
La caída de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública en Tabasco y jefe de la organización criminal conocida como La Barredora no significan el final del grupo delictivo. Al menos tres exgobernadores –Adán Augusto López, Manuel Merino y Rutilio Escandón, cuñado del
primero –siguen impunes y lo mismo ocurre con la estructura policiaca que actuaba como brazo armado del grupo delictivo en Tabasco. De igual forma, la estructura de sicarios y operadores en el robo de combustible, secuestros y extorsiones, en su mayoría policías bajo el mando de
Bermúdez, siguen libres en Tabasco, Campeche, Veracruz y Chiapas. En resumen, el cártel de La Barredora no ha desaparecido con la captura de su jefe, pues muchas de sus piezas siguen vivas en activa operación. Las acciones de Hernán Bermúdez no eran secretas: al menos en treinta
reportes de inteligencia militar, elaborados entre 2019 y 2022, se documentaron sus andanzas como capo del crimen organizado, al tiempo que despachaba como secretario de Seguridad Pública en Tabasco.
Ricardo Ravelo
Septiembre 22 de 2025
Ciudad de México. – Tres exgobernadores y al menos ciento cincuenta policías de Tabasco estarían bajo la mira de la Fiscalía General de la República por haber apoyado las operaciones criminales de la organización criminal “La Barredora”.
Los tres exmandatarios que encabezan la lista como posibles protectores de Hernán Bermúdez Requena, “El Abuelo”, son Adán Augusto López Hernández, a quien el expresidente Andrés Manuel López Obrador llamaba “mi hermano”.
El otro es Manuel Merino, quien sustituyó en el cargo a López Hernández y sostuvo a Hernández Requena en el cargo como secretario de Seguridad Pública en Tabasco a pesar de que había reportes de inteligencia, sobre todo de la Secretaría de la Defensa Nacional, que lo implicaban como jefe de “La Barredora”.
El tercer mandatario presuntamente ligado al cártel de “La Barredora” es Rutilio Escandón, exmandatario de Chiapas y cuñado de Adán Augusto López, quien habría otorgado facilidades a Bermúdez Requena para operar el tráfico de migrantes provenientes de Centroamérica. Todas estas operaciones, de acuerdo con el expediente del caso, se efectuaban en la frontera entre Chiapas y Tabasco, en un radio de acción que incluía a unos veinte municipios. Por cada migrante ingresado a México La Barredora cobraba 10 mil dólares. Las acciones se efectuaban con el respaldo de las policías tanto de Chiapas como de Tabasco.
Según los informes de inteligencia, hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional en 2022, la organización criminal “La Barredora” se formó en Chiapas –no en Tabasco, como se ha dicho públicamente –, particularmente en el norte de esa entidad.
A principios del 2020, “La Barredora” surgió como una filial del cártel de Jalisco –una suerte de brazo operativo –para encargarse del tráfico de migrantes, combustibles, extorsiones y secuestros. Estas actividades, establecen los informes “Huacamaya Leaks”, se realizaban con el apoyo de las corporaciones policiacas, cuyos altos mandos recibían jugosas ganancias.
El general secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, confirmó como la existencia de la documentación hackeada a la Sedena y que fue filtrada a diversos medios en septiembre de 2022.
Entre los miles de documentos sustraídos se encontró un informe de inteligencia que desde el año 2022 ya mencionaba los presuntos vínculos de Hernán Bermúdez y el crimen organizado.
Sin embargo, en ese tiempo se trataba de “información bruta”, es decir, era necesario realizar un análisis “serio y formal “ sobre los supuestos nexos para comprobarla , y sólo entonces se podía compartir con las autoridades.
“Guamacaya Leaks, según el secretario de la Defensa Nacional, era información de inteligencia, pero no todo lo que se sustrajo está a disposición de las fiscalías, dijo el pasado 22 de julio en conferencia de prensa al referirse al caso Hernán Bermúdez.
Ante la pregunta sobre si los indicios se compartieron en su momento con el entonces presidente López Obrador –sobre todo tratándose del secretario de Seguridad Pública de Tabasco presuntamente ligado al crimen –el militar dijo: “No se puede informar algo que no está comprobado ni sujeto a análisis formal”.
Y sobre estas declaraciones, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que a ella no le corresponde determinar quién es culpable o no en el caso de Hernán Bermúdez y su red de presuntas complicidades. Eso se desprenderá de las investigaciones y ya los jueces dictaran sus respectivos veredictos”.
Los informes militares
Más de treinta informes militares, elaborados desde el año 2019, vinculan a Hernán Bermúdez con el cártel de Jalisco Nueva Generación y la organización criminal “La Barredora”, que encabezó mientras ocupó el cargo de secretario de Seguridad Pública en Tabasco durante el gobierno de Adán Augusto López Hernández.
