir, un fondo con las aportaciones de los propios empleados para financiar las pensiones. “Es una irresponsabilidad acusar a los trabajadores, como siempre, de la situación del IMSS”.
Y cuestionó: “¿Por qué Karam acepta que patrones registren salarios irreales ante el IMSS para pagar menos por concepto de cuotas obrero-patronales? ¿Por qué, si sabe, el enorme tráfico de corrupción en todos los niveles de la institución no hace nada? Hasta hoy nadie sabe cómo se aplicaron, si es que se hizo, los 5 mil 600 millones de pesos que prometió invertir en infraestructura hospitalaria y equipamiento. Karam miente a la opinión pública y no está preparado para la alta responsabilidad que implica conducir en estos momentos el Seguro Social”.
Para terminar, Gutiérrez Fragoso acusó: Karam toma la crisis del instituto como bandera para levantar una cortina de humo y “desviar” la atención sobre un problema relevante, como es la tragedia de la guardería ABC, en Sonora.
Unas cuántas horas después, Karam capitulaba vergonzosamente. Con el pobre “argumento” de que el IMSS “ni se colapsa ni se privatiza”, terminó reconociendo que “tampoco están en riesgo las pensiones de los trabajadores que cotizan, ya que el gobierno tiene garantizada esta prestación”. Y con voz apenas audible todavía insistió: “mi responsabilidad” consiste en que “desde ahora sentemos el debate para fortalecer la participación del Estado”.
La embestida de Gutiérrez Fragoso (autorrelegido secretario general hasta ¡2018!) lo fulminó: “Cualquier solución de fondo –dijo Karam– tendrá que ser de la mano de los trabajadores, porque ellos no son parte del problema, sino de la solución”.
En este caótico marco, la opinión pública conoció otro escándalo sobre el desorden generalizado en el IMSS de los panistas: presunta colusión y corrupción en licitaciones de medicamentos.
Como era de esperarse, en cuanto escucharon la invitación de Karam al “debate”, los patrones respondieron: “no al aumento de cuotas obrero-patronales; sería meter dinero a un sistema agotado”.
Pero, abrumado por las denuncias de opacidad en el uso de los recursos sindicales y con más de 4 mil trabajadores purgados en su haber, el secretario vitalicio y diputado federal panista Gutiérrez Fragoso declara entusiasmado que en “su tercera” revisión del contrato colectivo de los empleados del IMSS “saldrá fortalecido”.
No se entiende la “crisis” fabricada, así como el hondo demérito en los servicios que presta el IMSS panista (Fox-Levy y Calderón-Molinar Horcasitas-Karam) sin Gutiérrez Fragoso: son las dos caras de la misma moneda.
*Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco