Durango

Fernando Reverte Granados, presidente de porquería de Mapimí, Durango

Saqueados por alcaldes del PRI, PAN, la población creyó en un cambio votando por MORENA; resultó bazofia

Juan Monrreal López

Mayo 5 de 2024

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Mapimí, Durango. – Saqueado impunemente por presidentes municipales del PRI y del PAN, este municipio, no refleja en la infraestructura que posee, como tampoco en el nivel de desarrollo humano, los miles de millones de pesos que se han destinado a las Cuentas Públicas de este ayuntamiento en los años que ha transcurrido de este siglo; por el contrario; año tras año, la municipalidad está convertida en una de las ciudades que más población expulsa fuera de la región por carecer de oportunidades laborales, recibir salarios paupérrimos de los patrones, falta de escuelas, universidades, servicios de   agua, drenaje, prestación eficiente de movilidad, entre muchas otras carencias, además de mantener una historia de ser gobernada por autoridades saqueadoras,-sean mujeres u hombres-, militantes del PRI, PAN, como ya se dijo, y, ahora, por Fernando Reverte Granados, miembro del partido MORENA-Durango, quien al igual que los alcaldes que lo precedieron, está convertido en un auténtico cáncer social, no sólo por el depredación de los recursos públicos, también por encabezar un grupo de funcionarios incompetentes, corruptos,- muchos de ellos con presuntos nexos con la delincuencia organizada, como lo señalan distintos ciudadanos solicitando anonimato-, quienes tienen su mayor interés en rapiñar los bienes públicos, lejos, muy lejos, de buscar salidas que eleven los números de desarrollo humano en el municipio, para la escasa población que se aferra a la arena y piedras que dominan la orografía municipal.

Con antiguas grandezas de desarrollo económico al centro del Desierto Chihuahuense, Mapimí fue por mucho tiempo el punto de auge y prosperidad en el Camino Real de Tierra Adentro desde el año de 1598, en tal magnitud de ser conocido como “El París Chiquito” por estar al día en comparación con esa ciudad francesa en modas, restaurantes, pitanzas, avances técnicos, desarrollo urbano; pero todo eso, por desgracia, se perdió.

Ahora, la realidad mapimense se circunscribe, como ya se dijo líneas arriba, a la herencia que dejan los saqueos del dinero público, a las obras públicas no ejecutadas- aunque se cobren-, mal hechas, pagadas con sobre precio, características que guarda la administración del morenista Fernando Reverte Granados, originario de Ceballos, una de las villas que conforman este extenso municipio.

Hastiados de la malversación del dinero público, en las elecciones del año 2022, convocadas para cambiar alcaldes, Reverte Granados, vio la gran posibilidad de convertirse en presidente municipal toda vez que los ciudadanos mapimenses estaban llenos de descontento en contra de las priistas, Martha Castro González (2013-2016), Norma Judith Marmolejo de la Cruz (2016-2019) y Marisol Peña Rodríguez (2019-2022), las 3 alcaldesas inmediatas anteriores, quienes no dejaron un cinco en las arcas municipales,- con el clásico, “todo lo que entró, salió”-, además de no construir alguna infraestructura que empujara el municipio hacia mejores niveles de desarrollo, junto con los ya conocidos, desvíos de recursos, junto con su apropiación.

Tanto era la molestia ciudadana que le endosaron el voto a Fernando Reverte, otro que como muchos se subieron al tren de la llamada 4T con todo el historial de servidumbre hacia los alcaldes que habían gobernado atracando los bienes públicos. Ahora le tocaba a él, – llegado desde el mero Ceballos-, hacerse de riquezas prontas. En un instante, el edil se auto asignó 169 mil pesos mensuales de salario – según confiaron fuentes de la presidencia municipal -, en este ayuntamiento en crisis, como todos los 39 ayuntamientos de Durango, que tienen por desgracia al frente del gobierno del estado, a Esteban Villegas Villarreal, un priista que ya dejó quebrada la ciudad de Durango, cuando fue presidente y ahora extiende cheques de impunidad,- a ex alcaldes que desviaron miles de millones de pesos y los actuales que mantienen esa ruta-, a la banda panista que dirigió desde la gubernatura, José Aispuro Torres, quien como despedida, adquirió deudas ilegales por al menos 25 mil millones de pesos,- sin obra pública que los respalde-, al mismo tiempo de emplear los bienes de los duranguenses para que Villegas Villarreal, trepara a la silla de gobernador.

