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México arde, Coahuila espera

Congreso de guerrero incendiado

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Noviembre 11 de 2014

En Guerrero las protestas se acentúan; esta semana normalistas de Chilpancingo quemaron la sede del PRI y se enfrentaron a los policías antimotines. También, normalistas y padres de familia de los 43 desaparecidos tomaron vehículos repartidores de productos lácteos y agua embotellada repartiéndolos después en el Aeropuerto de Acapulco que fue bloqueado y en Michoacán Jóvenes encapuchados, irrumpieron en las oficinas del Partido Acción Nacional destruyeron puertas, ventanas, equipo y mobiliario; las movilizaciones no se detienen, mientras Peña Nieto escapó a China tratando de ocultar que su gestión está en chino; Peña huyó a ese país dejando aquí el tiradero, a un procurador que está cansado y las protestas internacionales de solidaridad que siguen in crescendo demandando, “justicia para Ayotzinapa”.

La indignación es comprensible porque no se puede perdonar la simulación y la impunidad que alientan la violencia,  la que finalmente parece beneficiar a la delincuencia organizada y a lo mejor hasta a algunos políticos y a los poderes fácticos que permanecen con los brazos cruzados mientras la sangre baña a los estratos más vulnerables de este país, por eso Peña Nieto y Murillo Karam deben renunciar de inmediato; el primero por incapaz y el otro debe irse a descansar para que alivie su fatiga de manera que sean suplidos por alguien que satisfaga la exigencia de justica de las familias de los normalistas desaparecidos y sea capaz de remontar la crisis de derechos humanos que padece la nación.

El senado está por decidir la terna de la que se elegirá al relevo de Raúl Plascencia en la Comisión Nacional de Derechos humanos y al parecer estamos ante un acuerdo élites que han eludido la participación de las organizaciones civiles, como lo señala la Constitución, como lo hemos dicho en este espacio, en esta coyuntura para la dirección de la CNDH es imperativo un perfil autónomo, el cual no se percibe en los diversos candidatos que han desfilado ante las comisiones de  derechos humanos y justicia de la Cámara de senadores, salvo 2 o 3  excepciones, como Patricia Olamendi y Miguel Nava; lo deseable sería que al menos ellos entraran en la terna final que se designará mañana ya que tal vez ellos podrían restituirle a la CNDH la autoridad moral que esa institución perdió con la dirección de Plascencia.

En tanto en Coahuila se espera justicia para los más de 300 desaparecidos de Allende, Nava y Villa Unión, de los cuales Homero Ramos Gloria nada informa así como tampoco da respuestas a FUNDEC, familias que llevan años esperando información a la demanda: “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Además, no puede pasar desapercibida la conducta inmoral del señor Rubén Moreira al que no le importa violar la ley para allegarse recursos financieros ante un estado en quiebra, para lo cual impuso a su fracción parlamentaria y a sus satélites, aprobar el crédito de 2,500 millones de pesos en contravención al artículo 117 Constitucional, que prohíbe contratar deuda para pagar deuda, violando además los artículos 4° y 5° de la Ley de Deuda de la entidad. Los diputados saben también que se violó el principio de anualidad en las leyes tributarias, que señala que las leyes de ingresos, como en este caso, no pueden ser modificadas una vez iniciada su vigencia anual, y se debe esperar al siguiente ejercicio para hacer las modificaciones o adecuaciones correspondientes; lo cierto es que al actual mandatario y sus diputados no les importa cumplir la ley y se dan el lujo de manipularla a su antojo.

Rubén Moreira también debe renunciar porque él es el principal encubridor de su hermano Humberto, quien por cierto pretende obtener a toda costa el fuero mediante una diputación o senaduría para así asegurar su impunidad por algunos años más y evitar ser juzgado por el desfalco a las finanzas públicas en su administración. No permitamos que se dé carpetazo a estas ofensas públicas.

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