Salud

Issste: ¿otro tecnócrata para “consolidar” la “reforma”?

 

 

 

Gustavo Leal F. *

 

A pesar de que dependencias, trabajadores y Estado aportan cada vez más, la reforma” de Felipe Calderón naufraga sin salvación al incrementar, cada minuto, la deuda pública y brindar peores servicios. Aunque hay quien saca partido del fracaso anunciado.

Frente a una entidad cuasi fantasmal, sin infraestructura propia y sobre quién sabe qué evidencias, el optimista vocal ejecutivo de Pensionissste, Alejandro Turner, estima que su Afore “competirá” con las demás a partir de diciembre 2011. ¿Qué ofrece? Según Turner comisiones bajas y reparto de ganancias, pese a que Pensionissste apenas sobrevive gracias a los 62 mil millones de pesos del SAR-Issste-92 que los tecnócratas calderonistas usaron autoritariamente para fondearlo. ¿Cuántos nuevos cotizantes se han afiliado? Turner no facilita la cifra, pero está muy confiado en que su Afore será del todo competitiva. ¿Con el nivel actual de creación de empleo en el apartado B del artículo 123 constitucional?

Igualmente desubicado se mostraba Jesús Villalobos, el turbio y finalmente destituido ex director del Issste, quien, después del sinfín de tropelías que le fueron exhibidas, todavía se atrevía a sostener que el presupuesto del instituto debería “estabilizarse” e ir “a la baja” para quedarse en uno que permita mantener y conservar “perfectamente” y en buen estado la infraestructura actual.

Para Villalobos la subrogación debería ser “una alternativa viable”, porque, claro, en su competente criterio: “La institución ya no necesita crecer más”. Como Turner, también él desestimaba la creación de empleo en el apartado B.

Amparado en el Informe Financiero y Actuarial (IFA) 2010 que, presumía, fue dictaminado por Hacienda, Villalobos no pudo justificar los recursos extraordinarios por 8 mil millones de pesos que la “reforma” Calderón otorgó al entonces director Miguel Ángel Yunes. Según Villalobos, la “obra” sexenal se reducía a siete hospitales: Tultitlán, Querétaro, La Paz, Veracruz, Morelia, Saltillo y Morelos: en éstos “gastamos como 8 mil 500 millones de pesos, es muchísimo dinero, para eso sirvió la ley”.

¿En siete hospitales se quemaron 8 mil 500 millones? Pero sucede que en el IFA 2010 Yunes-Villalobos ¡ya habían “justificado” –con el aval de Hacienda– los 8 mil millones, que cubrían sólo dos de esos siete hospitales. Pero, ¿cuántos están completamente terminados?

Como bien exigen los jubilados y pensionados del Issste la auditoría externa integral al Issste-Calderón es improrrogable.

Igualmente lamentable resultaba el contenido del IFA 2011 que –además de establecer como uno de los “riesgos institucionales” a la diabetes mellitus tipo dos y que ocupa 17 de las 144 páginas del poroso informe– se contenta con una facilona prédica del autocuidado a la salud a través de Prevenissste, mientras los derechohabientes claman por efectivas –hasta ahora ausentes– políticas clínicas y mejora real de los servicios médicos a la altura del perfil de morbi-mortalidad que los aqueja. No sorprendía que Villalobos se preguntara: “¿Cómo se atiende a más gente con más frecuencia y con menos dinero? Siendo más eficientes, comprando mejor o quitando menos vicios del pasado. Echemos a andar el mercado de la salud”.

Como también exigen los jubilados y pensionados del Issste, la mejora de los servicios médicos debe iniciarse ya, porque, a decir de la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp), se ha achicado “40 por ciento del cuadro básico de medicamentos, desapareciendo cerca de 600 fármacos y el resto los están sustituyendo por genéricos, sin que se haya resuelto el desabasto”.

En el fondo del asunto está la “reforma” que Calderón –junto con el PRI– parió muerta. Ante el silencio de Joel Ayala y la FSTSE, la propia Fedessp ya reconoce que –a cuatro años de la fracasada “reforma” de Calderón– “todavía no se pagan las pensiones de forma adecuada”, además de que muchos de los trabajadores que optaron por las cuentas individuales, al buscar adherirse al programa de retiro voluntario “no tienen suficientes fondos para ello, porque sus cuentas no dan ni medianamente para que tengan una pensión”.

Incluso, la Fedessp ya constituyó un Frente Amplio Obrero junto con el SME, la UNT y el SNTE –sin que “la mano de Elba Esther Gordillo vaya a estar sobre esta nueva alianza”, a decir de Francisco Hernández Juárez– para “revisar urgentemente” la ley Calderón de 2007, así como las “denuncias de corrupción y malos manejos”.

Vaya: en el Issste-Calderón hasta las vacunas se pasan. Eso ocurrió en la clínica de Huejutla, Hidalgo, el pasado junio: se perdieron 600 frascos de vacunas del esquema básico cuando la red fría, por descuido, colapsó.

Mientras tanto, la Secretaría de la Función Pública (SFP) interpuso una denuncia penal –por un nuevo caso de corrupción– contra el ex subdirector de Regulación y Atención Hospitalaria de la era Yunes, quien benefició a una empresa con la adquisición injustificada y sin sustento de 200 mil botiquines de primeros auxilios. Simultáneamente se hizo público que el subdirector de Tecnologías de la Información, también de Yunes, es buscado por la SFP debido a que prestó servicios al Issste de “fábrica de software” –por 19 millones de pesos–, a través de una firma de su propiedad.

Con su fracasada “reforma”, administración turbia, con mil 400 millones de pesos menos en el ejercicio 2012 y en pleno año electoral, Calderón ubicó al nuevo director, Sergio Hidalgo, para que le “consolide” esa “reforma”. ¡A ver cómo!

Lo que sigue no es sólo revisarla: junto con la de Zedillo al IMSS, hay que reformarla de raíz.

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