Durango

Ismael Hernández, gobierno de mafias

Jefe del CERESO 2 aprehendido por el Ejército, pertenece al grupo del gobernador

*Directores policiacos detenidos con droga y armas exclusivas del Ejército

Juan Monrreal López
Marzo 18 de 2009

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Gómez Palacio, Durango.– Detenido el 8 de marzo, bajo presunta responsabilidad por la comisión del delito de evasión de presos del Centro de Rehabilitación Social número 2 (CERESO 2) de esta ciudad, el director del penal Tomás Daned Aspland Aguilera; el jefe de guardias, más 11 custodios del reclusorio, se convirtieron en botón de muestra, crecidamente público, acerca del grado de pudrición que alcanza el gobierno de Ismael Hernández Deras, ya que Aspland Aguilera, había compartido apenas el 24 de febrero pasado, el pan, la sal, alcohol, corridas de toros y peleas de gallos, con quien, en el peor desatino, lleva el encargo de gobernador de Durango.

Tomás Daned Aspland Aguilera, es miembro del llamado “Grupo de los 42”, una facción de priistas y empresarios que apoyaron la precandidatura de Hernández Deras, desde que contendió por la nominación del PRI a goberndor, contra el jefe del grupo Carlos Herrera, allá por el año 2003. Ya en la gubernatura, Ismael Hernández, recompensó a esa colusión con posiciones públicas en el gobierno del estado, cámara de diputados y los ayuntamientos duranguenses.

El hoy indiciado, en aquel tiempo era profesor de una telesecundaria. Desde la apertura de la precampaña, contó con el apoyo del hoy diputado federal, el priista Enrique Benítez Ojeda, – Benítez Ojeda fue encargado del proselitismo a favor de Ismael Hernández, en La Laguna de Durango -, quien lo incrustó en los trabajos de operación proselitista a favor de Hernández Deras, según relataron miembros del PRI aDemócrata Norte de México.

Cuentan los tricolores que Aspland Aguilera, durante la precampaña no perdió oportunidad para “hacerse ver por Ismael (Hernández)”.

“Ya en pleno proceso electivo constitucional, Tomás Aspland, contaba con la protección de Benítez (Ojeda), pero también de Ricardo López Pescador, quien luego fue diputado local en la LXIII Legislatura, secretario general de Gobierno, presidente estatal del PRI y en este momento candidato a la diputación federal por el Distrito Federal 01 del estado”, asienta un tricolor a Demócrata Norte de México.

Con esas cartas a la mano, Tomás Daned, – hoy preso por el sospechoso “secuestro” que sufrió y que fue usado como instrumento de intercambio de sus plagiarios con el objetivo de liberar a 5 reos de alta peligrosidad -, peleó la dirección del CERESO sin contar con la preparación adecuada para esa tarea.

Ismael Hernández firmó su nombramiento, sin reticencia alguna. De un plumazo literal, convirtió a un profesor de telesecundaria en jefe del CERESO 2.

CERESO 2 bazofia administrativa

Sin conocimiento alguno de administración carcelaria, con todo el poder que da la protección de amigos influyentes, encumbrados en puestos de la administración pública estatal y federal, – Ismael Hernández, Ricardo López Pescador, Jorge Torres Castillo, Enrique Benítez Ojeda -, Tomás Daned Aspland, se dedicó a exprimir el nombramiento de director penitenciario hasta lo más.

Tan deficiente era en la conducción del penal, que “se aceptaron custodios por recomendación de diputados locales, aunque no tuvieran ninguna capacitación para desempeñar la tarea de vigilantes carcelarios”, dice molesto un guardián del CERESO 2 a Demócrata Norte de México.

“La intención era quedar bien con los políticos, aunque el trabajo penal fuera deficiente”, asevera el custodio.

Aspland Aguilera, ordeñó los recursos de la penitenciaría hasta el cansancio. Reiteradamente fue denunciado ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Durango (CEDHD), por malos tratos, comida en mal estado, raciones pequeñas de alimento, falta de medicina, pero también por contar con celdas de confinamiento y castigos especiales.

