RESPUESTA A LA (CEDHD)
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Gómez Palacio, Durango.
Febrero 12 del 2010
C. Dr. Carlos García Carranza
Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Durango
Durango, Durango
Presente
De nueva cuenta me permito dirigirme a Usted, en su carácter de presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Durango (CEDHD), en respuesta a su Oficio No. 67/10 anexado al Expediente No. CEDHD/571/09 con fecha del 7 de enero del presente año, documento donde se encuentra fincada mi denuncia de hechos referentes al levantón del que fui objeto el pasado 15 de septiembre del año 2009, donde señalo como indiciados al alcalde sustituto de esta ciudad, Mario Alberto Calderón Cigarroa, al regidor, Carlos Sonora Martínez, a dos supuestos agentes de la policía municipal, a un sujeto que se ostentó como alcaide del módulo de detenciones de Gómez Palacio, Durango, que dijo apellidarse Ornelas, más los que resulten.
Como usted sabe, el 9 de noviembre del 2009, hice de su conocimiento la existencia de un par de expedientes que contienen la denuncia de hechos de mi secuestro; el primero, se encuentra en la sub Procuraduría de Justicia del Estado de Durango, con asiento en Ciudad Lerdo, dependencia donde radiqué el pasado 21 de septiembre del 2009 la AP 3729/2009.
El segundo expediente se encuentra en la Procuraduría General de la República, una vez que la Fiscalía Especial de Delitos Contra Periodistas atrajo mi caso.
La PGR proporcionó el número AP/PGR/DGO/GP/1/261/2009.
Con estos antecedentes, el que suscribe, amparándose en la Constitución del estado, acudió al Congreso de Durango, el 27 de octubre pasado, relatando los hechos en un documento de 9 hojas que usted ya conoce.
No huelga decir, que después de haber entregado a este documento a la LXIV Legislatura del Congreso de Durango, el 2 de noviembre, fue secuestrado y posteriormente ultimado, el periodista Bladimir Antuna, del periódico El Tiempo de Durango; elevando el número de reporteros asesinados en el estado hasta 4, convirtiendo a la entidad en el sitio de la República donde más informadores fueron liquidados durante el año 2009.
En este contexto, preocupa la perspectiva del gobernador de Durango, Ismael Alfredo Hernández Deras, quien con el cuerpo insepulto de Bladimir Antuna, declaró que en la entidad “existen las garantías suficientes para que los periodistas ejerzamos nuestra labor” informativa, sobre todo, cuando el corresponsal de El Tiempo de Durango, Carlos Ortega Melo Samper, asesinado el 3 de mayo del 2009, había denunciado el acoso policiaco de agentes de Santa María del Oro.
Peor. La propia Comisión Estatal de Derechos Humanos de Durango, abrió un expediente CEDHD No.424/05, que resultó en la recomendación CEDHD No. 08/06C, por concluir que los elementos policiacos violaron los Derechos Humanos de Carlos Ortega Melo.
Aun así, Melo Samper, fue sacrificado el 3 de mayo del 2009.
Este hecho, muestra el peso real que las recomendaciones de la CEDHD tienen en las instancias del gobierno estatal que encabeza Ismael Alfredo Hernández Deras; tanto como en los distintos niveles municipales, incluidas todas las dependencias.
Las declaraciones de los burócratas Roberto Torres Salinas, y, Carlos Sonora Martínez, señalados por el suscrito en el Expediente No. CEDHD/571/09
La primera sorpresa que encontré en las declaraciones hechas a la CDHED, por los empleados señalados en los expedientes judiciales radicados en la PGR y la sub Procuraduría de Justicia, es que nunca se requirió alcalde sustituto de Gómez Palacio, Mario Alberto Calderón Cigarroa, para que declarara.
Calderón Cigarroa, es un sujeto que no ha mostrado probidad en la función pública que desempeña. Por eso, no fue extraño para el periodista que suscribe, que se le secuestrara por más de media hora, “por hablar mal del alcalde”.
En un estado donde es peligroso ejercer el periodismo, pero además, en una ciudad donde se asesinó al reportero Elíseo Barrón, no es algo inconcebible que se amenace, que se levante a los periodistas que critican a la mal llamada “primera autoridad”.