He aquí el círculo infeccioso del deterioro económico del estado.

Fernando Reverte, pactos hediondos desde la campaña hacia la presidencia

Reverte Granados, es agricultor melonero en la villa de Ceballos. Desde siempre se mantuvo al servicio de quienes gobernaron el municipio, tolerando las ilegalidades de las administraciones que lo precedieron, pero también, los delitos de los poderes fácticos dominantes en el ayuntamiento. Su lema era, “no querer tener problemas, con nadie”, hasta que descubrió cómo los ex alcaldes de Mapimí, salían con enormes riquezas patrimoniales en tan sólo 3 años.

Así que decidió “apostarle a la política”.

Rápidamente, en el año 2022, buscó a uno de los grupos “dueños” de Morena-Durango, en manos de los ex priistas con antecedentes de saqueos, hasta del cemento donado por la Fundación Mariana Trinitaria-, Otniel García Navarro, – a quien se le investiga por riqueza inexplicable- y Alma Marina Vitela Rodríguez, en esos momentos, candidata a gobernadora, alcaldesa con licencia de Gómez Palacio, -al que dejó en números rojos-, siempre ávida de dinero y con enormes riquezas inexplicables; hoy parte de la lista de diputados plurinominales de Morena.

Cuentan ciudadanos del municipio cercanos en ese momento a Reverte Granados,- siempre solicitando anonimato por temor a ser agredidos-, que éste compró la candidatura en cientos de miles de pesos al par de mafiosos del partido Morena-Durango, Otniel García Navarro-Marina Vitela Rodríguez.

A Marina Vitela le urgían recursos. “La campaña a gobernadora, cara de por sí, volvían ingente recolectar dinero y utilitarios, para enfrentar al aparato del gobierno panista, pero también a los pactos de Esteban Villegas Villarreal, con algunos grupos fuera de la ley”, revela un miembro dirigente de Morena-Durango, con la solicitud de no revelar su nombre.

En este contexto, Fernando Reverte Granados, tuvo que “juntar para pagar la compra de la candidatura, pero también para su propia campaña”.

Así que se dio a la tarea de “pactar con presuntos miembros de la delincuencia organizada, quienes aportaron grandes sumas de dinero, pero también exigieron posiciones de poder en el ayuntamiento, comenzando por un buen número de regidores, la jefatura de policía, contratos de obra, etcétera”, narran militantes de Morena a Demócrata Norte de México.

Para Fernando Reverte Granados, la disyuntiva era ganar o ganar, “la inversión, era muy alta, no podía darse el lujo de perder”.

Con una candidata débil de la coalición “Va por México”, como Martha Castro González, ex alcaldesa priista que ocupó la alcaldía del año 2013-2016, con grandes antecedentes de corrupción durante su gobierno, junto con el desdén con que trataba a los ciudadanos, encima de residir en Torreón, Coahuila y “despachar” desde el restaurante Martin´s de Gómez Palacio, Durango, así como otras tascas del área urbana de La Laguna de Durango, “donde pactaba con grupos de poder ilegales y no”, mientras las oficinas gubernamentales, sólo recibían visitas ocasionales de esta ex alcaldesa que registró cantidades millonarias desviadas del presupuesto público, según consta en la Cámara de diputados de Durango y la Entidad Auditora del estado (EASE), obviamente sin castigo alguno.

Así que Fernando Reverte Granados, no la tenía difícil en ofertarse como un “político nuevo”, con soluciones a la mano, por la alianza “ Juntos Hacemos Historia”, con las promesas de llevar hasta la justicia a las presidentes saqueadoras y realizar obras públicas urgentes.

Aún, así, Reverte Granados, “pactó con poderes fácticos ilegales que dominan en la zona y también en el municipio, para asegurar la elección”.

Con todo eso, Fernando Reverte, apenas pudo ganar por una diferencia de 756 votos.

La pequeña diferencia en sufragios, más los pactos con los poderes fácticos ilegales y no, sumados a las negociaciones con el nuevo gobernador electo, el priista Esteban Villegas Villarreal, pronto hicieron que Reverte Granados, traicionara las promesas de campaña, tragándose sus palabras de llevar ante las leyes a quienes saquearon los bienes públicos, y de esta manera, dejar sin posibilidad de castigo a los funcionarios de las administraciones anteriores, particularmente la de Marisol Peña Rodríguez (2019-2022), de quien públicamente se sabe que tenía faltantes por al menos de 180 millones de pesos.

