CoahuilaNotas Importantes

Miguel Ángel Riquelme Solís; cabeza bien cerrada

 

Miguel Riquelme Solis1 (2)

Tan porro como su protector Rubén Moreira Valdez

 

Juan Monrreal López

Abril 17 del 2014

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Torreón, Coahuila.- Cuentan contemporáneos de Miguel Ángel Riquelme Solís en el Instituto Tecnológico Regional de La Laguna (ITRL), que el ahora alcalde de Torreón, siempre fue un haragán ambulante entre las jardineras y pasillos de la escuela, sin preocupación alguna por cursar las materias a las que se inscribía; las asignaturas las aprobaba,- al igual que el grupo de porros al que pertenecía,- a puñetazos, inyectando miedos a alumnos y profesores mediante soberbias palizas, con puños, puntapiés, objetos contundentes, eso sí, siempre protegido por las mafias que han dirigido al (ITRL). Riquelme tiene una historia escolar, semejante al gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, quien ahora lo protege y placea como posible sustituto.

En el ITRL, Miguel Riquelme, cosechó muchos apodos impuestos por condiscípulos. Era la única manera de tomar revancha de quien obstruía cualquier cuestionamiento al poder discrecional de la dirección del ITRL, al servicio del PRI y sus porros. “Cabeza de Yunque”, era uno de esos motes, puesto que la inteligencia es un don ausente en la cholla del presidente municipal, cuyos balbuceos no rebasan los lugares comunes de años de priismo básico. Ya desde entonces, “Cabeza de Martillo” demolía argumentos y oposiciones con golpeadores, trancazos, dinero, con favores; también con muchas promesas de trabajo o beneficios por sacar del presupuesto público.

Con este camino, Riquelme Solís, se apoderó de la sociedad de alumnos del ITRL por 3 años (1990-1993)representación que usó para ligarse al entonces precandidato a la gubernatura del estado de Coahuila, el ultraderechista salinista, Rogelio Montemayor Seguy,- en aquel momento delegado de la secretaría de Programación y Presupuesto en Coahuila-, quien como pago a las mapacherías electorales desarrolladas con alumnos y ex alumnos del ITRL convirtió a “Cabeza de Piedra” en Recaudador de Rentas en Matamoros, hasta llevarlo al  Departamento de Control Vehicular de Torreón.

Luego se ligó a los grupos priistas en ascenso,- Raúl Sifuentes Guerrero, Enrique Martínez y Martínez, Humberto Moreira Valdés, Rubén Moreira Valdez-, siempre empleando su único capital político; la transa, la intimidación, la amenaza, la mentira, el cinismo, el disponer de recursos públicos de manera ilegal, comportamiento que lo  llevó a amasar una fortuna económica y de bienes, inexplicable desde cualquier ángulo del marco legal, totalmente comprensible desde el apodo que los priistas le acuñaron desde principios del año 2000 cuando “partía los apoyos de las campañas priistas para su beneficio”, su alias, “Mr. Triquiñuela”.

Amarrado como cuate de sangre de  Rubén Moreira Valdez, desde que éste lo envió a reforzar el robo y compra de votos Zacatecas, Cabeza de Yunque, “presumió ante el grupo de mapaches electorales que trasladó a Zacatecas, Rubén Moreira, me debe a su esposa. Yo se la conseguí. Soy secretario de la Cr omisión de Desarrollo Metropolitano, así que los acerqué” (https://www.democratanortedemexico.com/noticias/coahuila/septiembre_10/noticia_1_1.php )

Miguel Riquelme no ha cejado en manejarse como es, autoritario e impositivo, más ahora que siente que es el redentor de Torreón, un municipio que él junto con Humberto y Rubén Moreira (Valdés & Valdez) han hundido cotidianamente.

Porro, poseído por un mesianismo de medios, “Cabeza de Piedra” se cree fuerte, pero también fracasado ante la realidad torreonita,- los asesinatos no cesan, los secuestros exprés y con retención de personas siguen, los robo a casas habitación persisten, los asaltos y robos de autos, con violencia y sin ésta, continúan imparables, etcétera-, en la que aun cuenta con estrecho margen de maniobra gracias a las profusas campañas de propaganda que sostiene en los medios de comunicación.

Por ello, los medios financieramente más fuertes de La Laguna, llenan páginas y páginas con entrevistas chabacanas de este alcalde. Con trabajos cosméticos iniciados por esta administración, pero aun sin concluir e incluso suspendidos.

La radio machaconamente habla de los “logros alcanzados por la actual administración” confeccionando comparativos numéricos con el día de ayer, acaso de una semana. Puro ejercicio pueril para generar imagen de cambio.

Ni que decir de la televisión, con sus merolicos de pantalla, llenando la mampara chica, con supuestos logros de “Cabeza de Yunque” en estos primeros 100 días del gobierno. Con palabrería, intentan ocultar la realidad del desastre que  vive el municipio, después del desangre que vive Torreón desde que Eduardo “Lalo” Olmos Castro llegó a la presidencia con las triquiñuelas de  Miguel Riquelme Solís, quien fue su jefe de campaña.

