Juego sucio en el proceso electoral 2016
Horizonte ciudadano
Rosa Esther Beltrán Enríquez
Mayo 24 de 2016
Estamos a escasos 12 días de la realización de las 16 elecciones estatales en las que se elegirán 12 gobernadores, 867 ayuntamientos, 239 diputados de Mayoría Relativa y 209 de Representación Proporcional, las campañas, en su mayoría han estado plagadas de irregularidades, sin que haya poder que las controle.
Lo señaló con dedo flamígero el semanario arquidiocesano de la Ciudad de México, “Desde la fe”, en el que se asevera que en algunos estados, en los que se verificarán elecciones el 5 de junio se advierte el “tufo del narco”, además agrega, acertadamente que unas de esas entidades pueden clasificarse como estados fallidos, o sea gobiernos frágiles, minados por la corrupción, la criminalidad del narco, el sobreendeudamiento, la impunidad, la desigualdad y el autoritarismo de algunos gobernadores que induce a la ausencia del Estado de Derecho.
El semanario subraya la prevalencia del narcoterror y uno se pregunta, ¿qué se ha hecho en 9 años de guerra contra el narco? Lo que constatamos es un gasto multimillonario incalculable tirado al pozo, un fracaso en la apertura de los cuarteles y lo que sí puede verse es el poder corruptor del narco, aún en las campañas electorales.
Tamaulipas bien puede situarse como un estado fallido, el gobierno de Egidio Torre Cantú resultó un fiasco, 6 años perdidos, pero Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo y Puebla, son vistas también como zonas de ambiente electorales enrarecidos, que están bajo la lupa de la FEPADE (PGR).
Tamaulipas y Veracruz son entidades priistas que no han conocido la alternancia, en el último los hermanos Yunes, Héctor con la estafeta del PRI y Miguel Ángel (muy conocido por su corrupción) por el PAN y PRD están prácticamente empatados, la sorpresa ahí fue Morena que en abril estaba con una diferencia de 9 puntos porcentuales de los Yunes, aunque con un candidato desconocido; Duarte, el actual gobernador ha hundido al estado en la violencia y la corrupción, se espera que el electorado le cobre caro.
La elección del 5 de junio también destaca por la participación de al menos 283 candidatos independientes que estarán en la boleta electoral, casi el doble de los que compitieron los comicios de 2015, ellos serán 10 candidatos a gobernador, 62 a diputado local, 8 a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y 158 a presidente municipal.
En cuanto a la compra y coacción del voto los partidos se disputan el sufragio de los pobres, el año pasado Lorenzo Córdova dijo: “mientras haya casi 60 millones de pobres será muy complicado erradicar las prácticas de clientelismo electoral y de compra y coacción del voto”, lo enfatizó, la ‘bestia negra’ de la compra y coacción del voto qué enfrentamos en cada elección, es patrimonio transversal, es decir, no es exclusivo de ninguna fuerza política.
El problema es que el clientelismo electoral altera las condiciones de la equidad y es considerado una práctica endémica de sociedades con altos niveles de desigualdad socioeconómica y política.
En un estudio realizado no hace muchos años se concluía que las campañas podrían considerarse como etapas de redistribución del ingreso nacional en beneficio de los más necesitados, aunque sus efectos sobre la democracia sean demoledores, en estas campañas las denuncias entre los partidos políticos se dispararon y las autoridades electorales prefieren cerrar los ojos y taparse los oídos, no hay forma de detenerlos ni de fiscalizarlos, ahí está Monex y Soriana que aseguraron el triunfo de Peña Nieto.
Además, considero que Rubén Moreira tiene la obligación de solucionar ya la problemática de los trabajadores de la educación de la UA de C, la UAAAN y la Sección 38 que hoy cumplen 44 días en plantón, basta de tiranía.