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Olga Tokarczuk, Premio Nobel de Literatura 2018

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Octubre 29 de 2019

Otro Nobel para una mujer. El talento femenino sigue brillando, su luz va alumbrando al mundo, el Premio Nobel de Literatura 2018, -cuya entrega fue retrasada por un escándalo sexual- le fue concedido a una sencilla y sonriente mujer nacida en Sulechow, Polonia, Olga Tokarczuk, psicóloga, mujer de izquierda, conocida también por su proselitismo político contra los movimientos de ultraderecha, feminista radical; vegetariana, mejor dicho, vegana, activista climática y ecologista, castigada en su país como “traidora”.

Olga Tokarczuk ha limpiado vestíbulos, pero también conciencias. Trabajó como afanadora en Londres y como psicoterapeuta en un centro mental en Breslavia, Polonia, esa voz se convirtió en la decimoquinta mujer en recibir el sobresaliente galardón.

Tokarczuk destaca por un perfil humanista que trata las sombras de la historia de su país con un discernimiento que no esquiva el humor al mostrar una época antisemita de la Polonia del siglo XVIII que le granjeó amenazas de muerte por parte de grupos extremistas, incluso se vio obligada a presentar el texto, “Los libros de JaKob”, acompañada de guardaespaldas.

Sus biógrafos subrayan que siendo niña Olga vivió los sucesos de las rebeliones estudiantiles de 1968 y además quedó marcada por la posterior represión del gobierno comunista.

En su libro, “Los errantes” la escritora se aproxima al nomadismo actual como modo de vida atareado por la velocidad y el aburrimiento que finalmente aguijonea y fustiga a la humanidad posmoderna. Esta es una novela inquieta e inquietante, móvil y frecuentemente perturbadora, se revela también como una novela esencialmente física: “en ella se habla del cuerpo, sí, pero también del mundo, y de las estrategias siempre insuficientes (la ciencia, los mapas) con las que intentamos cartografiar lo existente, apresar lo inasible que  contiene «lo raro e irrepetible, lo insólito y monstruoso», y lo expone en un despliegue de inventiva cuya nómada libertad formal oculta una calculadísima coherencia temática” (fragmento): he aquí una novela única, ligera y honda a la vez, que indaga en las posibilidades del formato como los exploradores más audaces.

Olga se describe a sí misma como bastante bien hecha, dice que casi no usa cosméticos, no toma medicamentos ni hormonas, tiene hígado y páncreas sanos.

La escritora polaca no reniega de su origen social humilde, en alguna ocasión acudió a la recepción de un premio Internacional con los aretes que usaba en sus días de empleada doméstica.

Uno de sus libros: “Sobre los huesos de los muertos”, es una novela que trata acerca de la complejidad y las contradicciones del ser humano, la autora relata la crueldad de cazar y matar animales, la falta de compasión y de respeto hacia la naturaleza. Sus textos narran la tensión entre opuestos culturales, razón ante locura, naturaleza ante cultura, hombre frente a mujer, hogar ante alienación.

La galardonada tiene ahora 57 años, es autora de al menos 12 libros y es considerada la escritora más talentosa de su generación. El galardón lo dedicó a su nación a la que ha cuestionado su fallida democracia, aunque se la considera una voz necesaria.

En alguna de las numerosas ferias del libro a las que concurre ha expresado que para ella, “la novela es uno de los géneros más sublimes de la literatura: tiene el poder de embelesar al lector y llevarlo a una especie de trance… Forja un vínculo emocional con quien se sumerge en sus páginas, y estimula los mecanismos que generan la empatía. Es pues una forma de comunicación total”.

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