Soy cómplice de Humberto Moreira

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

Marzo 28 de 2015

Una espiral de cinismo cunde en Coahuila  y ésta es promovida y difundida tenazmente por el ex gobernador Humberto Moreira Valdés, quién no cesa en su empeño de  acceder a algún puesto de elección popular, el que sea, alcalde o diputado local, mientras llegan las elecciones federales del 2018 y probablemente postularse para senador o diputado federal y así seguir pegado a ubre de los presupuestos públicos y seguir robando y corrompiendo instituciones.

“Estoy exonerado” pregona a voz en cuello”. Y es cierto, en este País las instituciones de justicia no movieron un dedo para investigar el mayor desfalco que haya sufrido Coahuila en sus arcas públicas; ha sido en Texas en donde Javier Villarreal fue juzgado y ahí entregó parte del dinero robado, por su parte el ex gobernador interino Jorge Torres López sigue prófugo, y es de esperarse que siga así, no sabemos por cuánto tiempo, pero el caso del “profe” sigue abierto y sus presuntos cómplices están siendo juzgados y condenados en Madrid.

Conviene recordar que Humberto estuvo preso en Madrid del 15 al 22 de enero de este año bajo los cargos de blanqueo de capitales, organización criminal, malversación de fondos públicos y cohecho y salió de la prisión de Soto del Real por no haberse encontrado pruebas suficientes; luego quedó sin acceso a sus cuentas bancarias en España, investigadas por la Fiscalía Anticorrupción de aquél país (3-03-16) y será en los primeros días abril cuando la Fiscalía determine si continúa el secreto sumario, por el que nadie puede saber el contenido de las investigaciones del caso Moreira.

El caso de la protección que el gobernó federal ofreció a Humberto, mediante la PGR y la Embajada de México en Madrid cuando estuvo preso fue ampliamente comentada en estas páginas, así como la colusión entre Rubén y su hermano  incómodo, a quien le fue comprada propaganda de sus empresas Unipolares para publicitar al gobierno fraterno ¿conflicto de interés? ¡Claro que no!, se trata de solidaridad fraterna.

Estimada lectora, lector, no pretendo abrumarle con esta narración que es conocida, pero importa recordar también que “el profe”, salió de prisión y fue premiado con una jubilación por más de 37 mil pesos, la que pocos profesores alcanzan, jubilación colmada de irregularidades, ¿por qué lo protegen tanto?

Volvamos al título de esta columna: “Soy cómplice de Humberto”, calcomanía que portan elegantes camionetas de Coahuila que yo he visto, además de los mensajes en redes sociales, es lamentable que Coahuila sea un ejemplo social de desvergüenza y cinismo, empresarios y ricachones que se beneficiaron de los programas del Gobierno de la Gente y que pretenden seguir coludidos y protegiendo al “profe”, es sorprendente.

Es claro que los que apoyan al moreirato son sus  beneficiarios directos, ellos también manipulan a los sectores populares, lideresas o líderes del PRI a los que les pagan, para que mediante oraciones y peregrinaciones rueguen a Dios por “el profe”. ¿Cree usted que Humberto espere y confíe en Dios? ¿No le parece que su único dios es el dinero ganado mediante la manipulación de la gente? Si le parece que estoy equivocada, contésteme, dé su opinión y sus argumentos.

Los Moreira nunca han mostrado el menor interés por la ética política, al contrario, han hecho de la política una fuente de la inmoralidad y la corrupción, lo cual día con día va destruyendo la democracia en Coahuila.

El cinismo es una epidemia, un azote, una actitud de los políticos de lo más aberrante que los descalifica para seguir siendo funcionarios públicos; la falta de escrúpulos, de vergüenza y el descaro de permanecer en sus cargos enlodan todo el ambiente político, y además involucran a los que están en su entorno.