Rubén Moreira y Carolina Viggiano, matrimonio de ambiciosos (I).
Perdieron Hidalgo, ahora desean Coahuila
* “Rubén me debe a su esposa”: Miguel Riquelme Solís
Juan Monrreal López
Septiembre 17 del 2010
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Torreón, Coahuila.- Nieta, hija, sobrina, hermana, prima y amiga de caciques, Alma Carolina Viggiano Austria, escuchó desde niña la palabra dominar. Desde escuincla, el espíritu le fue inyectado con la ambición más grande que tiene; gobernar Hidalgo. En las tertulias familiares sólo escuchó de argucias; la mira era apropiarse de Tepehuacán de Guerrero, la zona donde nació.
Criada en un mundo de caciques, la hoy esposa de Rubén Moreira Valdés “Zerevro”, también aprendió las formas de sumisión y obediencia a los poderes centrales asentados en Pachuca. Incluso forjó una historia que le hiciera aparecer como “serrana” que conquista la capital de Hidalgo; ella triunfadora, atiborrada de honestidad.
A diferencia de Carolina Viggiano; Rubén Moreira, era hijo de profesores, sin poder.
El poder de Rubén, apenas llegaba a algunas calles en torno a la colonia Alamedas, de Saltillo, donde secundado por un grupo de niños golpeadores, sembraba el miedo.
Luego siguieron golpeando en la Escuela Normal Superior del Estado, hasta convertirse en porros.
Después, él y su hermano Humberto Moreira, encaramaron a la pandilla en los puestos públicos de alta responsabilidad en el gobierno actual.
Cuentan algunas amistades de Carolina Viggiano, que quiso ser maestra normalista, pero “la paga era poca y ya no estaría en Pachuca”, así “que estudió Leyes”.
Egresada de la escuela de derecho en 1991, se convirtió en defensora de oficio con un pago de alrededor de 2 mil 600 pesos mensuales. Así estuvo 3 años. Más tarde la fortuna le sonrió.
En tan sólo dos años, después de haber dejado la defensoría de oficio, se convirtió en diputada local en la LVI Legislatura de Hidalgo (1996-1999), por el distrito de la sierra, curiosamente donde la familia Viggiano Austria, se encuentra tachada como caciques.
Es en este periodo que se liga al grupo de Jesús Murillo Karam, entonces gobernador de Hidalgo y actual secretario General del PRI.
La suerte de Rubén Moreira, no era tanta.
En 1991, Rubén Moreira, fungía como secretario particular del secretario de Gobierno, Felipe A. González Rodríguez; represor de la lucha disidente de los obreros de Altos Hornos de México (AHMSA).
Moreira Valdés “El Zerevro”, nunca contradijo a su jefe. Nunca defendió la postura de los trabajadores.
La nómina era esencial para sobrevivir.
En esos tiempos “El Zerevro” ni siquiera soñaba con auto definirse liberal, mucho menos, revolucionario, como hoy dice.
Tampoco imaginaba que su hermano Humberto, promovería el empleo en Nicaragua con inversiones propias y de sus funcionarios.
Con el arribo de Rogelio Montemayor a la gubernatura, Rubén Moreira, fue botado de la secretaría de Gobierno y arrojado al Consejo estatal electoral (CEE).
Los Moreira, no eran del agrado de Montemayor; sobre todo Humberto, que ya tenía fama por desviar recursos de la educación.
Para la permanencia de “Beto·” en el sector educativo, recibió el respaldo de Gilberto Guevara Niebla, de quien había sido secretario particular.
Humberto dejó el CONAFE y fue protegido por Guevara Niebla, entregándole la delegación del Instituto nacional de Educación para los Adultos (INEA) cuna de la acumulación originaria del capital económico, financiero y político del clan Moreira Valdés. El INEA es la caja negra de la riqueza primitiva de estos profesores.
Rubén fue rescatado del CEE por Óscar Pimentel González, secretario de Educación (SEPC) con Montemayor Seguy. Miembro de la organización ultraderechista Corporación de profesionistas mexicanos, Pimentel González, ubicó a Rubén, en la dirección jurídica de la SEPC (1995-1999).
Rubén Moreira, le pagó después.
Ya en la época del moreirato, lo persiguió hasta expulsarlo de facto del estado.
En la SEPC, Rubén se dio a la tarea de hacer guarida con la pandilla de su niñez.
Colocó a Fausto Destenave Kuri, a su lado, trayéndolo desde Monterrey, pues lo habían corrido de la delegación Torreón de la PGR, – lugar donde salió esposado -, bajo la acusación de delincuencia organizada.
