Difícil, muy difícil situación la de Carlos Salazar Lomelín como presidente electo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE)…

RAÚL A. RUBIO CANO

Enero 21 de 2019

Por unanimidad, el pasado viernes eligieron para presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), a Carlos Salazar Lomelín y, tomará protesta el próximo 27 de febrero, ante la presencia de AMLO, en la 26 asamblea anual ordinaria. Aseguró Salazar Lomelín: “Tenemos un perfecto diagnóstico de lo que queremos hacer y lo que queremos es ser solidarios en el ataque a la pobreza, eliminar los temas de corrupción, ayudar al presidente de la República en todos los temas de violencia. Queremos invertir, crecer, porque es la única manera en que nuestro país puede salir de tasas de 2 por ciento, que tantas veces nos ha explicado el presidente López Obrador y poder alcanzar el ansiado 4 y 5 por ciento de crecimiento, que ha sido una añoranza en los pasados tres sexenios y que lamentablemente no hemos podido lograr.” (La Jornada, 19/1/2019). No cabe la menor duda, que las propuestas de quien es el presidente electo del CCE, sólo quedaran en propuestas, si Salazar, no rompe con ese pasado empresarial del cual él proviene en los últimos 36 años; todo un ambiente empresarial de feroz Neoliberalismo y favoritismos del Salinismo. El ex directivo de FEMSA (Coca Cola Femsa), falso se verá ante los demás empresarios del país y ante el mismo AMLO, si no asume en serio la labor social que por décadas caracterizaron al empresariado regiomontano encabezado por Eugenio Garza Sada. Recordemos que Salazar, fue también la cabeza del Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica que ante la catástrofe urbana causada por el huracán Alex y los turbios manejos de los Medina, se convirtieron en un Estado que absorbió al mismo Estado de Nuevo León y, donde el actual gobernador es un títere de esa conformación de poder económico y político de los 10 grupos empresariales más fuertes en la entidad. En sí, Salazar Lomelín, ha vivido 36 años de rapacidad empresarial que han llevado a la ciudad metropolitana de Monterrey a una destrucción ambiental impresionante, de degradación humana manifiesta en los altos índice de violencia y donde la corrupción y la impunidad campean a diestra y siniestra en la vida de todos. El hartazgo contra esa maldad empresarial por el saqueo y destrucción de montañas, agua, suelo urbano, sangre obrera y muchas buenas intenciones de creativos hombres de negocios, por culpa de esa economía ficción -consecuencia del intervencionismo extranjero y de traidores a la Patria-, es obviamente, el ambiente de donde procede el nuevo presidente de la CCE y, si ha llegado allí, es porque así andan otras latitudes del país. Por lo tanto, Salazar Lomelín, tendrá que jugársela para cambiar y ser uno más de los millones que votamos por AMLO para lograr mejorías para todos y de respeto a la Naturaleza. Basta, por último, reconocer que ya van otras fuerzas empresariales en apoyo a AMLO como es el caso de Javier Garza Calderón, el legendario “manitas” (La Jornada 30/12/2018), con 16,700 hombres y mujeres de negocios, que se hacen llamar Asociación de Empresarios por la Cuarta Transformación, señalando: “Queremos rescatar el sentido social que se perdió del empresariado” ¡Órale! raurubio@gmail.com