En este asombro, de que la CEDHD no requiriera al alcalde gómezpalatino, cabe recordar que en la denuncia de hechos radicada en la PGR, como en la realizada en la sub Procuraduría de Justicia de Durango en La Laguna, presenté al alcalde sustituto de Gómez Palacio, Mario Alberto Calderón Cigarroa, como el principal indiciado, puesto que los aparentes policías que me secuestraron reiteraron insistentemente que “era un encargo del regidor Carlos Sonora Martínez, por hablar mal del alcalde”, una explicación no pedida.
Por “coincidencia”, con el levantón del que fui objeto el día 15 de septiembre del 2009; las fechas 5, 9 y 12 del mismo mes; este periodista analizó en el Canal 2 de Televisión, de Torreón, Coahuila, la cuenta pública del Municipio de Gómez Palacio, ejercida por la actual administración.
En la investigación, demostré serias irregularidades en el presupuesto de egresos, consistentes en desvíos de recursos públicos por varios millones de pesos, lo que a mi entender, fue el motivo central de la privación ilegal de la libertad que sufrí a manos de supuestos agentes de la dirección de Seguridad Pública municipal.
Como alcalde sustituto, sin experiencia en políticas públicas, acostumbrado a manejar los recursos públicos como si fueran propios, Mario Alberto Calderón Cigarroa, se ha caracterizado por levantar una administración cuyo sello distintivo es la corrupción, misma que no ha sido castigada por las innumerables componendas que existen al interior del Cabildo, tanto como la protección que recibe de los legisladores priista de la actual LXIV Legislatura de Durango.
De hecho, el alcalde sustituto, Mario Alberto Calderón Cigarroa, arrastra millones de pesos en desvíos, dinero que no fue empleado apegado a la ley; de tal manera que para alguien que sólo sabe usar el poder público como patrimonio personal, no sería extraño que usara a uno de sus testaferros, para ordenar el levantón de amedrentamiento en contra de quien ha descubierto su corrupción administrativa, haciendo público este hecho.
Por eso es extraño que la CEDHD no haya pedido la confesión del alcalde sustituto de Gómez Palacio, Mario Alberto Calderón Cigarroa; el primer interesado en amilanar a este periodista.
Por ello, exijo que Mario Alberto Calderón Cigarroa, comparezca ante la CEDHD para que rinda su declaración, toda vez que con ánimos conciliadores, me reuní con él, el 8 de octubre del año pasado, sin encontrar disposición de presentar a los supuestos agentes que me levantaron.
Más.
En el transcurso de la plática, Mario Alberto Calderón Cigarroa, recibió cuando menos 3 llamadas telefónicas del secretario de Seguridad Pública, Víctor Hugo Cordero Giordana, momentos en que aprovechó este periodista para pedirle al alcalde que Cordero Giordana, entregara los nombres de los supuestos policías que lo levantaron; encontrando como respuesta la negativa de Calderón Cigarroa, pese a que sabe; que quiénes sin identificarse, con pistola en mano, pasearon a este reportero por aproximadamente media hora, tiempo en que fui amenazado de privarme de la vida.
Con este alegato, solicito se considere mi petición de comparecencia del alcalde sustituto toda vez que el director de Seguridad Pública municipal, Roberto Torres Salinas, fue ultimado el 2 de diciembre del año pasado, y que por cierto, presentó ante esta CEDHD, una declaración llena de falsedades, una confesión repleta de fingimientos e hipocresías.
Como es prácticamente imposible carearse con los muertos, más aún, establecer una relación argumentativa por la vía epistolar; es apreciación de este reportero que la CEDHD, no se tomó la molestia de verificar que Roberto Torres Salinas, ya había sido ejecutado el 2 de diciembre pasado, puesto que el Oficio No. 5603/09. Contenido en el Expediente No. CEDHD/571/09, fechado el 9 de diciembre del 2009, en la ciudad de Durango, Durango; señala que obra en las manos de CEDHD, el informe que Roberto Torres Salinas, envió a esa dependencia el 23 de noviembre del 2009.
Torres Salinas fue ejecutado por un comando armado el 2 de diciembre del 2009.
Reitero que, imposibilitado para establecer un trato con los muertos, este periodista sólo se concretará a refutar de manera gruesa los argumentos falaces, que el hoy occiso, sin recato, sin apego a la Ley, se dedicó a montar, una y otra vez, evidenciando el tipo de sujetos que dirigen las corporaciones policiacas de Gómez Palacio, por cierto, la ciudad más violenta del estado de Durango, y de la Comarca Lagunera.
Con Oficio SPV/2077/2009 del Expediente CEDHD/571/2009, Roberto Torres Salinas, inicia con una serie de mentiras su alegato.