De esta manera, Fernando Reverte Granados, sus promesas y su 4T, fueron derrotado antes de tomar posesión como alcalde.

Los pactos obscenos que hizo, prevalecen, al grado de convertirse en uno de los practicantes de lo que criticó; conceder puestos a la delincuencia organizada, entregar cuotas de poder, meterse a la construcción de obras públicas con prestanombres, y ejecutar obras públicas con sobre precio, mal construidas, eso,  por decir lo menos.

Fernando Reverte, entregó cuotas de poder sórdidas

La constante de la delincuencia organizada hacia las “autoridades legales” que apoyaron, es exigir posiciones, como cualquier partido o fuerza política.

También, es de la opinión pública, que los delincuentes reclaman siempre para uno de los suyos, la Dirección de Seguridad Pública (DSPM), “tal como sucedió aquí, que repitieron a Gustavo Medrano Vázquez en la DSPM”, dicen a Demócrata Norte de México, trabajadores municipales a este medio.

De acuerdo a vox populi, el director de policía de este municipio, es una de las imposiciones que tuvo que pagar “a la maña”, Fernando Reverte Granados, “para llevársela tranquilo”.

Así que, con la manga ancha “del dejar hacer, dejar pasar”, que el alcalde Reverte Granados, concedió a Gustavo Medrano, éste se ha erigido en un poder por encima del presidente municipal.

Medrano Vázquez, no sólo se cree impune, el “ordena arrestos y a la vez juzga y sentencia a los detenidos”, lejos de que lo haga un juez cívico o de cualquier tipo.

En ese contexto, los hijos de este jenízaro, hacen de las suyas en el municipio, sin que reciban castigo alguno.

Se ha llegado al punto que “sólo por diversión de estos mozalbetes, se ha detenido a personas totalmente inocentes”, llevándolos a prisión hasta que el jefe de la DSPM, “decida liberarlos”.

Mientras esto pasa, los bares del municipio, incluso los de la cabecera municipal, sirven bebidas embriagantes a menores de edad, portando incluso el uniforme escolar, sin que los dueños de los bares reciban molestia alguna.

Además, Gustavo Medrano Vázquez, se autoasigna permisos de funcionamiento, – sin cumplir los requisitos-, como las instalaciones de Gotcha, que tiene ubicado casi enfrente de la entrada al Puente de Ojuela, otra tragedia de este municipio, desde que fue despojada a “Mapimí y Ojuela Turísticos SPR de RL”, una empresa que generaba empleos, tenía estudiantes becados, y no costaba un cinco al erario, pero por capricho del gobernador priista, Esteban Villegas Villarreal, se las arrebató ilegalmente a ésta SPR para entregárselo a la Dirección de Ferias, Espectáculos y Paseos Turísticos de Durango, dirigido por el malísimo cantante arrabalero e íntimo del gobernador, Lauro Arce Gallegos, quien ubicó a Jorge Yépez Ávila, quien cada mes recibe miles de pesos del gobierno del estado por el saqueo que realiza a las entradas económicas de ese sitio histórico, convertido hoy en un lupanar, como consta en paquetes de fotografías mostradas a este medio, donde se ve a Yépez Ávila, en actitudes jacarandosas y de faje, con jóvenes mujeres.

Pero eso no es todo.

Gustavo Medrano Vázquez, está convertido en un acompañante de los rondines de quienes controlan las ventas en las llamadas “ventanitas”, sitio donde se expenden bebidas alcohólicas, – según los vecinos, también se venden estupefacientes-, a todas horas, incluso a menores.

El papel de este guardia del orden es vigilar que los sitios legales donde se vende alcohol estén cerrados estrictamente a las 11 de la noche, para así, las “ventanitas” tengan el campo libre, en pocas palabras que no tengan competencia.

Por ello, se ve a Medrano Vázquez, montado en tremendas camionetotas de los que controlan “las ventanitas”, más que en los vehículos policiales.

A este tipo de sujetos, se debe el alcalde morenista, Fernando Reverte Granados, no a los ciudadanos de Mapimí.

