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Veracruz: El Truculento Érick Cisneros

Ricardo Ravelo

Julio 20 de 2023

Pero antes de que otros aspirantes empiecen a dar pasos hacia la gubernatura, todo indica que el principal enemigo a vencer en Veracruz es Érick Cisneros Burgos, poderoso y desafiante, quien tiene una red de aliados por todas partes. Primero deben doblar al truculento funcionario y al aliado principal que lo acompaña, presuntamente: el crimen organizado.

Desafiante, bravucón, provocador, Érick Cisneros Burgos, Secretario General de Gobierno de Veracruz, niega lo que es obvio: que busca afanosamente ser candidato a la gubernatura veracruzana a toda costa y, para lograrlo, no le importa pasar por encima ni del propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, de quien desacató la orden –o sugerencia precisa– de que renuncie a su cargo si aspira a algún cargo de elección popular.

Con dinero cuyo origen él mismo no ha aclarado –aunque niega que se trate de recursos públicos– Cisneros Burgos emprendió una campaña desde su posición de Secretario de Gobierno tapizando el estado de espectaculares y bardas –toda una campaña propagandísticas– bajo el ropaje ondeante de académico e investigador, pues publicó una colección de libros, “La Negritud en Veracruz”, con cuya obra dice ser simplemente un promotor cultural.

Su promoción personal es bastante elocuente y no menos abrumadora. En las múltiples bardas que mandó pintar a lo largo y ancho del estado aparece el título del libro en letras negras y sin la fotografía de la portada; al lado, en letras mayúsculas rojas, resalta su nombre. De acuerdo con cálculos conservadores, el político cuenqueño gastó en su autopromoción poco más de quince millones de pesos, dos veces más que el presupuesto de los aspirantes presidenciales que actualmente recorren el país y cuyo presupuesto es de cinco millones. Y aunque afirma que no es dinero público, el funcionario no ha explicado fehacientemente de dónde obtuvo el dinero para tan amplio despliegue publicitario.

Éric Cisneros es aliado de la polémica y el escándalo: en cinco años que lleva en el cargo lo mismo ha sido acusado de tener ligas con el crimen organizado que con el tráfico humano. En particular se le ha vinculado con el Cártel de Sinaloa, de acuerdo con reportes de la DEA, la agencia antidrogas norteamericana, en Washington. Pero en México no sólo goza de un poder descomunal: también está cobijado por la impunidad, pues hasta ahora ninguna autoridad federal lo investiga. Algunas fuentes consultadas sostienen que los reportes están en manos del Presidente porque el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se los ha entregado.

En enero de 2022, se vio envuelto en un escándalo de narcotráfico. “Aquí está tu gente, Érick Cisneros”, rezaba el mensaje escrito en una cartulina que un grupo criminal le envió luego de que ocho hombres y una mujer fueron asesinados y tirados en la carretera Minatitlán-Tinaja-Isla.

Horas después del hallazgo de los cuerpos en las redes sociales circuló un video que hundía más al funcionario veracruzano en la sospecha de estar ligado al crimen: En las imágenes aparecía un grupo de sicarios interrogando a diez hombres, sus rivales. Entre el grupo sobresalía un nombre: Érick Alejandro Roca Aranda, quien a boca llena dijo ser sobrino de Cisneros Burgos; que trabajaba para él y que le había encomendado, entre otras cosas, reclutar a sicarios para el Cártel de Sinaloa, grupo criminal que arribó a Veracruz tras el triunfo de Morena, en 2018.

Aquel video derivó en un escándalo. Entonces la DEA comenzó a investigar al político nacido en Otatitlán, Veracruz. Más tarde, la agencia norteamericana acreditó que Érick Cisneros tenía acercamientos frecuentes con Gil Caro Quintero, conocido en el mundo del hampa como “El Pelos Chino”, quien durante algún tiempo estuvo refugiado en el municipio de Vega de Alatorre al amparo del poder estatal.

De acuerdo con tres fuentes consultadas, los presuntos vínculos de Cisneros con este personaje del crimen tenían un objetivo: el financiamiento de su futura campaña política a la gubernatura de Veracruz, proyecto que formaba parte de los diálogos en las frecuentes reuniones que Cisneros sostenía con quien era considerado como su mecenas o algo más: su presunto socio.

Así, con dinero de dudosa procedencia, Cisneros empezó a dar pasos en busca de su objetivo político y lo primero que hizo fue enfundarse en el traje de la academia y la investigación histórica; a eso obedece su libro –y los que están por publicarse –titulado “La Negritud en Veracruz”, una forma de hacer política, promoverse y posicionarse con un perfil diferente, aunque no distante de la mala fama que lo acompaña desde que asumió el cargo.