En el inciso a) en el reporte de internamiento dice que, este suscrito fue detenido a las 22:05 horas en Denébola y Margaritas (por cierto, nombre equivocado del Bulevar), para decir inmediatamente después en el inciso b) que a las 22:05 del mismo día, un supuesto médico de nombre Luis Alonso Ramírez Flores, extendió un certificado médico, “ es decir, inmediatamente que (este suscrito) fue internado en los Módulos de Detención (Sic), según consta en el Certificado Médico Número 83738(Sic), encontrándose el detenido sin toxicomanías, en segundo grado de ebriedad y sin datos de lesión(re sic)”.
Como Usted puede apreciar, Dr. Carlos García Carranza, todavía el día de hoy es imposible que cualquier cuerpo se encuentre en dos sitios a la vez, a la misma hora, tal como lo señala el Oficio SPV/2077/2009, que Roberto Torres Salinas, firmó el 23 de noviembre de 2009, pues allí se asienta que a las 22:05 horas, me encontraba en dos lugares distintos, alejados entre sí, aproximadamente 2 kilómetros; pero no sólo eso, ya tenía un certificado médico, de una persona que nunca he visto, dictaminando el “estado del detenido ebrio(Sic)”, “sin toxicomanías(Re sic)”.
Huelga decir que cualquier análisis de toxicomanía, no arroja resultados inmediatos, al margen de que en los módulos de detención no existe la infraestructura de laboratorio para practicar este tipo de exámenes.
Luego en el inciso c), por fin aparecen los supuestos agentes que me secuestraron por alrededor de media hora, acción ilegal que ya narré en mi anterior oficio, y que dicen llamarse; Salvador Alejandro Puentes Saucedo y Juan Manuel Valles Trejo, tripulantes de la unidad 233; pero nunca la CEDHD los requirió, a pesar de que fuera de la ley, sin apegarse a la normativa de detenciones, secuestraron, amenazaron, y pasearon por distintas calles de la ciudad a este suscrito, por “el estado del detenido ebrio, por el motivo de de Orinar en la vía pública (Sic)”, cuando durante el levantón y paseo, éstos apócrifos agentes nunca quisieron identificarse, mostrando por el contrario, actitudes propias de la delincuencia de amenazar de muerte, de desaparecer a este periodista por “ encargo del regidor Carlos Sonora Martínez” por “hablar mal del alcalde, Mario Calderón Cigarroa”, relato que ya hice en el documento entregado al Congreso del estado de Durango, el 27 de octubre del 2009, así como a la propia CEDHD, el pasado 9 de noviembre del 2009.
En el inciso d), el difunto Roberto Torres Salinas, alega que existe una “Tarjeta informativa signada por el Licenciado Juan Carlos Audelo Moreno, Juez Calificador adscrito a los Módulos de Detención…mediante el cual hace del conocimiento hechos ocurridos el 15 de septiembre de la presente anualidad (Sic) en el interior de los Módulos de detención con motivo del ingreso del C. Juan Monrreal López (Re sic)”.
Quiero hacer notar, que en ningún momento establecí relación alguna con este funcionario, pues cuando fui ingresado a los llamados módulos de detención, sólo se encontraban en éste, un tipo que se ostentó como Alcaide y que se negó a proporcionar su nombre, mascullando su apellido, Ornelas.
Dicho guardián, se encontraba acompañado de una mujer; pero de ninguna man
En cuanto a lo que Roberto Torres s Salinas, llama “consideraciones del orden legal”, basta decir, que los policías apócrifos que Torres Salinas presenta en su declaración con los nombres de Salvador Alejandro Puentes Saucedo y Juan Manuel Valles Trejo, este suscrito ya describió la forma en que lo aprehendieron, sin querer identificarse desde el principio, como es obligación de todo funcionario público, además que nunca existió la falta administrativa que aducen.
Por si fuera poco, las amenazas de muerte, el paseo por distintas calles de Gómez Palacio, por alrededor de media hora, las reiterativas amenazas por “hablar mal del alcalde”, Mario Alberto Calderón Cigarroa, hablan de por sí, de los actos violatorios de mis derechos ciudadanos, asentados en la Constitución General de la República y la particular de Durango, junto con la violación de mis Derechos Humanos; derechos que fueron atropellados porque a decir de la declaración de Roberto Torres Salinas, en letras negritas y mayúsculas, “DEFINITIVAMENTE SI procedía efectuar la detención del mismo, por infringir el Bando de Policía y Gobierno, según lo establece la SECCION SEGUNDA DE LAS FALTAS CONTRA LA ARMONIA DE LOS CIUDADANOS Y LA MORAL PUBLICA (Sic)”
Sigue.
