Lo que me hace sentir bien es la naturaleza y huir de la humanidad: Brigitte Bardot
La actriz francesa, cerca de cumplir 90 años // Preferiría tener 20
París. ¡Está lloviendo a cántaros, y tengo todo mi correo por abrir! A pocos días de cumplir 90 años, Brigitte Bardot, ícono del cine mundial, habló con Afp desde Saint-Tropez, en el sur de Francia, sobre su vida y sus combates.
La estrella francesa, que dejó el cine hace medio siglo y que ha provocado muchos comentarios por sus opiniones y su apoyo a la extrema derecha, se tomó 20 minutos para hablar con Afp por teléfono.
Bardot dedica toda su energía a la causa animal. Tiene una fundación a su nombre, que sigue dirigiendo y aún espera, en vida, ver la prohibición del consumo de carne de caballo.
–El sábado 28 de septiembre es un día especial, celebrará su 90 cumpleaños.
–Se lo agradezco, pero estoy harta de ese cumpleaños. ¡Ya me cansé, porque es un acoso, realmente estoy muy solicitada por todos lados! Afortunadamente no cumplo 90 años todos los días.
–¡Mucha gente piensa en usted!
–Es adorable, pero llega un momento en que hay que decir basta. ¡A veces me digo que preferiría tener 20 años!
–Si tuviera 20 años, la veríamos de nuevo en el cine.
–No, ¡eso se acabó! Estoy muy contenta de haber llegado a una edad tan avanzada.
–¿Cómo se siente a esta edad?
–Realmente no pienso en ello. Para mí, todos los días son iguales. Los afronto con la misma facilidad que antes. (…) Veo pasar el tiempo y me parece que todo va muy bien.
–¿Qué es lo que la hace sentir bien?
–Yo diría más bien qué es lo que me hace sentir mal. Por ejemplo, los animales: las cosas no mejoran. Lo que me hace sentir bien es mi forma de ver la vida, de interesarme en la naturaleza, de huir de la humanidad. Huyo de la humanidad y tengo una soledad silenciosa que me sienta muy bien.
–¿Cuál sería su regalo de cumpleaños más bonito?
–El regalo más bonito que podría haber recibido, después de 50 años de súplicas a gobiernos y presidentes, sería la abolición del consumo de carne de caballo. Cuando dejé el cine fue lo primero que pedí. Que no se matara ni se comiera más caballos en Francia. ¡Pues no he recibido nada! Habría sido para mí un regalo maravilloso.
–¿Todavía cree que verá esa prohibición en vida?
–Llevo 50 años gritando y no me dan nada. No tengo tiempo de esperar otros 50 años.
–¿Está decepcionada con el mundo político?
–Estoy decepcionada de que nadie haya, al menos, tenido la idea de hacer algo. Ha quedado en el olvido (…). Me gustaría tener un resultado antes de dejarlos a todos ustedes, definitivamente. ¡Lo merezco!
–La percepción de los franceses sobre los animales está cambiando.
–Por parte de los franceses es maravilloso. Han escuchado, me han apoyado. Son formidables. Me escriben cartas que me hacen sentir muy bien. Les agradezco infinitamente el ánimo que me aportan.
–Para ellos, sigue siendo un ícono del cine de los años 60. ¿Qué recuerdos guarda de esa época?
–Pasé la página hace más de 50 años. Estoy muy orgullosa de la primera parte de mi existencia, que logré y que ahora me permite tener una notoriedad mundial que me ayuda mucho en la protección de los animales.
–Si pudiera volver a hacerlo, ¿haría la misma carrera?
–No me hago preguntas. Hay cosas más importantes en la vida, y una vez que está hecho, hecho está.
–¿No siente ansiedad por elfuturo?
–Vivo día a día, y así me va muy bien. Tomo las cosas como vienen.
–¿La vejez es como la había imaginado?
–A mí no me importa la vejez. ¡Ni siquiera la vi llegar! No la siento.
–¿Una última palabra sobre Paul Watson, activista defensor de las ballenas, detenido en Groenlandia?
–Es un problema gravísimo, que me hace sufrir mucho. ¡Le están haciendo sufrir una injusticia flagrante! Noruega, Islandia y Japón contradicen la moratoria (sobre la caza de ballenas) firmada por todo el mundo. ¡Y es Paul Watson quien está acusado! ¡Es increíble!
AFP/Diario La Jornada