Archivo 2007

Clasificada cómo la octava empresa más contaminante del mundo

Tyson envenena el aire con amoníaco y fétidos olores

Juan Monrreal López
26 de julio 2007

Gómez Palacio, Durango.- Más de 50 mil habitantes de 10 colonias del norte de esta ciudad, se mantienen en la zozobra, porque la empresa Tyson de México, sigue sin aplicar medidas correctivas a su proceso de sacrificio de pollos, procedimiento que envenena el entorno del rastro; aire y tierra.

Tyson es líder en la producción de pollo a nivel nacional. Genera 205 millones de kilogramos anuales. Sin controles estrictos, termina derivando a la atmósfera emanaciones pestilentes, incluso, fugas continuas de amoníaco.
El amoníaco es un gas venenoso. Este año, han ocurrido tres derrames del gas, que obligaron a cercar la zona en cuando menos 200 metros a la redonda.

Los vecinos se quejan de que “el matadero no cuenta con una forma correcta de destripar los pollos. Por eso, envenena el medio ambiente”.

Las repercusiones en la salud de los habitantes que viven junto a la procesadora saltan a la vista: vómitos, irritación de vías respiratorias, inflamación y lloriqueo de ojos, así como pruritos en la garganta; son entre otras secuelas, las que revelan los malestares inmediatos a la inmunidad de los vecinos.

Sin embargo, el asunto es peor. Se desconoce el tipo de residuos expulsados a la atmósfera, por tanto se ignoran los efectos que puedan tener a mediano plazo en la salud de las personas que a diario inhalan el aire envenenado.
La empresa produce sin más. Vive una especie de territorio autónomo. No exhibe a las autoridades federales o municipales, los análisis de los contaminantes emitidos al ecosistema, aseguran los vecinos.

Desde enero pasado, ciudadanos de las Colonias Hamburgo, Francisco Villa, Filadelfia, Rinconadas Hamburgo, Los Viñedos, entre otras zonas habitacionales, vienen reclamando a las puertas de este rastro de plumíferos.

Las autoridades municipales no los han atendido, pese a lo evidente del problema. Tampoco las autoridades federales han intervenido. Es más, PROFEPA ha escondido los efectos de los análisis practicados.

Peor aun. El alcalde Octaviano Rendón Arce, así como la Subsecretaria de gobierno en la Laguna, Rocío Rebollo Mendoza, han presionado para que los ciudadanos se desistan de las protestas.

Los reproches ciudadanos son cada vez más álgidos. Incluso las reprobaciones fueron convertidas en bandera de campaña por el candidato priísta Ricardo Rebollo Mendoza. Él se comprometió a concertar medidas precisas para enmendar la contaminación del aire de ese sector. Ahora ya electo, alteró la censura ciudadana a un asunto “entre amigos”.

Sin querer obligarse, el 23 de julio dijo molesto, “tengo amigos como directivos (sic)… (en la compañía Tyson) aunque debemos aclarar que el Acuerdo por Hamburgo se hizo sin consensar (sic) con nosotros”.

El llamado Acuerdo de Hamburgo, son una serie de disposiciones puntuales que los vecinos comenzaron a discutir con la empresa pretendiendo remediar la situación.

Días antes, el 18 de julio, los residentes del lugar llevaron su inconformidad al límite. Desesperados por la indolencia de la empresa, junto al abandono de las autoridades, bloquearon las puertas del matadero ubicado en la Avenida Madero Norte.
Remembraron que desde el 2 de julio, fecha en que ocurrieron los más recientes escapes de amoníaco,- tercera vez este año-, la corporación Tyson de México, se comprometió a tomar medidas correctivas. Todo fue demagogia.

Una pequeña historia

Allá por el año de 1974, cuando la empresa Trasgo se construyó, estaba rodeada de terrenos labrantíos. Como consecuencia de la ubicación geográfica de la ciudad, ésta comenzó a crecer hacia el norte. De manera que los dueños de las parcelas de la pequeña propiedad Hamburgo, vieron más redituable fraccionar los terrenos agrícolas para que se levantaran viviendas.
Así, a finales de los ochentas, precisamente cuando gobernaba la ciudad José Rebollo Acosta,- por cierto, padre de Ricardo Rebollo Mendoza-, se permitió el cambio de uso de suelo, pese a conocerse los residuos provenientes del proceso del destazado de pollo. Por aquel entonces, la empresa “El Trasgo”, origen de Tyson de México, transformaba las aves. De manera que la mancha urbana comenzó a rodear el rastro del ave doméstica, o como la empresa dice,” la productora de proteínas”.
Las consecuencias de hoy, son resultado de de esos cambios de uso de suelo.

Mientras tanto, los tóxicos siguen en el aire

Tyson de México, es una empresa exitosa. Sus ventas han alcanzado 205 millones de kilogramos de pollo, con una producción anual de 2 millones 600 mil aves, sólo en nuestro país.
Tyson, es el mayor consorcio de cárnicos del mundo, con presencia en 80 países. La agrupación se encuentra entre las 500 empresas más ricas del orbe de acuerdo a la lista de Forbes.

Las ventas del consorcio promedian 26 mil millones de dólares por año, desde 2004. Todo de acuerdo con los estados financieros inscritos en su 2006 Financial Highlights. Tyson Foods, Inc.2006 Annual Reports.
Sin embargo, semejante al Dr Jekyll y Mr Hyde, al consorcio se le liga con actividades de corrupción de políticos y autoridades locales; entre ellos se encuentra Bill Clinton; quien en gran parte debe el patrocinio de su carrera a esta compañía.
Tyson patrocinó su arribo al Senado norteamericano. Después la gubernatura de Arkansas.
Así, siendo gobernador de ese estado, dictó una serie de medidas administrativas que beneficiaron enormemente a esta sociedad cárnica.

Asimismo, Tyson se encuentra clasificado en el octavo lugar entre las empresas más contaminante del orbe, cuya membresía se encuentra en el grupo de las 500 empresas más ricas de la tierra, presentadas por Forbes.
Por eso, no es de extrañar que aquí, la corrupción sea uno de los factores que permiten la impunidad con que la empresa opera. Ya algunos regidores, junto a ciudadanos miembros del llamado “Acuerdo de Hamburgo”, denunciaron la intención de la firma Tyson de México, de intentar parar las protestas con regalos de meros pollos.

Lo cierto es que la polución originada por Tyson de México, ha sido bandera de cuando menos los últimos cuatro aspirantes priístas a la alcaldía, y ninguno dio solución al envenenamiento que asola estos asentamientos.
Por lo pronto, ya el alcalde Octaviano Rendón Arce, anunció que este 25 de julio la señora Susana Terán, miembro del PRI, se sentará a negociar con el consorcio pollero.

Hasta donde se sabe, los colonos no reconocerán los acuerdos que allí emanen. Estipulan que el movimiento es de los vecinos, no de la representación que el alcalde mencione.
Habrá que esperar. Pero de que existe peligro, existe. Allí están los desalojos del 2 de julio o los sectores habitacionales abandonados por sus moradores, imputados a la insoportable hediondez.

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