Columnas‏

Mujeres en la ciencia

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Febrero 20 de 2019

El mérito y la excelencia científica tradicionalmente han sido privilegios masculinos, el desconocimiento, la incultura y el analfabetismo secularmente se atribuyeron a las mujeres, a pesar de que la historia está llena de ejemplos de figuras femeninas con extraordinarias capacidades intelectuales y en este espacio constantemente nos ocupamos de ellas por considerarlo un asunto de imprescindible justica y contribución al avance de la conciencia de la igualdad de género.

María Gaetana Agnesi (1718-1779), italiana, nacida en Milán; a los 5 años hablaba francés, además de su lengua natal e increíblemente a la edad de 9 años dominaba el latín, el griego,  el hebreo  y aun otras lenguas modernas, a esa edad pronunció un discurso  en latín defendiendo el derecho de las mujeres a la educación superior, por su capacidad intelectual fue calificada como una niña prodigio.

A los 20 años ya se ocupaba de cuestiones de filosofía y publicó, “La proposición filosófica”, sus publicaciones sobre filosofía se multiplicaron, pero además publicó trabajos de diversos matemáticos divulgados en varias lenguas, incluyendo el método de fluxiones de Newton y el de diferenciales de Leibniz.

Antes de los 30 años publicó: “Instituciones analíticas al uso de la juventud italiana” donde, aparte de reflejar su religiosidad, introdujo en Italia el cálculo analítico. Este libro mereció una bendición del papa Benedicto XIV, una medalla de oro y la concesión de una cátedra de matemáticas en la universidad de Bolonia. También, gracias a este libro fue reconocida por la Academia de Ciencias de París la que lo clasificó como el mejor en cálculo diferencial e integral, aunque esa Academia no le permitió a la científica entrar a la ceremonia de reconocimiento por ser mujer.

Gaetana Agnesi dedicó el libro, Instituciones Analíticas a la emperatriz Ma. Teresa de Austria, por ser mujer e ilustrada, en reconocimiento la reina le obsequió un anillo de diamantes y una carta enviada en una caja también con incrustaciones de diamantes.

Agnesi era conocida entre el gremio científico como, “la bruja o la hechicera Agnesi”  debido a una equivocación en la traducción de uno de sus libros del italiano al inglés, es un dato triste, aunque en ese tiempo la ciencia era una actividad de los hombres y el apodo reforzaba el desprecio y la discriminación contra las mujeres, a pesar de que en Italia, en ese tiempo ya se aceptaba la educación para las mujeres y ella fue la primera mujer, nominada por un Papa como maestra, esa era una distinción extraordinaria aunque al parecer nunca ejerció el cargo a pese a  que su nombre permaneció registrado en esa Universidad por muchos años. Su carrera como matemática ocupó veinte de los ochenta y un años de su vida.

Paradójicamente Gaetana en su vida diaria era una mujer muy humilde y religiosa a pesar de las riquezas que le generó su actividad, en gran medida se dedicaba a los trabajos del hogar ya que de ella dependía el cuidado de 21 hermanos, hijos que tuvo su padre con 3 esposas; el padre de la científica era un hombre rico y culto se cree que fue profesor en la Universidad de Bolonia, aunque de ello no hay certeza.

La científica italiana fue un verdadero híto de la ciencia, de ella se conservan 25 volúmenes de obras inéditas resguardadas en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, ella declaraba que, el álgebra y la geometría, son las únicas partes del pensamiento donde reina la paz.

Posdata

Me congratulo con nuestra destacadísima periodista Carmen Aristegui por la sentencia emitida a su favor por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con ella la libertad de expresión se fortalece y la justicia brilla. Gracias Carmen.

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