El cochinero empresarial en Nuevo León, aflora… Fernando Elizondo, renunció al gobierno Bronco
RAÚL A. RUBIO CANO
Abril 18 de 2017
La renuncia al gobierno Bronco de, ha generado temor y descrédito en los empresarios que veían
con buenos ojos a ese “gobierno independiente”, ya que, de una u otra manera, Elizondo era una
garantía para dar seguridad de que los intereses empresariales locales y de sus socios extranjeros,
pudieran marchar en cuanto a la obra pública y no se diga privada, por nuevos y muy alicientes
caminos para valorizar sus capitales. Hoy, esa renuncia pone en evidencia serias dudas sobre los
“sueños guajiros” de empresarios que buscaron ya no “ciudadanizar” al gobierno como alguna vez
habló Natividad González Parás y sacar adelante la obra pública; sino ahora, desde Rodrigo
Medina, sería poner el quehacer de la obra de gobierno al gusto del amo empresarial de la localidad
e intereses extranjeros o sea, lo que otros hablan del “agandallarse” la obra del Estado para dejar el
camino abierto a su favor; es decir, a su manera de ver las cosas, de hacer obra, y de salir
incrementando sus capitales y eso, puede sintetizarse en lo que se conoce como la razón de ser y
actuar del Consejo Nuevo León para la planeación estratégica, presidido por Carlos Salazar
Lomelín y que se presenta como un órgano transexenal, supuestamente apartidista, consultivo y
propositivo del Estado en materia de planeación y su evaluación y, justificado legalmente, mediante
la aprobación de Ley y Reglamento en el año de 2014. La salida de Elizondo, nos informan, llevó a
los empresarios inmiscuidos en este mega plan transexenal para Nuevo León, a entrevistarse
urgentemente con dicho representante empresarial en el gobierno Bronco, que buscó operar a gusto
del sector que lo apuntaló pero, que ni el Bronco ni el secretario de gobierno, Manuel González, lo
dejaron moverse y las cosas se pusieron muy candentes para Elizondo y sus representados
empresariales, ante el arresto del ex procurador de Nayarit, Edgar Veytia, por sus supuestos mega y
cuestionados apoyos económicos a la campaña del “independiente” Bronco y bueno, aseguran que
en reunión en la cima de la Loma Larga, en el Club Industrial, el temor era supremo y más que
temor, el peso del descrédito de una clase empresarial que siempre había estado en cierta forma
ajena a la vida turbia de los políticos pero que ahora, por su vinculación que habían logrado -hasta
con un plan entregado al Bronco a puerta cerrada de su parte- para decirle qué hacer,
inevitablemente pagarán por ello. Sin embargo, eso no es todo ya que las cosas se están poniendo
peor con la detención de Yarrington y sus vinculaciones con la constructora HIGA, porque ya se
frotaban las manos varios magnates locales para reactivar Monterrey VI, obra que vincularía de
alguna forma al también detenido ex gobernador de Veracruz, por las implicaciones de la
serpenteante cuenca del Río Pánuco en ese mega negocio para traer su agua a Nuevo León -que a
final de cuentas, el pueblo pagaría y se destruirían ecosistemas-. Hoy, esta clase empresarial local es
parte de esa planeación transexenal de un putrefacto gobierno que ya embarró a políticos y
empresarios y obviamente, todo con serias consecuencias para los implicados. Pa’l baile vamos.
raurubio@gmail.com