Fernando Reverte Granados, riqueza que apesta

A Reverte Granados, no le llevó mucho tiempo construir la “nueva mafia” que gobierna Mapimí, ya estaba allí.

En su toma de posesión, aun se encontraba envalentonado con castigar a los saqueadores del municipio. Nunca lo ha hecho, ni lo hará. Los compromisos de hoy son más fuertes, junto con la corrupción galopante que ahora desarrolla “para enriquecerse en tres años, tal como lo hicieron las alcaldesas y presidentes, anteriores”.

En una visita a la Villa de Ceballos, – la tercera localidad con mayor número de habitantes, apenas 1186-, sitio donde vive Reverte Granados, los ciudadanos dijeron a este medio, que “extrañamente se estaban perforando pozos de agua como nunca, pero al parecer son del presidente” quien también habría adquirido algunos ranchos, en tan sólo 20 meses de permanecer en la presidencia.

Luego trasladaron a Demócrata Norte de México, a uno de los ranchos presuntamente propiedad del alcalde morenista Fernando Reverte, del que se tomó un paquete de fotos que guardan la nueva bonanza del alcalde.

Para Reverte Granados, los 169 mil pesos mensuales que se auto adjudicó al mes como pago por sus servicios, es poco dinero. “Por eso, también le entró a la construcción”, utilizando a la constructora Renord, propiedad de Mario Melero Nava y familia, a quien no se le exigen el menor ajuste a las normas de obra como consta en casi todos los trabajos de esta empresa; por ejemplo; el haber construido canchas de basquetbol cuyos tableros tienen una altura por encima de 4 metros y rebotes de tela gallinera; límites de pista de correr que no tienen curvas, son cuadradas en las vueltas, etcétera.

Mario Melero Nava, fue VIII Regidor en la administración pasada que presidió Marisol Peña, a la que nunca denunció por las malversaciones y desvío de recursos públicos.

Incluso, fue revelado por el entonces Delegado Político estatal de Morena,- actual regidor de triste papel, en la administración de Leticia Herrera Ale, en Gómez Palacio-, Armando Navarro Gutiérrez, de haber comprado la regiduría en 200 mil pesos a Zuriel Rosas, entonces secretario del ayuntamiento morenista de Gómez Palacio, y hoy militante fosforescente del Movimiento Ciudadano.

Melero Nava, es delegado político de Morena en Mapimí, pero también es el constructor de cabecera de Fernando Reverte Granados, “quien a toda costa, quiere volverse súper millonario, aunque sus bienes apesten a dinero público”, dicen habitantes de Ceballos a este medio.

Fernando Reverte, el nuevo rico “que apesta”

Reverte Granados, resultó igual o peor que los priistas y panistas que han gobernado el municipio. Ahora se apresta a dejar como sucesor a Mario Melero Nava, quien ha construido su propia mafia en la que destaca la primera regidora, Jaqueline Magallanes; quien para no estar dioquis frente a los recursos públicos que manejan como propios, incrustó a su papá Gerardo Magallanes, como Director de Minas con un sueldo de más de 30 mil pesos mensuales. Tal es el poder de esta regidora, – quien firma los estados de la Cuenta Pública-, que “hasta su mamá mantiene en la nómina, quien percibe al menos 16 mil pesos por mes, pero nadie sabe qué hace”.

Estas son sólo unas hebras del carrete de la cochinada de administración que preside Fernando Reverte Granados, – quien nunca soñó ganar tanto dinero en tan poco tiempo-, el de las dobles nóminas, el destructor de patrimonio histórico clasificado por el INAH, el que con ideas deschavetadas intentó envenenar a la población con agua de la mina de Ojuela; el que se dedica a “dejar hacer, dejar pasar”, mientras el siga en la ruta del saqueo, protegido por los mafiosos que dominan Morena, haga pactos con ilegales con el gobernador priista, Esteban Villegas Villarreal, y siga cubierto por los grupos de la maña.

Por lo pronto, la porquería de este presidente municipal que pertenece a Morena, apesta, es visible, es demostrable, mientras sigue enriqueciéndose a manos llenas.

Una cosa es clara; los únicos mágicos en Mapimí, Durango, son sus trabajadores, que soportan este bandidaje, un día sí y otro también.

jmonrreall@yahoo.com

X: @jmonrreall

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