Los de a pie en Saltillo, en la indefensión
Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Septiembre 13 de 2018
La movilidad humana es una necesidad inherente a la condición de las mujeres y hombres, los niños, jóvenes, discapacitados y seres humanos de toda condición, de manera que las ciudades y los pueblos obligatoriamente deben de tener a las personas como ejes de la infraestructura habitacional, productiva, de servicios o comercial, esto que parece obvio e innecesario de advertir, en Saltillo se ha venido machacando por años sin que los que diseñan la planeación urbana acaten y tomen en cuenta esta evidencia, primero son las personas y su seguridad después los automóviles.
Los espacios públicos son dinámicos y deben ser diseñados para usarse a la velocidad de la locomoción de las personas, lo cual debe atenderse en todos los proyectos de infraestructura pública contemplando los derechos de los discapacitados, los niños y adultos mayores.
En el Plan de Desarrollo Municipal (P.114) se instituye, “Impulsar un desarrollo urbano de calidad, sustentable, moderno y ordenado que atienda las necesidades de los saltillenses”; en cuanto a transporte eficiente se instaura: “Poner en marcha un programa integral de mejoramiento del transporte, para sentar las bases de su modernización. Fomentar el uso de transporte alternativo”, se intuye que en la referencia al transporte alternativo entra el uso de la bicicleta y la movilidad peatonal, pero se deja a la imaginación, ni una palabra sobre la promoción y mejora de estas vías.
La ciclovía conserva una precariedad que se incrementa gracias a la falta de mantenimiento, de ampliación y planeación; las banquetas en algunas zonas son trampas mortales por los registros de agua sin cubierta, aquí lo hemos señalado hasta el cansancio, pero las autoridades municipales no atienden, por eso, lo que está claro es que el plan de desarrollo municipal es puro rollo o ¿cuándo comenzará Manolo a trabajar en lo que propuso?
Las banquetas, según los derechos del peatón, deben permitir el paso franco de los peatones y cuando menos el de 2 sillas de ruedas, esto es impensable en Saltillo, aquí en muchas banquetas caben 2 personas y hay zonas en las que pasa una, van en fila y otras en las que simplemente los vecinos invaden la banqueta como estacionamiento o jardín y ¿quién vigila o sanciona?, dicen algunos, “aquí no hay ley”, y sí, todo mundo hace lo que le viene en gana, empezando por los que se dicen autoridades.
En las calles y bulevares de la ciudad la autoridad tiene la obligación de ofrecer al peatón alternativas seguras para cruzar las calles, aquí los pasos peatonales existen en las principales avenidas de la ciudad, pero los señalamientos, las rayas están borradas, son invisibles, desde que terminó la pasada administración de Isidro López Villarreal y eso que Manolo presume de que “ha hecho mucho”.
Según los derechos del peatón, las calles y bulevares de vías rápidas (no semaforizadas) deberían ser mínimas y el cruce de estas vías será 100 por ciento accesible, con elevadores y no con rampas que alarguen la trayectoria, alcalde ¿usted ya sabía esto? Me temo que no tiene idea al respecto, la mortalidad vial es evitable, mas no es posible acostumbrarnos a ella, sé que hay un programa para impedir los accidentes por exceso de velocidad, lo cual es loable, pero ¿quién vigila a los correlones? y hay mucho más que hacer a favor de los derechos de los peatones.
Saltillo está insufrible entre otras muchas cosas en cuanto a la seguridad de los peatones, es lamentable, penoso, ver a los peatones de las colonias Guerrero, Hidalgo y tantas otras exponerse a cruzar corriendo y consta que muchos han sido atropellados y muerto en el intento, los peatones de esta ciudad no pueden vivir en la indefensión, por eso es bárbaro lo que publicó VANGUARDIA (13-09-18), en 3 años tenemos 64 mil automóviles más que en 2015, hoy son 319 mil. Que hace la autoridad municipal, prepararse para llegar a la gubernatura en 2023.