“Tan protegido se sentía Tomás Daned Aspland, que incluso incrustó en la administración municipal a su hija, que al igual que casi todos los funcionarios del gobierno del estado o de los Ayuntamientos duranguenses, han hecho de la administración pública de Durango, una red de corrupción y compadrazgos para asegurar trabajo a sus familiares”, asegura molesto un miembro del poder legislativo de Durango, a Demócrata Norte de México.

Uno de estos casos es el secretario de Seguridad Pública Jorge Torres Castillo, un “grillo” ex perredista quien mantiene en la nómina de los tutelares, a su hija y yerno, e incluso, se inventó un currículo que le asegurara la secretaría de Seguridad Pública estatal.

Así, con red de pactos, incapacidades, sin líneas de mando o apego a las normas de procedimientos en las cárceles, se actuó para “liberar” a los 5 reclusos del CERESO 2 el pasado 8 de marzo.

Desde el principio, el intercambio del “secuestrado” director del penal, Tomás Daned Aspland Aguilera, por los 5 reos de alta “peligrosidad”, Enrique Alcántar Ramírez, Abel Vázquez Lozano, Rafael Caro Canales, Melesio Pérez Sánchez, Juan Daniel Fuentes Hernández, estuvo marcado por la sospecha.

“Secuestro” e “intercambio”

“A Tomás Aspland, le gusta la lana por sobre todas las cosas”, dice un miembro del “Grupo de los 42”, aDemócrata Norte de México.

“Era un profesor que traía pantalones viejos y zapatos muy desgastados; pobre pues. Bastó que le dieran la dirección del CERESO para que de repente cambiara su situación económica. Hasta más “broncoso” se volvió”, dice este priista.

Prosigue.

Desde la jefatura de la penitenciaría tejió una red de favores con los internos económicamente más poderosos. Su situación patrimonial, rápido pasó de un extremo a otro. De no traer coche, adquirió vehículos, comenzó a portar trajes, pero también les platicó a sus cercanos que sentía que estaba creando compromisos que no le gustaban. De cualquier manera, Aspland agarraba de todo. Dinero, favores en especie, lo que cayera; expresa esta persona.

Por eso, desde el inicio, la sospecha cayó sobre director CERESO 2. “La actitud asumida en la fuga de los 5 reos, no fue la correcta en términos operativos, ni por él ni por los custodios”, dice un jefe policíaco a Demócrata Norte de México.

De hecho, las versiones del encargado del Centro de Readaptación Social, junta con la de los centinelas, suenan inverosímiles.

Además, como si no existiesen líneas de mando, el jefe de guardias Jesús Cuauhtémoc Pérez y los 11 custodios, decidieron – aparentemente por sí mismos – , liberar los reos federales clasificados como altamente peligrosos.
br/> Las versiones junto con los hechos oficiales, fueron contradictorios.

La “liberación” de los reos, Rafael Caro Canales, Melesio Pérez Sánchez, Juan Daniel Fuentes Hernández, Abel Vázquez Lozano y Enrique Alcántar Ramírez, procesados por acopio de armas, asociación delictuosa y delitos contra la salud, llevada a cabo bajo el propósito de conservar con vida a Tomás Daned Aspland, chocaron con la activación del llamado de alerta, denominado “Código Rojo”, un procedimiento de máxima emergencia que activa a todas las corporaciones policiacas de La Laguna, incluido el Ejército.

De acuerdo a los boletines oficiales, el Código Rojo se activó cuando Aspland Aguilera, seguía en manos de sus plagiarios.

Conforme a la información del gobierno del estado de Durango, Tomás Aspland, fue levantado alrededor de las 11:40 de la mañana de ese domingo, a escasos 3 minutos del penal. Acorde a esa misma fuente, Aspland Aguilera, habría sido liberado exactamente una hora después, es decir a las 12:40 horas, en la colonia Palmas San Isidro, de Torreón, Coahuila, un vecindario limítrofe con Gómez Palacio, Durango, aproximadamente a 12 minutos del penal número 2.

