Sin comprometerse a nada, sólo cacareó que “regresaremos su brillo a esta ciudad”
Juan Monrreal López
Abril 22 de 2022
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Gómez Palacio, Durango. – Con la denuncia en su contra y su tesorero, Óscar García Villarreal, en la Fiscalía Especializada de Anticorrupción de Durango (FECED), por la probable malversación de 527 millones de pesos cometida contra la Cuenta Pública que ejerció en el período 2016-2019, cuando fungió como alcaldesa, Juana Leticia Herrera Ale, abrió de nueva cuenta la campaña para contender por la presidencia municipal de este ayuntamiento a los 01 minutos de este 13 de abril, representando a la coalición de partidos formada por PAN-PRI-PRD, denominada “Va por Durango”, sin importar que las autoridades del municipio que pretende gobernar, interpusieran la querella en su contra junto con la Entidad Auditora Superior del Estado de Durango (EASED).
Con la acusación de la municipalidad en su contra caminando,- lento, muy lento, como consecuencia de la aplicación de la ley de forma discrecional producto de la alianza que mantiene el gobernador prianista José Rosas Aispuro con el clan Herrera Ale, a quienes les ha entregado posiciones de poder en el gobierno estatal y en la región de La Laguna, mismas que han usado para aumentar sus bienes de manera irregular e ilegal-, así, en la madrugada de este 13 de abril y bajo los pitos de miembros del sindicato ferrocarrilero, apareció en medio de la oscuridad la dos veces presidente, Leticia Herrera, recorriendo los 20 metros de la plancha del Restaurante Martin´s hasta montar el templete desde donde dirigió sus promesas,- regresar el brillo a Gómez Palacio-, sus arengas a los acarreados de los barrios más marginales y empobrecidos de la ciudad, al igual que los avecindados en ranchos, ejido y comunidades rurales,- a los que en 2016, les prometió, empleos, camposantos remozados, agua potable, drenaje, alumbrado público, pavimentación en cada una de las comunidades rurales, todas estas obras “con recursos propios de los Herrera”, dijo aquel año, sin cumplirles nunca-, arrancados en camiones, camionetas usando las carencias económicas en cada uno de los rincones de los hogares, enganchados con la promesa de pagarles desde 200 a 500 pesos, “por la desvelada de ese día”.
Allí arriba de la tarima, ya la esperaban los dirigentes de los partidos coaligados en “Va por Durango”, el “asaltante frustrado” Mario Ibáñez, del PAN; el oportunista, Cecilio Campos, del PRD y Raúl Meraz Ramírez, del PRI y beneficiario de la jubilación de su padre del mismo nombre y apellidos, Raúl Meraz Ramírez, quien sin tener la antigüedad requerida para pensionarse, recibe alrededor de 45 mil pesos mensuales, junto con otros priistas que Juana Leticia Herrera Ale jubiló, por “ella las puede”.
Con gesticulaciones que descubrían palabras dirigidas a los asistentes de “los quiero” llevándose las manos al pecho, Juana Herrera, bajo las notas de “La Cumbia de El Gavilán”, – pieza del grupo Chicos de Barrio, arreglada para la ocasión-, la denunciada por la malversación de 527 millones de pesos, camina inconexa por el estrado, buscando saludar a los asistentes envueltos en la oscuridad, sólo con el ruido de los silbatos de los trabajadores ferrocarrileros.
Los pitos de los ferrocarrileros siguen chocando con el viento, intentando que los pasos de la candidata del PRIANRD estén acompañados, mientras tanto, la aspirante por tercera vez a la presidencia, saluda a la oscuridad.
Sin la presencia del candidato a gobernador, Esteban Villegas Villarreal, – al qué no se le ha olvidado el fomento del voto cruzado en su contra y a favor de José Rosas Aispuro, promovido por Juana Leticia Herrera y su grupo-, designó a Nazario Ortega para que lo representara en el mitin de apertura para pelear la presidencia.
