La Maldad de CEMEX …

RAÚL A. RUBIO CANO

Abril 21 de 2017

Considerada la tercera empresa cementera del mundo, CEMEX no ha dejado de ser un ejemplo empresarial para la mentalidad capitalista; pero para los pueblos del mundo, su éxito ha sido una gran maldad de muy altas dimensiones; no se diga en el caso de la ciudad metropolitana de Monterrey, donde sus acciones extractivas y orquestación con productores de caliza locales, han convertido la metrópoli en la más contaminada en su aire del continente americano y, en un desastre nuestras montañas. Por más que se busque culpar a los automóviles y demás automotores, más que contaminar con sus emisiones, es el movimiento de unos dos millones de éstos, los que levantan el polvo que por décadas las pedreras dejan caer sobre la ciudad, no digamos los polvos venidos del noroeste de otros estados seis meses al año. Recordemos que, desde hace décadas, se introdujo el convertidor catalítico, una revolución de motores y calidad de combustibles por acuerdos internacionales con la industria automotriz, pero a quien no han metido en cintura y que realmente remedie el mal que ha hecho por décadas a esta ciudad y otras partes del mundo es a CEMEX (Chávez los expropió y después los indemnizó, ante la contaminación que generaban y por ser un estorbo a la dotación de vivienda al pueblo de Venezuela y el Caribe). Así que, sin olvidar la refinería de Cadereyta de PEMEX, las diversas empresas altamente contaminantes, sin olvidar el transporte de carga movido por diesel, o el de pasajeros, las pedreras y el manejo que hace CEMEX de ellas son las reinas de la contaminación, aunque nos quiera cambiar los datos Poncho Martínez y demás ralea ambiental. Qué raro que nomás llegó el gobierno Bronco y ya no es el polvo de las pedreras, terrenos abiertos a la construcción y el movimiento de millones de vehículos, sino los automotores con sus emisiones y por eso ¡Venga la verificación! y, a las pedreras que rocíen con agua sus extracciones y que le pongan lona a los camiones que trasportan arenas ¡Por favor! El problema es estructural, es de ubicación de esos sitios o eliminación para cambiar por otro tipo de materiales para construcción. Pero todo eso no importa a final de cuentas porque, el capitalismo es un modo de producción per se extractivista en su afán de explotar hombres y naturaleza, por eso CEMEX nunca va a remediar la maldad que ha hecho y sigue haciendo con nuestra ciudad, porque sencillamente no es negocio, no es una dama de la caridad; allá que se jodan millones de regios con su aire lleno de polvo; al igual que Lorenzo Zambrano jodió a México participando en el TLC y ahora, hasta dan “cochupos” a legisladores Republicanos para hacer el Muro (sinembargo.com 19/4/2017) ¡Órale! raurubio@gmail.com