En cuatro años de la permanencia en la dirección jurídica de la SEPC, con Carlos Moreira en la Sección 5 de profesores, presionaron y consiguieron algunas plazas para sus fieles.
Mientras tanto, Humberto Moreira, contrataba a los priistas que estructuraron la mafiosa maquinaria del INEA, que alfabetizaba y regalaba certificaciones a fantasmas.
En esos días, un moreirista que aun sigue en esa mafia, contó a Demócrata Norte de México, que Rubén y Humberto Moreira, convirtieron a Fausto Destenave Kuri y Carlos Moreira Valdés, en los responsables de depositarle dinero a Ariel Maldonado Leza, acusado de secuestro. Maldonado Leza, compadre de Humberto, se encontraba prófugo en España, en ese entonces.
Durante 4 años, desenfrenados, sacaron de la pobreza a sus cercanos. Tal fue el caso del actual secretario de Educación Pública Samuel Rodríguez Martínez.
Con todo, Humberto se encontraba en picota. Rogelio Montemayor Seguy, sabía de la estructura delincuencial que Humberto había construido con los recursos del INEA.
La riqueza patrimonial de los Moreira, empezó a ser más notoria.
Sin embargo la ruptura de Montemayor Seguy con los Moreira, no se originó por el saqueo al INEA o por las cifras falsas de personas alfabetizadas o certificadas, – los diplomas se repartían como volantes o iban a parar a los basureros municipales-, en Coahuila, – Demócrata Norte de México, número 89, 31 de agosto del 2003 -, fue por apoyar las aspiraciones de Enrique Martínez y Martínez, para gobernador.
El candidato oficial era Jesús María Ramón, dueño de la empresa “La Amistad” dedicada a levantar fraccionamientos y naves industriales.
Humberto Moreira fue echado del INEA. La crisis estalló en el grupo. Los chorros de dinero extraídos del INEA dejaron de fluir.
Era 1999.
Mientras tanto, Alma Carolina Viggiano Austria, vislumbraba todo en colores brillantes.
Disfrutaba de las mieles de su relación con el gobernador Jesús Murillo Karam, quien la había convertido en diputada local.
En tanto, en Coahuila, un azorado Rubén Moreira, se lamentaba con Humberto,- mientras pintaban la casa del hoy gobernador -, del desplome del proyecto para agandallar la gubernatura.
Sin perder liana, Alma Carolina Viggiano, se vinculó con el nuevo gobernador del estado, Manuel Ángel Núñez Soto, e inmediatamente se colgó de la diputación en la LVIII Legislatura federal (2000-2002).
La idea propagandística de una “Serrana” conquista Pachuca, comenzó a germinar en las gargantas de los agoreros. En los pasquines, en los medios electrónicos.
Manuel Ángel Núñez Soto, primero la cobijó con la diputación federal. Luego le entregaría la secretaría de Desarrollo Social (SEDESOH, 2002-2004), una dependencia que poco tenía que ver con las comisiones a las que perteneció Alma Carolina Viggiano, – Comisión especial de cafeticultura, Comisión de vivienda, Comisión de relaciones exteriores-, en la LVIII legislatura federal.
Pese a las promesas, la propaganda y el deambular por los pasillos del poder de Carolina Viggiano, las condiciones de vida de los habitantes de Tepehuacán de Guerrero y San Juan Ahuehueco, no cambiaron.
“La Serrana”, fue un fracaso como secretaria, aunque en sentido contrario, sus arcas y bienes patrimoniales empezaron a engordar como fruto de la especulación inmobiliaria y abuso de poder.
La cosecha por manejar recursos públicos, operar con poder en los litigios de sus protegidos, entre ellos su ex marido Sergio Beltrán Merino, pronto se reflejó en términos económicos, a tal punto que a San Juan Ahuehueco, “Caro, llega en helicóptero para que no la molesten”, dicen fuentes del pueblo.
Con la SEDESOH como patrimonio familiar, los caciques de los clanes Viggiano Austria, Quijano Austria, Viggiano Trejo, Austria Muñoz, Trejo Quijano, se apoderaron del poder regional, municipal, del comercio, de la carne, “de todo”.
A Carolina Viggiano, no le ha sido difícil ubicar a sus parientes directos en las distintas dependencias. Ella ha sido parte íntima del círculo de los 4 últimos gobernadores de Hidalgo.
Es el caso, de Juan Olavi Quijano Austria, entre otros, sostenido en la secretaria de Educación de Hidalgo (SEPH), pese a las denuncias que pesan sobre él, por las múltiples anomalías cometidas en contra de los profesores.
