Nuevo León

Para tener Reconciliación como plantea López Obrador, hay que tener Verdad y Justicia…

La muerte de Eugenio Garza Sada y muchos otros casos de hechos sanguinarios del gobierno, la oligarquía y el Imperialismo Yankee, sobre el pueblo de México, deben aclararse…

RAÚL A. RUBIO CANO

Septiembre 23 de 2019

El comentario de Pedro Salmerón Sanginés, entonces director del Instituto Nacional de Estudios Histórico de las Revoluciones de México (INEHRM), al considerar que el comando de la Liga Comunista 23 de Septiembre que ultimó al empresario Eugenio Garza Sada, eran “valientes jóvenes”, conlleva a que por más que AMLO ha insistido en la reconciliación de lo sucedido en muy diversos planos antes de su llegada al poder político de México, definitivamente, ello no puede ser posible, si no se procura y se llega a la Verdad y a la Justicia de hechos sucedidos hace décadas en este país y en donde –para el caso de los jóvenes de los años 70 y 60 del siglo pasado-, éstos fueron definitivamente valientes, muy valientes, al enfrentarse al poder establecido de gobiernos exterminadores de estudiantes y pueblo en general. Como dice Bernardo Bátiz Vázquez, ex procurador de la CDMX: “Quien lucha por sus convicciones y arriesga su vida en ello, es un valiente. Estar de acuerdo con ellas o no, o aprobar o reprobar sus métodos es otra discusión.” Y esto es lo que la ignorancia empresarial o mala leche de los enemigos de AMLO no consideraron y se fueron contra Salmerón, solicitándole una disculpa pública y su renuncia, acusando a los guerrilleros de la LC23 de cobardes, por su intento de secuestro y el asesinato de un anciano como don Eugenio. Vale la pena en ello, considerar lo siguiente: Ante tal hecho es lamentable que la clase empresarial mexicana y gobiernos pasados, no hayan tomado dicho caso para ser investigado a fondo; sino por el contrario, para esta clase social, la muerte de Garza Sada fue la ruptura de la férula que el señor ejercía en el manejo del capital productivo nacional y, principalmente en sus empresas. Basta recordar que H. Kissinger y el presidente R. Nixon, habían empezado un nuevo proceso mundial de crecimiento del Capital que luego conoceríamos como Neoliberalismo y se considera el arranque de tales políticas desde USA, a partir del golpe militar al presidente Salvador Allende en Chile el 11 de septiembre de 1973, seis días antes de la muerte de don Eugenio. Las investigaciones sobre información desclasificada del Gobierno de los Estados Unidos, ponen en evidencia que varios empresarios de Monterrey cooperaron económicamente en el golpe militar chileno, así como más recientemente, de que el presidente Luis Echeverría Álvarez era agente de la CIA. Las investigaciones realizadas sobre la documentación de la Dirección Federal de Seguridad en el libro “Nadie supo nada” del periodista Jorge Fernández Menéndez. Ed. Grijalbo. México 2006, exponen públicamente por primera vez, impresionantes contradicciones en las indagatorias del asesinato de don Eugenio, empezando con que la LC23 no tenía contemplados secuestros, según declaraciones de Gustavo Hirales Morán, alto mando de esa organización guerrillera; así como, días antes de su muerte, don Eugenio andaba comprando los periódicos de la Cadena García Valseca, conjuntamente con el industrial Fernando Aranguren, que también sería ejecutado en Guadalajara por otro comando de la LC23. El libro de Fernández Menéndez, da mucha información para considerar que la LC 23 de Septiembre, fue el arma para eliminar a Garza Sada, más no quien jaló el gatillo, Por eso, doña Irma Salinas Rocha insistió que ese crimen tenía referencia al interior del entonces Grupo Industrial de Monterrey. Por lo tanto, todo habla de una realidad para ir destruyendo el Capital productivo, el Estado Benefactor y la apertura de un empresariado proclive a las políticas Neoliberales. La muerte de don Eugenio, también implica considerar la de Roberto G. Sada, esposo de doña Irma. Así que ¿De qué se queja el empresariado de ahora? cuando el gobierno de la 4T retoma la bandera del capital productivo que dejara don Eugenio y que el empresariado de entonces, poco les importó, al volverse fervientes Neoliberales, demostrando con ello, el utilizaje de la muerte de don Eugenio y hasta de don Roberto ¡Qué poca! No cabe duda, estas muertes deben de investigarse a fondo: Verdad y Justicia para que haya Reconciliación… ¡Órale! raurubio@gmail.com

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