Ahora, con otro escenario, pero con peor desastre, Riquelme intenta que la ciudad crea que en 100 días de gobierno, el hundimiento de 9 años de Moreirismo, ya cambió, cuando siguen los mismos ladrones en los puestos de funcionarios, al igual que él.

Y en esta realidad, la compra de medios y periodistas es esencial; tan cardinal como generar una bonita imagen de ficción del municipio, mientras la realidad cotidiana de inseguridad, delincuencia, falta de empleo, saqueo del dinero público, siguen sin cesar pintando futuro negro para la que fue la ciudad más importante de Coahuila, por el valor de su economía y antes que deliberadamente se trazara la estrategia de los gobernadores, para mermarla.

Inhibir, cooptar, usar recursos públicos ilegalmente, comprar,  perseguir; esa es la política que el alcalde de Torreón ha practicado siempre. Por lo mismo no es extraño que haya declarado la guerra contra los “columnistas huevones”, quienes en estas circunstancias, son vocablo de voz crítica de la sociedad torreonense que rechazó al PRI, situándolo como segunda fuerza electoral  en el municipio. También, esos “huevones” representan la palabra testimonial de la tragedia que vive la ciudad desde que los Moreira gobiernan Coahuila.

Con la declaración de Miguel Riquelme Solís, Cabeza de Yunque, frente a los locatarios del Mercado Juárez arremetiendo contra los periodistas,-dudo mucho que Riquelme conozca de géneros periodísticos-, sólo exhibió su intolerancia, su disposición total para embestir contra quienes escriben fuera del libreto de los boletines o entrevistas por encargo, tal como ya lo ha hecho contra diversas organizaciones ciudadanas (https://www.democratanortedemexico.com/portalwp/2014/01/jorge-luis-moran-delgado-geneticamente-porro-reprime-a-manifestantes/  ) o contra algunos medios y periodistas a quienes les niega la publicidad oficial que por derecho tienen, usando el argumento “que se les tira” en las páginas de estos instrumentos informativos, según ha declarado el camaleónico PRIPANISTA jefe de Comunicación Social, Jorge Hernández Guerra; por cierto enriquecido desde las oficinas de comunicación oficiales, sean del PAN o del PRI.

Frente a los vendedores del añejo Mercado Juárez, Riquelme Solís, formado en la escuela de la impunidad y las tinieblas mentales, despojó de su estatus de ciudadanos a todos los periodistas que él llamó huevones, especificó que “no me importan sus comentarios, sólo hago alusión por motivo de mi informe. Pero lo que realmente me interesa es la opinión, el sentir de los ciudadanos”.

Por supuesto, mintió. El ciudadano es lo que menos le interesa. El residente de Torreón crítico, menos.

Luego, fiel a su costumbre, frente a los comerciantes, siguió engañando, “Yo siempre he estado dispuesto a aceptar los errores de mi administración, pero hasta ahorita no he recibido críticas de lo que he hecho ni hacia dónde va la administración(Sic)” cuando organizaciones sociales, de colonos, patronales día a día exigen que la seguridad mejore, subrayándole el grave error de ratificar como secretario de Seguridad Pública a Adelaido Flores Díaz (https://www.democratanortedemexico.com/portalwp/2014/01/miguel-riquelme-solis-con-adelaido-flores-inseguridad-asegurada/ ), o de mantener como coordinador responsable en esta área del ayuntamiento, al porro Jorge Luis Morán Delgado.

Peor.

Nombrar director de Prevención Social del Delito, a  José Elías Gánem Guerrero,- uno de los favoritos, favoritos, de Rubén Moreira Valdez-,  quien tuvo a cargo, la presidencia de Seguridad Pública del Cabildo torreonés bajo la administración de Eduardo Olmos Castro, y ya se vieron los resultados.

También es visible el ocultamiento de las Cuentas Públicas. En estos 100 días se han ejercido al menos 432 millones de pesos, en rubros que la ciudadanía desconoce. ¿Dónde está la transparencia?

La deuda pública, es enigma.

Lo que está claro es la intolerancia de Miguel Ángel Riquelme. La cerrazón que mantiene frente a la crítica o a simples ideas que no concuerdan con las de él. Nada raro. Sólo ratifica su historial de intransigencia.

Cierto es que ni en la encuesta pagada a Mito(fsky), los ciudadanos de Torreón dejaron de señalar que los problemas principales de la ciudad son, delincuencia, violencia y desempleo, evidenciando que los trabajos que tanto presume Miguel Ángel Riquelme Solís, son cosméticos, nada de fondo. Una administración con tufo a Eduardo Olmos Castro.

Que Miguel Ángel Riquelme Solís califique de “huevones” a algunos periodistas, en realidad no es novedad; el suceso sería que el alcalde de Torreón pudiera hilvanar la escritura coherente de al menos una cuartilla, no en una mañana de café, en todo un día.

Sentencia el dicho popular que, “En boca cerrada no entran moscas” y es verdad. Tan cierto como que en “Cabeza de Yunque” no entran ideas; por eso las limitaciones de Miguel Ángel Riquelme Solís, una cabeza bien cerrada.

jmonrreall@yahoo.com

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