Artículo 253.-…”Fracción IV. Orinar o defecar en cualquier lugar público distinto de los autorizados para esos fines, por cuya comisión se aplicará la sanción que establece la fracción II del artículo 257 de este Bando”, sin embargo, al margen de “ser el encargo del regidor Carlos Sonora, por hablar mal del alcalde Mario Calderón Cigarroa”, eso no autoriza a los supuestos agentes que hayan secuestrado y paseado a este reportero por más de media hora; al margen que mi vehículo se quedó abierto, en ignición, por alrededor de una hora, en el sitio donde fui levantado por estos aparentes agentes, puesto que nunca se identificaron.
La pregunta es, ¿por qué si cometí la falta administrativa, me dejaron libre? A mi entender fue gracias a la presencia decidida de mi compañero de trabajo, Salvador López Ramos, quien junto con otros colegas reporteros, se hicieron presentes en el módulo de detenciones exigiendo mi libertad.
Por otro lado, sé de fuentes policiacas que el secretario de Seguridad Pública, Víctor Hugo Cordero Giordana, se puso iracundo cuando se enteró de mi liberación. ¿Sí este reportero no era “encargo del regidor Carlos Sonora” por hablar mal del alcalde sustituto, Mario Alberto Calderón Cigarroa, entonces, que causó la ira de Cordero Giordana?
Por último, quiero dejar constancia que por motivos estrictamente periodísticos, este periodista cuenta con fuentes del primer nivel de oficiales de la secretaría de Seguridad Pública de Gómez Palacio, Durango, que han confiado con pruebas, las exigencias de las que son víctimas por parte del secretario de Seguridad Pública, Víctor Hugo Cordero Giordana, de entregarle cuotas de dinero por el uso de patrullas, asignación de sectores, entre otras formas de recaudación ilegal.
Por tanto, ¿de qué honestidad hablaba Roberto Torres Salinas? Cuando muchos ciudadanos de Gómez Palacio, han sido acompañados por policías y agentes de tránsito, hasta los cajeros automáticos de los bancos para que se les entregue “el moche” correspondiente para no ser remitidos a los módulos de detención, con causa probada o no.
Esa es la realidad de la policía y tránsito gómezpalatino, una ciudad llena de sangre, la más violenta de Durango y La Comarca Lagunera, por la ineficacia y complicidad con la delincuencia, de la secretaría de Protección y Vialidad, a cargo de Victor Hugo Cordero Giordana.
La declaración del regidor Carlos Sonora Martínez
Quien conoce la historia del regidor priista Carlos Sonora Martínez, sabe que este sujeto actúa de manera “porril” para granjearse las prebendas de sus jefes políticos. Al respecto, basta revisar los archivos hemerográficos y de video de los distintos medios de la región para corroborarlo.
En su respuesta a la CEDHD en oficio sin número, fechado el 24 de noviembre de 2010, el regidor Sonora Martínez, simplemente dice que “Me deslindo del señalamiento que Juan Monreal López hace hacia mi persona en los hechos ocurridos el 15 de septiembre 2009(Sic)”.
Luego explica que, “Me entere de los sucesos el 16 de septiembre de 2009 cuando el rumor empezó a circular en el sentido de que Juan Monreal López había sido detenido por elementos de Seguridad Pública por incurrir en una falta administrativa misma que esta plasmada en el parte informativo de la misma Secretaria, por lo que desconozco en que momento ni por motivo se me involucra (Sic)”.
Como levantado, paseado y difamado, quiero dejar en claro que en primer lugar quien mencionó a Carlos Sonora Martínez, fueron los supuestos agentes que me secuestraron. Fueron ellos quienes insistieron que mi situación era “por encargo del regidor Carlos Sonora, por hablar mal del alcalde” sustituto, Mario Calderón Cigarroa; argumento que usó uno de los supuestos agentes cuando entregó al suscrito en el módulo de detencionescustodiado por un tipo que dijo apellidarse Ornelas.