Acomodados en un triángulo casi equilátero, que acaso llegue a 700 metros cuadrados de superficie, las huestes acarreadas por Juana Leticia Herrera, están desmotivadas, sólo los gritos del maestro de ceremonias y la Cumbia del Gavilán, hacen saber que el ruido es por lo pronto la esencia del acto político de Leticia Herrera, quien también es investigada por la UIF, a grado tal, que la dueña de la empresa quesera Chilchota S.A de C.V. tuvo que buscar el amparo de la justicia federal para conocer de cierto las particularidades de la denuncia e investigación enderezada en su contra, misma que no se saben los avances desde que Santiago Nieto Castillo, fue echado de la institución, actualmente dirigida por Pablo Gómez.
Entre los asistentes, deambulan miembros del grupo que impulsó la candidatura del senador de Morena, “El Águila”, José Ramón Enríquez, quienes de plano se han sumado a la campaña de Esteban Villegas Villarreal y Juana Leticia Herrera Ale, “porque ni madres que apoyaremos a Marina Vitela ni a Betzabé Martínez Arango”, candidatas a la gubernatura y presidencia municipal respectivamente, por la coalición “Juntos Hacemos Historia”, que aglutina a Morena, PT, PVEM y RSP.
En tanto han pasado 22 minutos de gritos, Cumbia del Gavilán, antes que la candidata Juana Leticia Herrera, tome el micrófono, para presentar lo que ella llama personalidades (¿?) y balbucear, carcajadas, gritos y decir que quiere que “Gómez Palacio, vuelva a brillar”.
Luego, como una concesión a los gómezpalatinos y un sacrificio de su sobrino, El Güino Herrera Reza, Leticia Herrera, hace saber que el hijo de su hermano, Ernesto Herrera Ale, “dejará sus negocios” para coordinar la campaña por la presidencia.
La política como una empresa familiar.
Ya antes, en el proceso electoral para elegir diputados locales, el hermanastro de Leticia Herrera, Manuel Ramos Carrillo, anunció que Ernesto Herrera Ale, era el coordinador de su campaña rumbo a la legislatura de Durango.
Los resultados ya se conocen; Manuel Ramos Carrillo, perdió la diputación local, con todo y las maniobras truculentas que realizó con tal de conseguir la curul.
Como si las personas acarreadas supieran quien es El Güino, el maestro de ceremonias grita, Güino, Güino, sin encontrar gran eco en los desvelados anclados en la plancha del restaurante Martin´s.
Por fortuna, Leticia Herrera, no es buena lectora, menos oradora. Así que, sólo dura, 7 minutos entre gritos, ensalzamientos a su padre y críticas hacia la presente administración de que efectivamente transformaron a Gómez Palacio, convirtiéndolo en una ciudad destruida; un municipio que ella dejó derruido, con falta de servicios, pavimentos, y por si fuera poco, una malversación por 527 millones de pesos, según se asienta en la denuncia depositada en la FECED, una vez que la EASED detectó estas irregularidades administrativas en las Cuentas Públicas de la administración de Leticia Herrera.
Así que pronto llega al final de su intervención frente al micrófono y después de 7 minutos frente a éste cierra, “ Hoy vuelvo a empeñar mi palabra y me comprometo por el legado de mi padre y la honra de mi madre que le regresaremos su brillo a esta ciudad”, e inmediatamente se voltea hacia el Cerro de las Calabazas, buscando lo que considera un acto efectista, el encendido,- violando la ley-, de lo que considera un símbolo de identidad del municipio; una estrella de 5 picos, impuesta por su padre Carlos Herrera Araluce, al igual que el ahistórico pedazo de acueducto montado en el Bulevar Rebollo Acosta, un monumento adefesio sin fundamento en la historia municipal.
Las campañas ya empezaron. Leticia Herrera Ale, tiene la denuncia por malversación de 527 millones de pesos, aun así, quiere gobernar nuevamente el municipio para seguir saqueándolo con la banda de delincuentes sin sentencia que la acompañan.
Cómo siempre; la hacemos responsable a ella y su clan Herrera Ale (Ernesto y Carlos Manuel y demás parientes incluido, su jefe de campaña, Güino Herrera Reza) y demás testaferros, – como el Secretario de Gobierno de Durango, Jorge Clemente Mojica Vargas, quien buscó a este periodista, para cuando menos tablearlo- de los daños físicos que pueda sufrir mi familia, este reportero y los colaboradores de Demócrata Norte de México.
Twitter: @jmonrreall