Profesionalización universitaria en enfermería
Gustavo Leal*
Sábado 6 de diciembre de 2014
La movilización de la Asamblea Intergremial de Enfermeras/os, Trabajadoras/es Sociales y Terapistas Rehabilitadores Físicos triunfó. Revirtió los lineamientos de la Convocatoria de profesionalización 2014, impuestos por la Secretaría de Salud (Ssa) de Mercedes Juan –escudándose en la Secretaría de Hacienda (SHCP)– el 3 de septiembre 2014.
Exigimos al gobierno federal un trato laboral auténticamente profesional. Al pueblo de México le hacemos un llamado para que no se deje sorprender. A los medios solicitamos cobertura, objetividad y claridad. Y, particularmente, a nuestros pacientes, pedimos comprensión: aseguramos que la lucha no distraerá nuestro compromiso profesional con ustedes, reza su último volante.
El 8 de enero 2014 Peña Nieto anunció un programa de profesionalización para que todas las instituciones del sector cuenten con programas y mecanismos que aseguren que quienes se dedican a esta actividad puedan concluir estudios de posgrado y tengan acceso a mejores plazas, así como un incremento en las becas a pasantes de 20 a 25 por ciento.
La convocatoria de Mercedes Juan fracturaba la médula del mecanismo federal de profesionalización y cancelaba de facto el compromiso presidencial para reconocer, académica y monetariamente, a los licenciados en enfermería, trabajadores sociales y terapistas.
Desvaloriza aún más nuestro trabajo profesional, aumentando la precarización laboral, todo lo cual genera una caída en la calidad de la atención de nuestros pacientes. Los bajos salarios nos orillan a buscar otros empleos, con contratos temporales, sin base, rotación de turnos y sin condiciones para exigir abasto de medicamentos, material, equipo y hasta uniformes. La convocatoria era una mínima oportunidad agrega el volante.
Con el antecedente de los pronunciamientos de trabajadores adscritos a los institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad (18.12.13), en sólo 26 días los profesionales movilizados forzaron a que Ssa-SHCP respetaran el programa de profesionalización original que opera desde 2006. ¿Qué ganaron?
El 2 de diciembre, SSA-SHCP anunciaron (oficio 307-A-2758) una nueva convocatoria que destaca: apertura de todos los códigos de la rama para aspirar al puesto de enfermera general titulada C (11 mil 659 pesos, tabulador de SSA, 2014, zona II); incorporación de la posibilidad de promoción al código de enfermera especialista C (12 mil 893 pesos); incorporación de la posibilidad de promoción al código de supervisora profesional en trabajo social en área médica C (11 mil 452 pesos) e inclusión del puesto de terapia profesional en rehabilitacion (11 mil 659 pesos), manteniendo, para todos los casos, la limitante de contar con base y disponer, al menos, de dos años de antigüedad. ¡Un filtro severo!
¡Triunfo redondo! Pero, ¿qué queda pendiente? ¡Absolutamente todo!, porque lo ganado apenas repone los lineamientos de una profesionalización acotada, selectiva y opaca.
El 17 de enero 2014 (PRE/SP/-14), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud publicó resultados de la convocatoria previa. Confirmaron que apenas 3 mil 591 profesionales –con título y cédula de licenciatura– se habían registrado. ¿Cómo fue posible, entonces, que sólo mil 904 licenciados fueran beneficiados? ¿Cuáles fueron los criterios de exclusión para no beneficiar a los mil 687 restantes, declarándolos no procedentes?
Del total beneficiado, un número relevante, mil 532, fue autorizado a trabajadores de los servicios estatales de Salud en todas las entidades. ¿Por qué el personal regularizado no puede registrarse a la convocatoria, a pesar de ser sindicalizado? ¿Por qué los servicios de la SS-GDF se contentan con compensaciones económicas que omiten el cambio de código (Estímulo profesionalización enfermería, concepto 2183)? ¿Por qué en el mercado privado se les clasifica como técnicos, para así pagar salarios castigados, a pesar de que disponen de licenciaturas?
Hoy como ayer, la Ssa esquiva su responsabilidad directa amparándose en la SHCP y restricciones presupuestarias. La nueva convocatoria cambia para quedar igual. El formato retocado sólo alcanzará a reconocer a ¡48 licenciados por estado!
Se cambió para seguir igual. La gran mayoría de los licenciados sólo acariciará la esperanza de que se reconozca su trayectoria académica. La nueva convocatoria merma las ambiciones profesionales de las tres ramas para superarse y, con ello, mejorar la calidad de la atención que prestan.
El 3 de diciembre –con marchas en el DF y varios estados–, la asamblea intergremial, ya reunida con autoridades de la Ssa, desconoció la nueva convocatoria retocada, así como a las dirigencias sindicales. También pactó con la Ssa instalar una mesa resolutiva para atender el asunto a partir del 10 de diciembre. ¡Triunfo redondo!
El gran pendiente consiste, ahora, en diseñar un programa auténtico de profesionalización universal para los tres gremios, dotado de garantías explícitas para todos, en consonancia con la multipublicitada reforma sanitaria de Mercedes Juan y Peña Nieto.
La última versión de esa reforma quedó reducida a la pretensión de establecer una instancia para la regulación y vigilancia de la calidad de los servicios en los establecimientos, así como de la práctica médica donde la Comisión Nacional de Arbitraje Médico asumirá facultades de autoridad.
Si de calidad se trata, es tiempo de que todas las iniciativas reformistas sectoriales de Mercedes Juan y Peña Nieto sean estructuralmente rediseñadas, desde la base, junto con los actores seminales de los equipos de salud que se ocupan directamente de los procesos de atención. Eso anuncian tanto la vasta manifestación de médicos del #YoSoy17 (22.6.14), como ahora los profesionales movilizados a través de la asamblea intergremial, entre muchos otros.
La universalidad integral constituye una honda demanda ciudadana que no puede ser reducida a degradar el derecho a la salud, mediante paquetes básicos (Seguro Popular) como los que publicita la secretaria Mercedes Juan.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco