“Guerra” entre moreiristas

Pugnas visibles en el gobierno de Coahuila

César Castillo Quiroz

Octubre 27 2006

Saltillo, Coahuila.- Una vez concluido el trámite de informar a los coahuilenses, Humberto Moreira afila la guadaña para el corte de cabezas de un gabinete inoperante, que en los últimos días ha sido señalado por no “aguantarle el ritmo al gobernador”. Lo que no queda claro, es que si eso de aguantarle el ritmo, se refiere a la danza callejera y celsopiñera que lo llevó a las nada envidiables mangas del chaleco, o a “aguantarle”, el nulo ritmo de trabajo que ha desarrollado durante este fatídico primer año de gobierno.

En menos de un año, Moreira tiene ante sí un fenómeno que no conocía: la disputa entre sus ‘amigos’ a los que siempre creyó tener bajo control y que hoy, amenazan con una cruenta batalla campal por el ascenso a los espacios de poder con presupuesto público.

Nublado por los tropiezos de su vida personal y política, la visión del gobernante sólo llega hasta la preocupación de ofrecer una imagen de fortaleza emocional, de bravucón y experto en la administración pública; en esto, se ha olvidado controlar a su creación más perversa: sus amigos; mismos que como dignos aprendices de políticos ya se visualizan para sucederle en el poder.

Desde el PRI, las huestes moreireanas que comanda Samuel Rodríguez Martínez, se movilizan para prepararse el camino hacia la Secretaría de Educación y Cultura; la temible artillería de Samuel Rodríguez Martínez apunta a un débil Manuel Jaime Castillo Garza que de secretario de educación, tiene lo que Moreira de gobernador; nada.

Desde la Secretaría de seguridad pública el amigo de Rubén Moreira, Fausto Destenave, cuida celosamente su imagen contratando opinadores a sueldo, para que estos, orienten el pensamiento colectivo hacia otras áreas de gobierno pero nunca, hacia la pobre actuación que Destenave ha tenido en el combate al narcotráfico, robos y secuestros. No quiere que se hable mal de él. Su corazoncito ya late por el puesto de su protector, y algunos columnistas le están haciendo el juego. Por lo pronto, Fausto dice conformarse con el lugar que detenta el banal alcalde de Saltillo conocido como el “diablito light”Fernando de las Fuentes.

En desarrollo social todo indica que la cabeza de Luís Gerardo García rodará en breve, ya que la ruptura entre Moreira y Enrique Martínez y Martínez se afirmó con la ausencia del exgobernador al primer informe de gobierno.

Para sustituir al “yayo”, hay dos tiradores que suspiran por figurar en el universo del poder, por un lado, Fernando Soto Rodríguez indigno subsecretario de asistencia social, compadre del gobernador; y por el otro Alfonso de la Peña Treviño, premiado como subsecretario de participación ciudadana tras el manoseo que hiciera de los recursos federales del Programa Compensatorio del que fuera director y que también es amigo del ‘gober’.

Desde la sección 5 del SNTE, Xicotencatl de la Cruz García, secretario particular y de asuntos sin importancia de Carlos Ariel Moreira Valdés, pregona tener la vista clavada en la dirección general del IEEA de Jaime Rosales. Alfil de Samuel Rodríguez, ‘xico’ se encuentra en medio de dos fuegos de artillería pesada y hoy ya no sabe a quien guardar lealtad, si a Carlos Moreira su actual patrón o a su benefactor Samuel Rodríguez. Aquí la fuerza del gobernador se diluyó.

En la Procuraduría general de justicia del estado también hay un amigo con el que Moreira está muy comprometido, Desiderio Nájera Zamarrón, quién fuera su administrador a su paso por el INEA y la SEPC y que por derecho natural creyó (y se frotó las manos) que sería nombrado secretario de finanzas del moreirato, cosa que como todos sabemos no sucedió, por lo que el ahora administrador de los dineros de la procuraduría, espera con ansía para demostrarle a su creador y amigo que si es capaz de manejar las finanzas de todo este abnegado estado.

Samuel Rodríguez vs. Rubén Moreira

Pero tal vez la lucha más cruenta será en la disputa por la Secretaría de Educación y Cultura (SEPC) a la que aspira el incompetente (así lo demostró en las pasadas elecciones) Samuel Rodríguez Martínez, que cuenta con una estructura de incondicionales incrustados en la administración del también amigo de Moreira, Jaime Castillo.

En la SEPC se encuentran por mencionar algunos incondicionales samuelistas como: Ricardo Mendoza, Mario Hernández Gaona y Maximiliano Rosales López, -quien actualmente es el secretario particular de Jaime Castillo- quienes esperan indicaciones desde el PRI para movilizarse en favor de Samuel y traicionar de manera ruin a su actual secretario.

Sólo existe un freno para Samuel, el propio clan Moreira. Por un lado, Carlos Moreira quien desde la sección 5 del SNTE impide el accionar de Samuel en la SEPC, mediante directores de área afines cómo Sergio Ramírez, mismo que es considerado el poder tras el trono en la coordinación administrativa de la dependencia. Asimismo, Rubén Moreira, quien desde la subsecretaría de gobierno, trata de frenar a como dé lugar la posible llegada de Samuel Rodríguez, quien ya salió por la puerta trasera del IEEA, al igual que el propio Humberto Moreira.

Como la ambición es mucha, al igual que el botín que se disputan, ambos bandos ya contrataron los servicios de sicarios del periodismo. Rubén lleva ventaja, pues es quien autoriza los convenios de publicidad al igual que los llamados chayotes. A esto súmele los espías especializados en escuchar conversaciones que luego usan en la tan de moda ‘guerra sucia’ de medios.

Sin embargo, Rodríguez Martínez, no está solo, pues se sabe que empezó a aglutinar una red de gacetilleros independientes como el Periódico de Saltillo y gente de los medios como Vanguardia o Palabra, con el fin de tirarle duro a su amigo el gobernador.

Las filtraciones samuelistas están a la orden del día y la guerra por el poder entre los moreiristas ya está en proceso, ¿quien la ganará? Como dice un colega; sin duda el equipo de espías de Ruben Moreira, a menos que Samuel amenace con revelar los secretos de este clan.