Salud

Enfermería: ¿a qué le teme Mercedes Juan?

Gustavo Leal F.*

Sábado 14 de febrero de 2015

Un volante de la Asamblea Intergremial de Enfermeras, Trabajadores Sociales y Terapistas Rehabilitadores Físicos comunicó que las enfermeras, al lado de otros profesionales de la salud, salimos a las calles para manifestar nuestra inconformidad con las políticas del gobierno, que han ocasionado el deterioro de las instituciones que no satisfacen las necesidades de atención de nuestros pacientes, así como el rechazo de condiciones de trabajo que desvalorizan nuestro quehacer y compromiso profesional con el pueblo de México.

Este mensaje cristalizó en una movilización sin precedentes. El 6 de enero de 2015 tomaron la calle numerosos contingentes de batas blancas a escala nacional. La Ssa instaló con la asamblea, entonces, una mesa de discusión y acuerdos que sesionó, por única ocasión, el 16 de enero.

Durante siete horas, la vasta y juvenil representación de enfermería puso sobre la mesa el mejor y más completo material de que disponemos hoy día, sobre las precarias condiciones y carencias seculares en que labora esta noble profesión.

El 16 de enero de 2014, en el noveno Congreso Nacional de Enfermería del SNTISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada, el director del instituto, declaró que éste tiene abasto de 100 por ciento. Quienes nieguen la entrega o los escondan podrán ser denunciados e incluso despedidos. El Issste ya superó las etapas de desabasto. Ningún trabajador podrá poner de pretexto que no hay insumos. Llamo a las enfermeras a exigir que les entreguen fármacos y materiales, y si se los niegan, reclámenlos porque hay en cantidades suficientes. En la ocasión, Lerdo de Tejada, junto con el secretario general del sindicato, Luis Miguel Victoria Ranfla, anunció la reapertura de la Escuela de Enfermería que, dijo, deberá estar lista en 15 días. También anticipó cambios de categoría salarial para 350 enfermeras y la definición de un esquema para profesionalizar la rama reconociendo con mejores sueldos a trabajadores que estudien, se especialicen u obtengan la licenciatura.

Por su parte, el secretario Ranfla indicó que, en un principio, se re-nivelaría a 350 enfermeras generales y especialistas del nivel A al C. Ya se concretaron 540 movimientos de B a C, que beneficiaron a trabajadoras con más de 35 años de servicio. Y el SNTISSSTE solicitó el apoyo del director Lerdo para que las plazas de nueva creación sean de ocho horas, no se vean afectadas las percepciones por ascenso escalafonario y avanzar en la apertura del rango D, autorizado por la Secretaría de Hacienda, para así promover a enfermeras con alguna especialidad. En el instituto, puntualizó, en función de su capacidad instalada, hacen falta cerca de 100 mil. Actualmente cuenta con 24 mil 454: 22 mil 862 de base, 653 de confianza y 443 pasantes, para atender 12 millones de derechohabientes: apenas la quinta parte de las requeridas. Buscamos fortalecer el programa de profesionalización anunciado por el gobierno, con actualización, información, becas, conclusión de licenciaturas y cursos postécnicos. Con ello verán incrementada su percepción a partir del reconocimiento de créditos académicos. El SNTISSSTE realizará las acciones necesarias para que se reconozca la licenciatura en enfermería, porque en tanto esto no ocurra, continuará la inequidad profesional.

Para la asamblea, las modificaciones operadas por la secretaria Mercedes Juan (3/09/14) al programa de profesionalización impactaron sobre el único que existía (2006-2014), promovía cambios de puesto con incrementos económicos y permitía cierta oxigenación de los trabajadores ante la crítica situación económica que vive el país.

Antes de la movilización nacional del 6 de enero, el SNTISSSTE comunicó que “en el foro de Seguridad Social del PRI (9/11/14), en Monterrey, nuestro dirigente Victoria Ranfla presentó la ponencia ‘La visión de seguridad social de los trabajadores al servicio del Estado’ planteando: reconocimiento en el sector de la licenciatura en enfermería, cuyo salario esté en relación con su nivel académico y la denominación del puesto sea de profesional o licenciada en enfermería. Esta acción permitirá una restructuración del tabulador y catálogo de puestos de esta rama en el sector” (13/12/14).

También, antes de la movilización del 6 de enero de 2015, la secretaria Mercedes Juan volvió a desdeñar atender personalmente las demandas de la asamblea, frente a un programa de profesionalización al que le restringía oportunidades con la convocatoria del 3 de septiembre. Y, ante el descontento creciente, su solución fue imponer un decretazo (10/12/14) que, según ella, reponía el programa original, sin escucharlos.

Luego aclaró que había acontecido una omisión. ¿Para ella, entonces, restringir oportunidades es sinónimo de omisión? E inmediatamente agregó que el descontento del gremio se debe a que en la convocatoria se hicieron explícitas y se transparentaron las reglas. ¿Quiere decir que todas las convocatorias previas (2006-2013) eran opacas? Para ella, entonces, las protestas no resultan de las oportunidades que restringía su convocatoria del 3/09/14, sino de las reglas ¡explícitas!

 

El desempeño del programa (2006-2013) era limitado. La convocatoria 2013 benefició a 48 licenciados por estado! La convocatoria 2014 atrajo a 3 mil 986 aspirantes y fueron aprobados 3 mil 046. Es decir: se benefició, a 95 licenciados ¡por estado! ¿En qué quedamos: omisión o nuevas reglas?

El 3 de febrero de 2015, la Ssa rompió los trabajos de la segunda reunión de la mesa con la asamblea al impedir que dos estados más, Veracruz y Michoacán, se sumaran a ella. También incumplió su compromiso para enviar oficios que garantizaran la presencia de los representantes de la rama. ¿A qué le teme, Mercedes Juan?

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

 

Mostrar más
Back to top button