¿Y los líderes, dónde están?

Antonio Cabello

En el pasado reciente habían surgido algunos líderes sociales, todos ellos productos de tragedias Isabel Miranda de Wallace, María Elena Morera de Galindo, Alejandro Martí, quienes en su momento les decían a las autoridades ¨si no pueden renuncien¨, y que llegaron a obligar ante ellos al propio presidente de la República a comparecer; como fue el caso de Javier Sicilia Zardaín, a quien le abrieron un espacio en el Castillo de Chapultepec, para que le contará o le informará qué es lo que se estaba haciendo, para llegar a impartir una justicia justa en cada caso, según el líder social.

Así, María Elena Morera quien junto con Isabel Miranda, denunciaban constantemente ante el gobierno las atrocidades de la delincuencia, como los secuestros, extorsiones y movimientos brutales de la delincuencia, como un subproducto para estos líderes sociales y poder tener respuesta de cada uno de los casos denunciados por ellos o ellas, de tal forma llegaron a esquilmar a la sociedad mexicana y al propio gobierno.

Bien o mal estos líderes formaban y representaban un contrapeso para el gobierno, pues lo cuestionaban, le exigían, más y más resultados sobre casos que rebasaron los límites de ser difundidos a través de los medios de comunicación; tanto locales, como nacionales…

Cada uno de estos líderes realizaron en su momento movilizaciones, que en su gran mayoría la sociedad civil apoyó directa o indirectamente, pero que al fin y al cabo la gran parte de los ciudadanos simpatizó y vio con buenos ojos.

A poco más de un año del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, poco o nada se sabe de estos líderes, no se les ve en la vida pública, en dónde están, qué han dicho, qué han hecho, qué han organizado, qué ha pasado con su o sus movimientos que encabezaron.

A caso, es que la disidencia o movimiento que lideraron en su momento, ya no fue creíble para la sociedad mexicana, para el hombre de a pie, para la mujer ama de casa, las o los Universitarios, para los activistas que se involucran en cada movimiento y lo hacen propio.

Y no es que solo existan o hayan existido estos líderes, pues cada día aparecen nuevos encabezando movimientos sociales, pero hoy me referí a estos en especial, dado que nos guste o no ya se habían ganado la simpatía de mucha gente, más por el movimiento o causa que lideraron que por su propio carisma.

Un nuevo gobierno, nuevas luchas sociales, nuevas causas por que luchar… y estos líderes desaparecen como por arte de magia, ¿no será que ya todos estos líderes están alineados, y se olvidaron del camino que nos llevaría a una verdadera democracia?

rusia70@yahoo.com.mx