Y es que desde las campañas intermedias Cisneros Burgos mostró su truculencia: hizo renunciar a candidatos para sumarlos a Morena; amenazó a otros si no dimitían a sus respectivas aspiraciones o candidaturas y, según denuncias obtenidas, hasta permitió que el dinero sucio corriera a raudales en las campañas de los candidatos de su partido. Así, el crimen organizado pudo colocar a sus aliados –incluso a sus propios candidatos –y todo ello fue permitido por el poder político estatal y las autoridades electorales.

No es todo: Érick Cisneros también fue denunciado por violencia de género en contra de la Diputada de Movimiento Ciudadano, Ruth Callejas Roldán, pero la denuncia duerme el sueño de los justos. Simplemente no camina.

Con base en los hechos, el funcionario se expresó con violencia política en contra de la legisladora en razón de género cuando respondió algunas preguntas de la Diputada durante una comparecencia en la Legislatura estatal.

Si la denuncia procede y el Tribunal Electoral del Estado determina que sí hubo violencia de género, el Secretario de Gobierno podría ser inscrito en el Registro de Personas sancionadas en materia de violencia política contra las mujeres. Esto conllevaría la inhabilitación del funcionario para contender por cualquier cargo público.

Otra tormenta que enfrenta Érick Cisneros ocurrió hace unos días. En la conferencia “mañanera” una reportera le preguntó al Presidente si un funcionario público podía hacer campaña desde su cargo. Y citó el caso de Érick Cisneros. El mandatario dijo que era ilegal y que si el Secretario de Gobierno de Veracruz aspiraba a un puesto de elección popular debía renunciar. El mensaje presidencial era directo.

La respuesta del Presidente se interpretó como una orden, la cual no sólo Cisneros Burgos desacató, sino que se atrevió a responderle al Presidente que no estaba haciendo campaña y que no renunciaría a su cargo; dijo ser un promotor cultural a propósito de la publicación de su libro, que no es otra cosa más que un instrumento de promoción de su imagen con un fin claro: lograr su posicionamiento político de cara al 2024.

El Gobernador Cuitláhuac García Jiménez –quien le ha solapado todo a Cisneros –dijo en una conferencia que había acordado con su segundo de abordo solicitar a quienes hayan pintado las bardas que omitan su nombre, que se utilicen para otros propósitos o que se borren.

García Jiménez justificó que el libro siga promoviéndose –esto incluye el nombre del autor –ya que fue él mismo quien instruyó a Cisneros a promover y rescatar la cultura veracruzana. ¿Acaso no existen instituciones que pueden hacer esta labor? ¿Por qué se le encarga al Secretario de Gobierno?

Y sobre la orden o sugerencia del Presidente, Cisneros Burgos expuso su versión:

“Al Presidente le preguntaron que había promoción, pero lo que no le dijeron es que había promoción de un libro. Nosotros no estamos en ninguna promoción personal (aunque el libro la incluya por el uso de su nombre y su cargo público), estamos en la promoción de la cultura, de los cuatro libros, ninguno habla… no es autobiografía. No es alabanza a un servidor, lo que promovemos es la cultura”.

Érick Cisneros llegó a Veracruz en 2018, tras el triunfo de Morena, procedente de Baja California Sur, donde dejó una oscura estela de corrupción en los cargos que ocupó. Quien lo trajo fue el propio Presidente López Obrador y Rocío Nahle. La actual Secretaria de Energía es, hasta ahora, la más fuerte aspirante a suceder a Cuitláhuac García Jiménez en el 2024, aunque todo dependerá de los resultados que entregue con el proyecto de la refinería de Dos Bocas que no sólo implica que funcione y produzca gasolina, sino que se cumpla la promesa de la llamada autosuficiencia en combustibles para dejar de importar. Ese fue el propósito del proyecto.

En la lista de aspirantes a la gubernatura de Veracruz, por parte de Morena, figura también Manuel Huerta Ladrón de Guevara, delegado federal en el estado; Sergio Gutiérrez Luna, Diputado federal y aliado de Adán Augusto López Hernández, entre otros.

Pero antes de que otros aspirantes empiecen a dar pasos hacia la gubernatura, todo indica que el principal enemigo a vencer en Veracruz es Érick Cisneros Burgos, poderoso y desafiante, quien tiene una red de aliados por todas partes. Primero deben doblar al truculento funcionario y al aliado principal que lo acompaña, presuntamente: el crimen organizado.

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