De acuerdo con los documentos revelados a través del colectivo Guacamaya Leaks, correos internos de la Sedena muestran que desde el año 2019 ya existían sospechas fundadas sobre los nexos de Bermúdez Requena con estructuras del crimen organizado. Los reportes formaban parte de los análisis del área de inteligencia militar.
Al menos una treintena de reportes de inteligencia –que incluyen además tarjetas, partes informativos, diagnósticos y análisis clasificados –daban cuenta que el entonces secretario de Seguridad Pública de Tabasco estaba vinculado a la delincuencia organizada y operaba diversas actividades delictivas con el respaldo de su propia policía estatal, cuyos mandos siguen libres e impunes hasta la fecha, pues nadie ha sido detenido.
La información, en un principio, fue revelada por “Fabrica del Periodismo” a partir de archivos confidenciales de la Sedena, donde los registros más relevantes destacan al menos diez documentos elaborados entre 2019 y 2022.
El primero está fechado el 31 de diciembre de 2019 y se titula “Ampliación de Información caso Playas” y está clasificado como “secreto”. A este le siguen tarjetas sobre “Corrupción de Autoridades”, “Ejecuciones en Tabasco”, “Flash Cooptación de Autoridades”, así como diagnósticos
delictivos del sureste mexicano.
Uno de ellos, fechado el 1 de julio de 2021 detalla que tras la ejecución de Didier Saúl Hernández Álvarez, alias “El Azul” y/o “Pocahondas”, el mando de las células del CJNG en Tabasco fue asumido por un sujeto apodado “El Carnal” y/o “Coco”, quien habría establecido nexos con Hernán Bermúdez Requena.
En el mes de febrero del 2021, el Centro Regional de Fusión de Inteligencia Sureste (Cerfi) reportó sobre el posible involucramiento de personal de la Fiscalía General del Estado en actividades ilícitas ligadas al crimen organizado, y uno de los individuos identificados era parte de la red dedicada al robo de combustibles en Tabasco, Veracruz y Puebla.
El reporte detalla, por ejemplo, que dicha estructura contaba con facturas de Petróleos Mexicanos; pipas para el transporte de combustible ilegal y relaciones con elementos de la Guardia Nacional , en particular, con la División Caminos, además, tenían contactos con personal de la SEIDO.
Otro documento del Cerfi indica que el asesinato de un líder criminal conocido como “Kalimba” habría sido ordenado por “El H”, como se le conocía dentro del mundo del hampa a Hernán Bermúdez Requena en sus tiempos como secretario de Seguridad Pública.
Este crimen lo habría concretado Bermúdez en complicidad con Carlos Tomás Díaz, asesor del director de la Policía Ministerial y un operador identificado como “El Rayo”.
El informe titulado “Actividad Delictiva en Tabasco”, fechado en agosto de 2022, señala a Bermúdez Requena como cabeza del grupo criminal La Barredora junto a Tomás Díaz y otros funcionarios de alto rango, como José del Castillo, comisionado de la Policía Estatal; Leonardo Arturo Leyva, director General de esa corporación y Ulises Pinto, expolicía federal.
En uno de los documentos del Ejército se le menciona como director de la Policía de Investigación y se menciona a Tomás Díaz como piezas del grupo criminal.
El 28 de mayo de 2021, un reporte titulado “Sorullo” advirtió sobre una posible fuga de información relacionada con objetivos generadores de violencia en Tabasco. En una comunicación interceptada, “Rayo” instruye a “Pantera”, bajo órdenes del jefe –presuntamente Bermúdez Requena –para resguardarse ante un posible operativo que iba a implementar La Marina.
Los reportes no mienten. Otro documento más de los “Guacamaya Leaks”, fechado en noviembre de 2021, señala que el Cuartel General de la 30ª Zona Militar reportó a Cerfi que cuatro agentes de la Fiscalía Estatal de Tabasco “posiblemente realizaban actividades ilícitas en el municipio de
Centro, Tabasco, con vínculos con Trinidad Alberto de la Cruz Miranda, “E Pelón de Playas”, identificado como líder del grupo delictivo local.
Otro reporte indicaba, por otra parte, que el partido MORENA les paga dinero extra a funcionarios enviados a Tabasco tras recibir información de Estados Unidos con el objeto de evitar que caigan en actos de corrupción, aunque también se les advertía sobre el riesgo de ser detectados por la FGR, en una operación en la que es referido el entonces secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez, como cabeza del grupo criminal La Barredora.
Hasta ahora han sido detenidos dentro y fuera de México Hernán Bermúdez –traído de Paraguay a México para enfrentar a la justicia mexicana –y familiares suyos. Sin embargo, tanto en Tabasco como en nueve entidades más la estructura criminal de La Barredora sigue intocada.