A su vez, fuentes federales ratificaron que el “levantón” fue alrededor de las 11:40 de la mañana. Sin embargo, el Código Rojo se activó a las 12:28 horas, es decir, 12 minutos antes que los delincuentes “soltaran” al director del CERESO 2, lo que habría puesto en peligro su vida a pesar de haber “liberado” a los 5 reclusos, evidenciando la falta de coordinación entre las corporaciones policiacas, pero también el actuar de los custodios.

De cualquier manera, las preguntas que aun existen, son, ¿Por qué confiaron plenamente los guardias penitenciarios en la palabra de los delincuentes “liberadores”? ¿En qué momento los custodios dieron aviso a sus superiores? ¿Bajo qué premisas se activó el Código Rojo, si Tomás Daned Aspland seguía en manos de los captores?

De acuerdo a las declaraciones del sub secretario de Operaciones de Seguridad Pública, Jesús Antonio Rosso Holguín, la dependencia habría recibido un primer informe por parte del puesto de control policiaco denominado C-4, más no de los custodios que “liberaron” a los 5 delincuentes.

Rosso Holguín fue a más. Dijo que el secretario de Seguridad Pública estatal Jorge Torres Castillo, se encontraba en Gómez Palacio, para solicitar apoyo federal.

La verdad es que Torres Castillo se encontraba en la ciudad de manera circunstancial. Cada fin de semana se dedica a grillar en el restaurante del Hotel Posada del Río, preparando el camino hacia la permanencia en la administración pública duranguense. Quizá eso explique en parte, la situación de inseguridad que priva en el estado.

Después de la fuga, reguero de muertos

Aun no habían transcurrido 8 horas del “levantón e intercambio de reclusos por Tomás Aspland Aguilera”, cuando en un operativo conjunto, el Ejército y la Agencia Federal de Investigaciones, detuvieron al propio Aspland, junto con el jefe de custodios Jesús Cuauhtémoc Pérez, más 11 celadores que hicieron el intercambio con el comando armado que se posesionó del CERESO 2.

Las pequeñas escoriaciones en el cuerpo de Aspland no fueron suficiente argumento como para no dudar de él, al margen de que se actuó totalmente fuera de la norma operativa carcelaria.

Con la averiguación previa AP/PGR/DGO/DGO/115/09 abierta por el Ministerio Público de la Federación en contra de los 11 custodios, Rubén Valdés Espinoza, Rogelio Santillán Calleros, Gabriel Alonso Pinales, Juan de Dios Samaniego, José Luis Martínez Muñoz, Vicente Sandoval García, Omar González Pérez, José Rubén Arredondo Ramírez, Carlos Rivas Aragón, Ernesto Loera Rosales, Gerardo Ruiz Reyes, junto con el director del CERESO 2 y el jefe de guardias, se les trasladó a la ciudad de Durango, donde permanecen arraigados por 30 días.

Pero la situación no quedó allí. En los 4 días posteriores a la fuga, las calles de la ciudad se llenaron con 14 ejecutados, la mayoría a plena luz del día. De acuerdo a fuentes de la Procuraduría de Justicia de Durango, los liquidados mantenían conexiones con los reos evadidos. La prueba son los homicidios de Pedro Pablo Alcántar Ramírez y Jesús Antonio Alcántar Camacho, quienes aparecieron ejecutados de un tiro en la cabeza el 10 de marzo, quienes al parecer guardan parentesco con Enrique Alcántar Ramírez.

Ismael Hernández, vestiduras rasgadas

Cleptócrata, plutócrata, megalómano, son entre otras, las características que distinguen las líneas de comportamiento gubernamental de quien por ahora arrastra la investidura de gobernador de Durango.

Inepto a más no poder, ha hecho de la vida pública duranguense, el gran convite de amigos, lisonjeros, y aduladores.

Tan pobre es la administración de Ismael Hernández que tuvo que atrasar el 4 informe de gobierno 6 meses, hasta presentarlo el 15 de marzo.

Ismael será el primer gobernador en la época moderna del estado que sólo da 5 rendiciones de cuentas porque no tenía nada que informar, como hasta ahora.

