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El Rey del fentanilo: Una larga historia criminal

Desde el Altiplano

Ricardo Ravelo

Octubre 30 de 2025

Después de una larga travesía por varios países, la buena estrella del narcotraficante chino Zhi Dong Zhang, conocido en el mundo criminal como “El Rey del Fentanilo”, se extinguió.

Este jueves 23, el gobierno de Cuba entregó a México al narcotraficante acusado de lavar unos 150 millones de dólares anuales y ya se encuentra en poder de las autoridades norteamericanas, que lo acusan de traficar con miles de kilos de fentanilo desde China, ser el cabecilla de una red internacional de tráfico de esa droga y de mover millones de dólares a través de múltiples cuentas bancarias. La historia de este hombre es amplia. Para empezar, las autoridades tanto estadunidenses, mexicanas y de otros veinte países no podían ubicarlo porque utilizaba al menos unos diez alias o nombres falsos con los que se movía por el mundo.

En octubre de 2024, el llamado Brother Wang, como se le conocía, había sido detenido en la ciudad de México. El juez de la causa, en vez de fijarle una prisión preventiva oficiosa, dado su elevado nivel de peligrosidad y las facilidades financieras que tenía para evadir la acción de la justicia, determinó la prisión domiciliaria, lo que fue ampliamente cuestionado, pues la Fiscalía General de la República (FGR) había solicitado su encierro en un penal de máxima seguridad.

Cuando en Estados Unidos se le fincaron otros cargos y exigió a México su extradición rápida, el capo chino se escapó. Seguramente pudo corromper a los agentes de la Guardia Nacional que lo vigilaban tanto de día como de noche en una casa de la colonia Narvarte.

El llamado Rey del Huachicol pudo viajar a Rusia con un pasaporte falso. Al llegar a ese país, le negaron la entrada, pero no fue detenido. El famoso Brother Wang decidió entonces volar a Cuba y pudo entrar a ese país pese a los férreos controles que existen en la terminal aérea, donde policías revisan a los pasajeros con minuciosidad, incluido su equipaje. El criminal de origen chino pudo ingresar a la isla del Caribe junto con dos personas: una de nacionalidad mexicana y otra de origen chino.

Su ingreso a Cuba ocurrió sin contratiempos, pero el 31 de julio de este año las autoridades cubanas informaron sobre su captura. Desde entonces se abrió la discusión legal respecto de si era necesario interponer un juicio para su extradición o bien el gobierno cubano podía deportarlo a México, tal como ocurrió con Hernán Bermúdez Requena, jefe del grupo criminal “La Barredora”, quien fue expulsado por el gobierno de Paraguay.

Esta tarde, el gobierno de Cuba entregó a México al capo chino, después de poco más de dos meses y medio de su captura y el gobierno mexicano, a su vez, lo extraditó a Estados Unidos, donde tiene voluminosos expedientes por tráfico de drogas sintéticas, así como cocaína y metanfetaminas.

El secretario de Seguridad Pública Federal, Omar García Harfuch, confirmó la entrega del narcotraficante a las autoridades estadunidenses, pues dijo que era un “objetivo prioritario de Washington” en su cruzada contra el tráfico de fentanilo.

La DEA llevaba mucho tiempo tras los pasos de Zhi Dong. En Estados Unidos está acusado de encabezar, desde 2016, una banda internacional que operaba para dos grupos criminales mexicanos, los más poderosos: Sinaloa y Cártel de Jalisco.

La organización criminal de Zhi Dong operaba en China, México, una decena más de países de América Latina, Europa, Sudáfrica y Estados Unidos, particularmente en ciudades como Los Ángeles, Atlanta, entre otras. En ese país se le acusa también de lavado de dinero. Según las acusaciones, Zhi Dong lavaba unos veinte millones de dólares anuales, aunque otras versiones

sostienen que blanqueaba más de 150 millones por año.

El famoso traficante chino era huidizo, pues utilizaba varios nombres y contaba con identificaciones. Su nombre es Zhi Dong Zhang, alias “Brother Wang” y/o Li Gong Sun Chang, Ku Li Hernández, BW, Pancho, “Heh”, “Chino” “Summor Ownor, entre otros.

De acuerdo con el semanario Zeta de Tijuana, el pasado 5 de agosto y el 11 de julio del mismo año, La Corte Federal del Distrito Norte de Atlanta, en Georgia, giró una nueva aprehensión en su contra por lavado de dinero, pero Dong Zhang escapó, seis días después del anuncio, por el túnel de un domicilio particular ubicado en la colonia Lomas de Padierna, en la alcaldía Tlalpan, donde se encontraba bajo prisión domiciliaria. Ahí esperaba su extradición a Estados Unidos.

Según documentos judiciales, la nueva acusación que enfrenta el capo chino se basó en una investigación de la DEA que siguió la pista de tres depósitos por 135 mil dólares a China y descubrió que, entre 2020 y 2021, Dong Zhang blanqueó veinte millones de dólares.

Las investigaciones revelaron, además, que uno de los cómplices del narcotraficante, quien fue detenido en marzo de 2021 y quien responde al nombre de Ruipeng Li, confesó haber lavado 8.5 millones de dólares en depósitos en efectivo, a través de cuentas bancarias de Dong Zhang entre

2020 y 2021, en Georgia, Carolina del Norte, Oklahoma, Ohio, Illinois y Texas.

El Departamento de Justicia logró asegurar 945 mil 246 dólares que estaban depositados en diversas cuentas.

Otro esquema utilizado por el chino fueron las empresas fantasmas, recurrente figura de políticos mexicanos para desviar dinero público. Por ejemplo, Dong Zhang utilizó la firma Rowland Heigths y las autoridades descubrieron que la empresa tenía una dirección falsa.

Tan larga es su historia criminal como sus evasiones, movimientos de dinero y su etapa de tránsfuga.

Finalmente, el llamado Brother Wang cayó en manos de la justicia estadunidense, donde pasará en resto de sus días.

Zhi Dong está acusado de lavado de dinero y tráfico de drogas a través de una organización criminal con amplios enlaces en China y vínculos con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, respectivamente. Con esas alianzas, el Brother Wang movía miles de kilos de cocaína, metanfetaminas y fentanilo. Los pagos los recibían en Estados Unidos y desde ese país pulverizaban el dinero para moverlo en más de cien cuentas a diversos países, donde disponen de decenas de contactos.

México fue un refugio clave para el criminal chino, pues gozaba de impunidad y protección de los cárteles de Jalisco y Sinaloa, pues era su principal proveedor de fentanilo. Pero luego de las presiones estadunidenses el gobierno de México no tuvo más remedio que seguirle los pasos y capturarlo, aunque mediante un soborno pudo escapar de las manos corruptas de varios agentes de la Guardia Nacional.

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