Ventas de plazas, de horas, cambios irregulares de zona, acoso sexual a maestras, son el funcionamiento normal de la oficina que dirige Olavi Quijano Austria, dijeron a Demócrata Norte de México, varios mentores.
Pero, no sólo eso.
Casada en ese entonces con Sergio Beltrán Merino, – un abogado que empleando los hilos de poder de su entonces esposa, se dedica a la especulación inmobiliaria -, pronto los nombres de ambos salieron a relucir por las ligas con operaciones de compra venta turbias en que participaron.
Así lo comprueba el expediente de la averiguación previa de la PJEH 127/SP/331/2003 que asienta una antigua querella interpuesta por Guadalupe Patricia Gutiérrez, por despojo, falsificación de documentos, fraude y delitos de una actividad profesional.
La contraparte, la encabezaba, entre otros, Juan Manuel Sepúlveda Fayad, ex alcalde de Pachuca, – pariente del diputado federal y esposo de la actriz Victoria Rufo, Omar Fayad -, notario público y procurador de Justicia de la entidad, todo al mismo tiempo.
Junto con Sepúlveda Fayad, se encontraba Sergio Beltrán Merino, quien desde el principio “usó las influencias de su esposa” Carolina Viggiano Austria, en ese entonces diputada federal, acusó Guadalupe Patricia Gutiérrez.
Tras cinco años de batallar en los juzgados, nuevamente se turnó el expediente a la juez V de lo civil, María de la Paz Ramos, quien había retenido el expediente de forma dolosa, señaló Patricia Gutiérrez.
Después, la juez María de la Paz, falló a favor de Sergio Beltrán Merino, en una resolución que pareciera que Beltrán Merino la hubiese redactado, culpó la señora Gutiérrez.
Coincidentemente, en esos días, la presidenta del Tribunal de Justicia de Hidalgo, se llamaba Alma Carolina Viggiano Austria, hoy esposa de Rubén “El Zerevro” Moreira.
Amor entre las curules
En marzo de este año, un grupo de diputados federales narraron a Demócrata Norte de México; “Rubén Moreira trae novia. Es una diputada de Hidalgo y está esperando para ver si la destapan a la gubernatura, quiere aguantar el romance”. Y en efecto, en febrero, con un acto desesperado de auto destape, Carolina Viggiano, había declarado en entrevista que ella si le ganaba a Xóchitl Gálvez.
El 7 de abril, el CEN del PRI nominó a Francisco Olvera Ruiz, como candidato a la gubernatura de Hidalgo. Para el 17 de abril, en el bautizo de su sobrina, Vanessa Lucía Moreira, hija del gobernador Humberto Moreira, Rubén presentó a Carolina Viggiano Austria, como su novia.
De planes de casarse, no dijo nada.
Para mayo, aun nada se sabía. Repentinamente se anunció que Rubén Moreira contraería nupcias con la diputada federal hidalguense, Carolina Viggiano Austria. La fecha, el 17 de julio.
Mientras los preparativos se desarrollaban para los 200 invitados selectos,- de acuerdo a los intereses y conceptos del clan Moreira-,
el diputado federal Miguel Riquelme Solís, insoportable presumió ante el grupo de mapaches electorales que trasladó a Zacatecas, “Rubén Moreira, me debe a su esposa. Yo se la conseguí. Soy secretario de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, así que los acerqué”, dijo cual celestino.
Remató, “soy de los pocos que asistirán a la boda”.
El día del casamiento, “La Serrana” y “El Zerevro”, tiraron las máscaras de pueblo, como ya lo han hecho antes.
En la fiesta se olvidaron de la propaganda de ser serranos e hijos del pueblo.
Se sirvió un menú de 5 tiempos, que incluyó una cabrería a las finas hierbas.
Hubo whiskys, coñac, vino tinto de la Rioja, vinos blancos, tequilas.
No hubo platillos serranos de Hidalgo; zacahuil, platillo huasteco con enchiladas.
Tampoco se sirvieron; fritada, cabrito, tortillas de harina, licor de pera, dulces de Salazar.
Entre los 200 asistentes, no llegaron ciudadanos de algún sector popular, a excepción de la servidumbre.
Sólo 200 arribistas y ambiciosos de la política estuvieron presentes en el bodorrio, esperando ligarse para participar del agandalle económico de Coahuila y México.
La nueva casta política coahuilense
Alma Carolina Viggiano Austria, ha sido formada entre caciques (Ca). Rubén Moreira entre porros (Po). Tal vez esto sea el preludio de la nueva casta política coahuilense, la de los CaPos.