De cualquier manera el gobierno que él preside se encuentra podrido. No sólo por el narcotráfico rampante que existe en la entidad, más que todo, por la ola de asesinatos que asolan el estado, desde el área urbana de La Laguna hasta la sierra duranguense. Por el momento no se vislumbra que las ejecuciones paren. Por el contrario, existen serios indicios que los asesinatos van a la alza.

Junto con esto, los jefes policiacos muestran claramente sus vinculaciones con la delincuencia organizada.

Las detenciones hechas por militares el pasado 23 de febrero de los jefes de policía de los municipios de Tlahualilo, Roberto Rodríguez Santiago, y Mapimí, Gerardo Soto Alvarado, ambos con carrujos de marihuana y armas exclusivas del Ejército, según consta en el parte del Batallón 72 de la Décima Zona Militar, revelan el grado de pudrición que priva en los cuerpos policiacos de la entidad.

15 días después, ya con los fugados del CERESO 2 en la calle, fue detenido por el Ejército, Lázaro Melquiades Flores Merino, jefe de la policía de Ciudad Lerdo, en posesión de droga y armas de uso propio de las fuerzas armadas.

De hecho, en reciente entrevista al alcalde de Ciudad Lerdo, Carlos Aguilera Andrade, reconoce que no cuenta con jefe de policía como tampoco de vialidad, desde hace más de un mes. “Para qué los nombramos, si así estamos bien”, gruñó socarronamente, como si las calles y ejidos de ese municipio no estuvieran infestados de la sangre de los aniquilados.

Pero esto, es presente.

La historia gubernamental de Hernández Deras, se encuentra llena de episodios negros, tan sórdidos como el actuar de sus funcionarios, incluido su hermano Ricardo Hernández, quien fue pillado en la frontera chihuahuense con contrabando montado en los transportes del DIF estatal (Demócrata Norte de México, noviembre del 2006).

Tampoco se ha olvidado, la participación de su sub procurador de Justicia en La Laguna, Hugo Armando Reséndiz, quien se encuentra detenido por participar en el asesinato del líder de taxistas Jaime Meraz Martínez y su familia (Demócrata Norte de México, mayo del 2007).

Ni que decir, del reciente contrabando de 122 kilos de marihuana que intentaron pasar a los Estados Unidos, por frontera texana, Juan Gerardo Díaz Villarreal, en aquel entonces jefe del Departamento Jurídico del DIF, – pero además con antecedentes penales -, Juan Rodríguez Domínguez y Francisco González Acevedo, pertenecientes al área de transportes de la dependencia que dirige Gabriela López de Hernández (Demócrata Norte de México, octubre del 2008).

Hernández Deras; el inepto

El llamado “grupo de los 42” ya se redujo. Ismael Hernández Deras, no ha dicho nada acerca de la detención de Tomás Aspland Aguilera, con quien compartió el pan, sal, alcohol, corrida de toros, peleas de gallos, música de Banda, en la fiesta organizada en el cortijo del ex matador de toros, Arturo Gilio Hamdam, armada ex profeso para celebrar su cumpleaños 45, apenas el 24 de febrero pasado.

Mientras, los muertos siguen llenando de sangre las calles, los cerros y los llanos del estado. En tanto, el secretario de Seguridad Pública, Jorge Torres Castillo, “se da tiempo” 2 días por semana, cuando menos, para armar nuevos pactos encaminados a mantenerse en la nómina.

Por su parte, Hernández Deras, sigue soplando dislates, un día sí y otro también, como el nauseado el pasado 11 de marzo, “no hay porque temer, ya que el hampa se enfrenta al hampa (Ismael Hernández, dixit)”, frase que resume el desdén que tiene por la vida humana, pero sobre todo, cuando en La Laguna de Durango, se sabe, que en la guerra de los carteles, ciudadanos honrados han sido abatidos por la violencia.

Que Ismael Hernández explique eso a los familiares de los inocentes caídos.
Correo: democratanortedemexico@hotmail.com

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