¡Emergencia nacional!
Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
19 de septiembre del 2013
¡Emergencia nacional!
El País se encuentra en una situación de emergencia nacional. La tragedia en Guerrero ha sido monumental, así como la incapacidad del gobierno estatal y federal para responder eficientemente a la población afectada. En varios estados hay devastaciones, inundaciones, nuevas hambrunas, que se agregan a la crónica; llegan a la evidencia de que por lo menos ochenta por ciento del territorio mexicano ha sido damnificado. Pronóstico grave, terrible.
En la Cámara de diputados las fracciones parlamentarias del PAN, PRD y PT criticaron al gobierno federal porque no se aplicaron a tiempo los protocolos de protección civil para prevenir tragedias y alertar a la población y a los turistas en Acapulco y Chilpancingo, Guerrero.
En Coahuila la zona lagunera del área rural en los ejidos de Matamoros y Viesca han sido los más afectados, con cerca de 3 mil evacuados ante la creciente del río Aguanaval; la pobreza y marginación que impera en la zona rural de Ramos Arizpe puede hacer suponer que estos pobladores también están siendo afectados, aunque no tenemos información clara sobre ello.
Pero la ebullición no se limita a la producida por los desastres acarreados por Ingrid y Manuel. También en lo social México arde. Los maestros de la CNTE peregrinan y además reciben solidaridad de estudiantes universitarios de la UNAM, UAM, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y el IPN, así como de maestros argentinos; por su parte, dirigentes del SNTE (en silencio cómplice hasta esta semana) reconocieron que en la Reforma Educativa no hay bondades.
En Torreón, los agremiados de diversas delegaciones de la Sección 35 del SNTE se manifestaron con marchas en contra de la Reforma Educativa y pidiendo la destitución del líder Javier Cordero, acusando a su líder de no salvaguardar la integridad de los docentes, de vender plazas de Primaria desde 120 mil hasta 150 mil pesos, y en 10 mil pesos la hora en Secundaria; en Saltillo las protestas magisteriales fueron menos fuertes y es que aquí la represión de los Moreira y sus esbirros es más fuerte.
Por otro lado, una parte de la izquierda política aglutinados por el PRD se reencontraron, tras haberse distanciado hace 14 años, los fundadores del sol azteca Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo se reunieron con la intención de ir juntos en la consulta nacional sobre el petróleo y anunciaron que buscarán a Andrés Manuel López Obrador a fin de invitarlo a que se sume al movimiento para recabar 1.6 millones de firmas para demandar que se convoque a una consulta nacional; el objetivo es converger en las acciones para evitar que se concrete la propuesta de reforma energética presentada por Peña Nieto.
Alguien podría decir que es un exceso comparar la situación de desastre creada por Manuel e Ingrid con la de los maestros y la reforma energética, no obstante, el desastre natural pudo haber sido atenuado por la previsión y con el manejo de los protocolos de protección civil para prevenir tragedias.
En cuanto a la reforma educativa realizada con improvisación y autoritarismo, sin disposición al diálogo es la negación de la política y el instrumento para humillar a los maestros como responsables del atraso educativo.
El jueves, a la 16 hrs, cuando ya había escrito todo lo anterior, se publicó en el periódico La Jornada el pronunciamiento de Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas, el obispo Raúl Vera López, Pablo González Casanova, Miguel Concha Malo, Miguel Álvarez Gándara y Mario Saucedo en el que convocan a los mexicanos a organizar la resistencia civil y pacífica contra la
privatización del petróleo y “oponerse a las reformas de los artículos 27 y 28 de la Constitución de la República que propone el gobierno”.
Igualmente llaman a oponerse a la Reforma hacendaria porque tiene un tinte de inequidad al afectar con la recesión principalmente a las pequeñas y medianas empresas, las clases medias y los trabajadores más pobres. Unámonos para detener más despojos. Unidos es posible.