Coahuila

Cuencas centrales del norte de CONAGUA; corrupción a tope violentando la Ley, durante el 2007, Oscar Gutiérrez Santana, ordenó extraer sin autorización 136 millones de metros cúbicos de agua

Juan Monrreal López

Febrero 7 de 2008

Torreón, Coahuila.- Violando el Decreto de operación de las presas laguneras, para el ciclo de siembras 2007, Oscar Gutiérrez Santana, Gerente regional de las cuencas centrales del norte de la Comisión nacional del agua (CONAGUA), decidió extraer 136 millones de metros cúbicos del líquido por encima de lo autorizado, cuyo destino fue regar 6 mil hectáreas sin ubicación precisa, según denunció el Congreso Agrario Permanente de la Región Lagunera (CAPRL), a través de su Secretario técnico, José Elías García Valenciano.

Mediante documentos en mano, el líder agrario del CAPRL, expresó tajante que “El Decreto de operación de las presas que irrigan la Laguna, nunca se ha respetado”, pero además, que el enfoque de CONAGUA, hacia el manejo del agua almacenada, es muy limitado en lo social, al margen de una serie de decisiones unilaterales que se toman sin acuerdo con los derechosos del distrito de riego 017.

Aseverativo García Valenciano, reiteró que, “en principio no existe honestidad en el manejo del recurso hídrico, y ya desde allí se está mal”.

Con señalamientos puntuales acerca de las decisiones equivocadas pero además deshonestas de los funcionarios de las Cuencas centrales del norte, el dirigente del CAPRL, especificó que en el ciclo 2001-2002, los funcionarios de CONAGUA decidieron abrir las cortinas de los diques, “cuando en aquella ocasión muchos productores y organizaciones campesinas nos opusimos a la apertura irracional y poco sustentable de las presas”.

De tal manera que lejos de aprovechar coherentemente el vital elemento, fácilmente se desperdició en aquellos años, a consecuencia de las superficies aprobadas para regarse, 0-18 hectáreas, por usuario.

Con esto, “los jornales generados fueran muy pocos y prácticamente los ingresos para los ejidatarios y sus familias fueron nulos”, apunta el CAPRL, en documento en poder de Demócrata Norte de México.

Corrupción millonaria

Como en los tiempos en que Miguel Ángel Jurado Márquez, ex gerente de las Cuencas centrales del norte, a quien Óscar Gutiérrez Santana, relevó del cargo; los desvíos de agua no autorizada, cobraron nuevo auge.

Con datos oficiales de la CNA en la mano, Elías García Valenciano, señala, “que extrañamente con más agua, con un distrito de riego más tecnificado, pero además con menos riegos de auxilio para los cultivos, lo irónico es que hoy regamos menos”.

Efectivamente, con datos comparativos de los ciclos agrícolas de los últimos años asentados en el documento del CAPRL, se detecta por ejemplo que en el ciclo 1972-1973, con un volumen de agua de 854 millones 339 metros cúbicos, se regó una superficie de 63 mil 336 hectáreas. En el reciente ciclo 2007, se emplearon 945 millones 200 mil metros cúbicos; agua que sólo alcanzo para irrigar 60 mil 300 hectáreas; es decir, 3 mil 36 hectáreas menos que hace 34 años; cuando los terrenos de siembra se encontraban en peores condiciones técnicas que hoy, – mayor número de hectáreas niveladas con rayo láser, trazos de riego más correctos -, pero también cuando muchos de los canales de riego carecían de revestimientos de concreto, al igual que las regaderas interparcelarias.

Peor. Históricamente, los ciclos agrícolas de algodonero fueron cubiertos con un riego de presiembra, más cuatro de los llamados de auxilio; en total, cinco remojos por temporada. Esto pasó todavía hasta 1998.

Hoy, las irrigaciones son cuatro. De tal forma que no existe explicación hacia dónde va a parar el agua que supuestamente se ahorra. Además, actualmente se usa un mayor volumen, cuando en la realidad, se empapan menos hectáreas.

Al menos así sucedió en el 2007. A esto Oscar Gutiérrez Santana, no tiene respuesta.
Sólo los boletines de prensa donde anuncia que todo va bien en la dependencia.

Las propuestas del CAPRL

Con movilizaciones recientes por la defensa de los intereses campesinos, el CAPRL ha planteado al Gerente de las cuencas centrales del norte de CONAGUA, Oscar Gutiérrez, participar efectivamente en la toma de decisiones del Distrito de riego 017.

Al efecto, García Valenciano, explica que las resoluciones del CAPRL puestas en la mesa del funcionario de la CONAGUA, consisten en exigir un ciclo de riego completo. Cultivar 87 mil 77 hectáreas. Siembras que serían regadas con una extracción de 950 millones de metros cúbicos de líquido, junto con un volumen adicional de 150 millones de metros cúbicos.

La intención es que “los compañeros rieguen cuando menos el 37 por ciento de la superficie de dotación por resolución presidencial. En total 1.5 hectáreas.”

Pero la intención de CONAGUA choca de forma abismal con el interés del campesinado.

El organismo quiere que los campesinos planten apenas una hectárea. En número gruesos, la CNA planea que se usen 800 millones de metros cúbicos para irrigar 48 mil hectáreas. Alrededor de una hectárea por campesino.

Por cierto, la diferencia del 50 por ciento de superficie a cultivar, entre el CAPRL y CNA, puede significar una mayor migración campesina, fundida con una fenomenal concentración de los derechos de agua en manos de los llamados pequeños propietarios; principalmente los ligados a la empresa lechera LALA, de por sí ya de escándalo.

En términos aproximados, la superficie de riego con agua rodada del Distrito 017, todavía en manos campesinas, es de apenas el 30 por ciento; el resto, pasó al usufructo de los estableros particulares.

Elías García enfatiza que, “para un mayor control del destino final del agua, estamos proponiendo un operativo de vigilancia que dependa de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), pero como siempre, seguimos esperando la respuesta de Oscar Gutiérrez”.

Persiste. “Estamos exigiendo que el decreto de operación de las presas se transforme. Hacerlo con funcionamiento estratégico, es decir, de tipo escalar, sin que se modifique por criterios de los funcionarios en turno”.

Por lo pronto, las negociaciones están por abrirse. Sin embargo, hasta donde se vislumbra, el cúmulo de intereses de los llamados pequeños propietarios tienen un mayor calado en el ánimo de Oscar Gutiérrez Santana, que las propuestas de los usuarios campesinos, quienes ven, ciclo tras ciclo, como sus pueblos o rancherías se quedan solas, con casas muertas por falta de agua.
Los anuncios de una primavera caliente ya están hechos. El reciente cierre de las oficinas de CONAGUA, por campesino de San Pedro de las Colonias, y la toma de SAGARPA, pueden desbordarse por la cerrazón de esta nueva casta de funcionarios federales

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