Archivo 2007

Farsa para imponer nuevo presidente priísta

Ismael Hernández Deras aplicó el dedeo a Rigoberto Flores Ochoa

Juan Monrreal López
Noviembre 21 de 2007

Gómez Palacio, Durango.- Aun no se emitía la convocatoria para renovar la dirigencia municipal priísta, pero los tricolores ya tenían candidato electo; el ex diputado local Rigoberto “Rigo” Flores Ochoa, recibió el dedeo público del comité directivo estatal, a pesar del berrinche de los cabecillas de los sectores del PRI.

Rigoberto Flores Ochoa, se formó al serviciodel grupo Carlos Herrera, quien lo llevó a la legislatura local. La diputación fue la recompensa por la feroz batalla que entabló en contra de la pre candidatura del hoy gobernador Ismael Hernández Deras, en el proceso electivo interno del PRI, a finales del año 2003.

Desde que se supo del dedazo, Flores Ochoa, recibió el rechazo soterrado de los dirigentes sectoriales, mismos que después se auto sometieron por la eufemística “disciplina institucional”. Hermilo de Jesús Peralta (CTM), Juan Moreno Espinoza (CNOP) e Hipólito Pasillas (CNC), patalearon el día 15 de noviembre por la tarde, una vez que se enteraron que la convocatoria para relevar a la dirigencia municipal se emitiría el viernes 16, con un periodo de registro de sólo 4 horas, es decir, de las 12 de mediodía a las 4 de la tarde.

Empujado por el delegado nacional del PRI en el estado, Jorge Meade Ocaranza, al igual que por el presidente estatal de este partido, Ricardo López Pescador; Rigo Flores, relevó de lcargo al líder de taxistas Víctor Sánchez Pulido, quien fungía como presidente interino, a partir de que el hoy alcalde Ricardo Rebollo Mendoza, renunció a ese espacio público.

Sin guardar las formas, los afines a Rigo Flores, pusieron al corriente a sus pocos seguidores por la vía de los telefonazos. De hecho, desde el jueves 15, la diputada Marina Vitela Rodríguez, celebró festivamente la imposición junto con la primera regidora Anabel Fernández Martínez. Ubicadas en un hotel de la ciudad, hicieron las llamadas anunciando que Flores Ochoa era el nuevo presidente del PRI, sin siquiera conocer la convocatoria.

En ese trance, un grupo importante de cenopistas iniciaron un pequeño motín a favor del ex diputado local Ismael Sánchez Galindo, pensando que podrían registrarlo; convencidos de conseguir la presidencia priísta, ajustados a una norma democrática.

Entonces, las órdenes provenientes de la capital del estado comenzaron a chocar con los intereses locales de algunos liderazgos que alborotados fantaseaban con poder inscribir a Sánchez Galindo, aprovechando el edicto de registros.

Las llamadas telefónicas se sucedieron entre uno y otro bando, pero la decisión ya estaba tomada; Rigoberto Flores, sería el nuevo dirigente priísta a contracorriente de quien fuera.

Sin embargo, tanto Jorge Meade como López Pescador, se dieron a la tarea de localizar a Ismael Sánchez, con el objetivo de evitar su registro; con el afán de disciplinarlo. Se sabe que Sánchez fue citado deliberadamente a Durango, para aislarlo de la ciudad, sin embargo, la treta no funcionó. López Pescador y Meade Ocaranza, acordaron reunirse con el ex diputado para solicitarle a nombre del gobernador Ismael Hernández Deras, no registrarse.

Mientras tanto, en los seccionales de la CNOP corrió el rumor de la matrícula de Sánchez Galindo, lo que inquietó de sobremanera a Rigoberto Flores. Peor aun. Cuando se enteró que grupos de distintas colonias, ejidos, maestros y cetemistas, preparaban reunirse en la CNOP local, el viernes 16 por la mañana, con el plan de anotar a Sánchez Galindo, hacia la disputa del PRI, Rigo Flores, suplicó el rápido auxilio de Pescado y Meade, para detener la ola a favor del ex diputado.

Las preocupaciones de los jerarcas priístas al igual que la de su entenado político, Flores Ochoa, eran reales. Tanto Hermilo de Jesús Peralta, dirigente de la CTM, como Juan Moreno Espinoza, habían dado su apoyo a Sánchez Galindo. Incluso Hipólito Pasillas, en un acto de total sumisión dijo que apoyaba al ex diputado, pero, que no podía desobedecer al gobernador. Con todo, los focos rojos al interior de los jerarquías priístas, se encendieron.

El dedeo a Rigoberto Flores Ochoa

El viernes 16, desde media mañana, Jorge Meade y Ricardo Pescador se reunieron con Ismael Sánchez Galindo, para detener sus aspiraciones. Con la sobada, “esta comisión no se la está dando el gobernador”, establecieron una discusión bizantina de horas.

Mintras tanto, Flores Ochoa esperaba impaciente para apuntarse. No contaba con las cartas de respaldo de la CTM y CNOP, por lo que era imposible legalmente su inscripción. Hasta entrada la tarde, los dirigentes de esas organizaciones concedieron su aserción para que Flores Ochoa, se matriculara como candidato único. Sánchez Galindo había cedido después de consultar a este par de líderes sectoriales.

La desangelada toma de protesta de Rigoberto Flores fue trámite. El sábado 17, en un Teatro Alvarado con 340 priístas acarreados como representantes, fue electo presidente, justamente, en menos de 24 horas, desde que se emitió la convocatoria.

Así, de manera pública Rigoberto Flores Ochoa, abandonó al grupo Carlos Herrera, para convertirse en el nuevo presidente del PRI, apoyado por otras pandillas políticas, pero además, sin el sostén de los militantes.

De hecho, líderes del propio PRI concluyeron que, “el nombramiento de Flores Ocho, es una derrota para el propio partido, pues no cuenta con el respaldo de ninguno de sus sectores”.

Siendo así, Rigoberto Flores Ochoa, se encuentra convertido en el solitario del PRI. En la carta de presentación de los procesos que se llevan a cabo hacia el relevo de los comités municipales priístas, de acuerdo con la visión y estrategia del gobernador Ismael Hernández Deras.

Allá ellos.

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