Humberto Roque Villanueva, espantajo sexenal.
En conferencia magistral acerca de la Revolución mexicana, el patán de la roqueseñal promocionó a Enrique Peña Nieto, Humberto y Rubén Moreira Valdés
Juan Monrreal López
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Octubre 12 del 2010
Torreón, Coahuila.- Con un atril montado por acarreados de la escuela Preparatoria Venustiano Carranza, priistas marginados, funcionarios del gobierno municipal, y un sketch de esperpentos priistas en el que un Francisco I. Madero, pelele, declara al PRI como único partido capaz de recobrar los objetivos originales del movimiento social estallado en 1910; Humberto Roque Villanueva, se presentó el sábado 9 de septiembre en el Hotel Marriott, para dictar lo que él llamó una conferencia magistral acerca de la Revolución mexicana.
Humberto Roque, fue apoltronado en un amplio sillón verde, como santón, mientras a sus espaldas, fotografías de Madero, Villa, Carranza, Zapata y un montón figurines en fachas dizque revolucionarias, aplauden a “este destacado coahuilense”, que nada ha aportado al estado.
Enfundado en sus eternos trajes azul marino, combinados con corbata roja, Roque Villanueva, apoltronado, ve como su poder de convocatoria se ha vuelto ralo. Como la roqueseñal, en su momento símbolo de poder, de aplastamiento a la oposición, de presencia manifiesta del poder presidencial en la Cámara de diputados, se ha convertido en anécdota, en leyenda deleznable, en lo obsceno, que es, el abuso de poder.
Como se recordará, el 17 de marzo de 1995, Humberto Roque, celebró el aumento del IVA del 10 al 15 por ciento, con un gesto que la gente en México interpretamos como, “se las dejé caer” o “se las metí”.
En 1999, el ex peveciano, se anotó como pre candidato presidencial del PRI, pero no tenía nada que hacer frente a Labastida Ochoa.
En ese año, también vino a Coahuila a presionar la sucesión de Rogelio Montemayor. El mayor número de adeptos que reunió, fue un grupo de abogados, en un salón allá por la Alameda Zaragoza. Después se fue, a gozar de la senaduría que había negociado con Labastida Ochoa. Coahuila, se le olvidó.
Ahora, con el pretexto de difundir su libro, – por cierto, en eventos pagados con recursos públicos de administraciones priistas-, “La Herencia de la Revolución”, el antes poderoso Roque Villanueva, está convertido en vocinglero de la campaña de Enrique Peña Nieto, en arlequín bullanguero de un figurín televisivo.
Allí, sobre el estrado, el hijo de Raúl Madero; el priista Francisco J. Madero, ex gobernador sustituto de Coahuila; sobrino de Francisco I. Madero; entrega al ex presidente del PRI, una placa donde se reconocen las aportaciones de Roque al PRI.
Junto a él, el presidente municipal de Torreón, Eduardo Olmos Castro, dice en trozos silábicos que:
“Yo solamente, quiero agradecerle a este coahuilense, distinguido, dirigente, de nuestro partido, a nivel nacional, yyyyy priista solidario, con, con Torreón, su, su presencia, que nos venga a compartir de ese acervo, de, conocimientos, que nunca se ha olvidado de su municipio, y que en estos tiempos, tan importantes, tan definitivos para, para la Nación, tiempos en los que el país, requiere del PRI, requiere de aquellos, que dirigieron al PRI, y que según las voces del país, requieren, la presencia, de otro coahuilense, en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, requieren, la presencia, de otro coahuilense, en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que esté, usted, aquí con nosotros, que usted, nos haya acompañado, y decirle, y reconocerle, a Salvador Hernández Vélez, a don Pancho Madero, a, Claudia, que estuvo muy atenta de este, de este, evento, reconocerle su presencia y su solidaridad con el municipio (Sic)”
Salvador Hernández Vélez, sonríe a la nada. Despeinado, vestido con un saco café lleno de pelusa blanca, zapatos mal lustrados, sólo aplaude.
Los años de servicio al PRI, acompañados de riqueza patrimonial, no le han dado categoría ni exquisitez en el vestir a Hernández Vélez; quien aspira enfermizamente a sustituir a Olmos Castro, en la presidencia municipal.
Atrás, en el chanceo total, Miguel Valenzuela,- quien a mediados de los 70 propugnaba la lucha armada para tumbar al PRI del poder-, vestido de bufón para imitar a Francisco I. Madero, ya redimido por el PRI, le dice a Pancho Madero, “sobrino”.
Luego ante las grabadoras, Humberto Roque Villanueva, desvela el verdadero objetivo del evento:
“Quién puede negar que en el PRI, el hombre mejor posicionado para la presidencia es Enrique Peña, quién puede negar que un magnífico candidato para la presidencia nacional del PRI, es Humberto Moreira, en cambo señálenme un sólo panista que valga la pena en este momento para considerarlo en un cargo político de la trascendencia de la presidencia de la República, no los ha dejado crecer Felipe Calderón. Entonces, este tema de las alianzas habrá que revisarlo, por si el presidente llegara al extremo de apoyar a un hombre de izquierda light como, Marcelo Ebrard, con tal de que el PRI no llegue a la presidencia de la República. Entonces, eso es lo que hay que cuidar”.
Remata:
“(También) sin duda alguna, Rubén Moreira, es el priista mejor posicionado para ser el candidato a la gubernatura”.
Eduardo Olmos, en cachos de palabras, termina:
“Yo creo, yo creo que, yo creo que, es uuunaaa figura sumamente importante, en nuestro partido, es una, es una, una fi…figura en nuestro partido, Rubén Moreira, su…sumamente importante, en nuestro partido, esteee, Ruu…Rubén Moreira, como presidente de nuestro partido, como diputado federal, no sé más allá, si él ya haya definido su participación, o si él ya haya definido su postura, en torno, en torno, al año que entra, yo, yo creo que eso, tendrían que preguntárselo a él, ¿no? Pero, pero, de que es una de las figuras, fundamentales, este, en nuestro estado, pues evidentemente como presidente del partido, obviamente que lo es. Y en el caso del gobernador Moreira, pues bueno, yo hice ahorita una reflexión, en torno a las voces del país, no sólo de Coahuila, que las hay en Coahuila, sino del país, que lo ven, cooon gran viabilidad, y como una gran propuesta para ser el presidente del partido a nivel nacional, claro yo soy una de las voces. Yo veo que el PRI necesita, si es que él decide hacerlo, el PRI necesita un perfil de ese tipo”.
Así entre abrazos, entre los paseos de jolgorio de los priistas relegados para ser vistos, terminó el evento de promoción de Enrique Peña Nieto, Humberto Moreira Valdés, Rubén Moreira, difundidos en una supuesta conferencia magistral del señor de la roqueseñal, que sin duda, busca una senaduría, o de perdido, una diputación plurinominal.
La pregunta es ¿Cuánto pagó el Ayuntamiento de Torreón, por este evento proselitista?