Segundo. El 16 de septiembre, Mario Calderón Cigarroa, organizó un almuerzo con su séquito de subalternos, para celebrar la Independencia de México. Ese día, aproximadamente entre las 10:30 horas y 11 de la mañana, este periodista recibió una llamada telefónica de Carlos Sonora Martínez, para decirme que” él no tenía nada que ver en mi levantón”; “que éramos amigos”; rematando con, “me quieren enmierdar, hay muchas cosas turbias en la presidencia, con las que no estoy de acuerdo”.
El caso es que el aludido Sonora Martínez, nunca ha hecho del conocimiento ciudadano las “cosas turbias”, que me confió por teléfono el 16 de septiembre, y que según su aseveración, existen en la administración municipal.
Por el contrario, usando a sus achichincles, ha corrido una serie de rumores con expresiones soeces como la que “se la voy a pelar”, frase peyorativa que interpreto, como que no le pasará nada en términos de ley, por ser parte de la camarilla priista que gobierna el estado y la ciudad.
Por todo esto, solicito a la CEDHD, como exigencia:
1.- Que en este caso, se aplique la máxima de nuestro marco legal de que: Nadie está por encima de la Ley.
2.- Que comparezca el alcalde sustituto de Gómez Palacio, Mario Alberto Calderón Cigarroa, primer interesado en que a este reportero se le amenazara, una vez que hice del dominio público los desvíos millonarios de recursos públicos, una violación en sí de los Derechos Humanos de los habitantes del municipio de Gómez Palacio, Durango, en la medida que el dinero desviado de los propósitos etiquetados en la Cuenta Pública, cancela el desarrollo de la ciudad, a la vez que suprime las posibilidades de llevar los servicios básicos a los ciudadanos en pobreza patrimonial.
3.- En mi anterior oficio entregado a la CEDHD, el 9 de noviembre del 2009, así como en mi escrito depositado el 27 de octubre del 2009, en el Congreso de Durango, buscando su protección, tal como lo señala la Constitución de Durango; hice del conocimiento de la CEDHD, que el 8 de octubre del año 2009, me reuní durante 3 horas y media, con el alcalde sustituto Mario Alberto Calderón Cigarroa, con la intención de que se aclarara mi levantón y secuestro, tiempo en que el presidente municipal se la pasó hablando de chabacanerías, de asuntos personales, ofreciendo reiteradamente “en que le puedo ayudar”, pero en ningún momento mostró interés en presentar a los supuestos agentes que me levantaron, pese a que le expliqué, que sí efectivamente él no había dado la orden de levantarme, – misma postura que mostró Carlos Sonora Martínez, cuando me llamó a mi celular el 16 de septiembre pasado-, entonces como alcalde debería preocuparse, pues alguien se encontraba tratando de involucrarlo en este secuestro, que aunque haya sido por media hora, es rapto.
4.- Es mi apreciación que el alcalde sustituto de Gómez Palacio, Durango, Mario Calderón Cigarroa, no tiene el menor interés de que mi levantón, secuestro e internamiento a los módulos de detención, el 15 de septiembre pasado, se elucide, puesto que siempre le pedí que se presentaran los supuestos agentes, que ahora en el Oficio: SPV/207772009, signado por el extinto director de Seguridad Pública, Roberto Torres Salinas, presentaron el 23 de noviembre del 2009, ante la CEDHD,- 68 días después del secuestro-, con los nombres de Salvador Alejandro Puentes Saucedo y Juan Manuel Valles Trejo; por cierto, sin declarar ante la CEDHD.
5.- Como he dicho líneas arriba, no es posible dialogar con los difuntos, por tanto, es difícil que Roberto Torres Salinas, aclare porque razón mintió a la CEDHD, con todo dolo, buscando desacreditar a este suscrito, tratando de justificar un levantón, un secuestro e internamiento sin ningún apego a la Ley; inventando desde supuestos análisis toxicológicos, hasta las calificaciones de un juez de los módulos de detención que este periodista nunca vio.
6.- Quiero dejar asentado también, mi inconformidad al papel de Ministerio Público, que la CEDHD le asigna a los quejosos en el Artículo 45 de su Ley Orgánica, pues estipula que las víctimas presentemos los elementos probatorios, que en mi caso, anoté en los anteriores oficios a esta CEDHD, presenté a mi compañero Salvador López Ramos, -quien fue el que me rescató de las mazmorras municipales-, como testigo de una parte de los hechos, sin que hasta la fecha haya sido citado a rendir su testimonio.
Protesto lo necesario.
Juan Monrreal López
Director de la Revista Demócrata Norte de México
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Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Durango en su LIV Legislatura
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