Nuevo León

Samuel García, ignorancia crasa acerca de la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León…

RAÚL A. RUBIO CANO

Julio 5 de 2021

De veras ¡qué vergüenza! Dan pena ajena, pues resulta que, hasta ahora, Samuel García y 14 alcaldes, se dan cuenta de que los problemas que vivimos los Regios y demás colindancias vecinales, es porque se olvidó desde hace dos gobernadores, que vivimos en una metrópoli, con 14 municipios, cinco millones de habitantes y donde, han tenido que ser los jaliscienses los que nos indiquen ese hecho urbano. Mire usted, la Cultura nos la han traído hace siglos desde Jalisco, anteriormente Nueva Galicia (Guadalajara) como fue la llegada del Obispo Verger, que conformó un serio plano urbano a la ciudad metropolitana de Monterrey, con Obispado, Hospital, dos presas (la presa Chica y la presa Grande) con aguas del río Santa Lucía en lo que hoy es el Centro de nuestra ciudad, por la calle Juan Ignacio Ramón, a finales del siglo XVIII; en el siglo XIX, el reconocimiento de títulos de abogacía corría por la mano de la iglesia católica de Guadalajara. O, el caso de la llegada de la medicina y su humanismo con, José Eleuterio “Gonzalitos”, no digamos el gran plano urbano desarrollado y afín a la segunda revolución industrial, durante los largos años del gobierno del general Bernardo Reyes. Insistimos, lo mejor en estas tierras en Educación, Salud, Religión, Planeación Urbana decimonónica, vino de Jalisco. Claro que todo ello es una historia que el etnocentrismo imperante en estas tierras no difunde, porque la oligarquía dominante no concibe que haya otras gentes más sabias que los regios, y que nos lleven buen trecho en muchos temas, sobre todo que hayan hecho grandes aportes a esta ciudad metropolitana. En el siglo XX hubo un despertar de la juventud Vasconcelista, Reyista, y crearon la Universidad del Norte (Raúl Rangel Frías, Pepe Alvarado, Juan Manuel Elizondo) base de lo que después sería la UNL y luego la UANL. En los años 40’s vendría el ITESM gracias a la fuerza progresista de Eugenio Garza Sada y bueno, esta cualificación de la fuerza de trabajo cambió la realidad de nuestra metrópoli y empezamos a ser ejemplo industrial y civilizatorio en el noreste mexicano y hasta en el extranjero. En el caso del desarrollo urbano, cinco muchachos de la Facultad de Arquitectura de la UNL, en los años sesenta del siglo pasado, encabezados por Guillermo Cortés Melo, fueron capacitados en Bruselas por el reconstructor de Europa, después de la Segunda Guerra Mundial, el francés, Gastón Bardet y de ello, se desglosa una serie de trabajos para construir una ciudad metropolitana moderna como fue el Plan Exápolis 2000. Sin embargo, pudo más la barbarie de estas tierras que una alternativa científica y humanista en el desarrollo urbano para la segunda mitad del siglo XX. La lucha fue tenaz, dura, y con la ayuda de gobiernos progresistas y de nuestra UANL, el camino en construir una metropolización racional y trascendente, siguió adelante, como lo señala Cortés Melo en uno de sus últimos libros: “La Planificación de una metrópoli. Por un urbanismo integral, humanista y sustentable”. Tomo I, UANL, 2013. Sin embargo, la metropolización en el país no se detuvo a pesar de los pesares y, con el gobierno de Natividad González Parás se llegó al X seminario-taller Internacional de la red mexicana de ciudades hacia la sustentabilidad y del Congreso Nacional para la Reforma Metropolitana, eventos compilados en texto de Roberto García Ortega y Alfonso Iracheta Cenecorta, y editado por el Gobierno del Estado de Nuevo León, 2008. Pero la cosa no se quedaba sólo en investigaciones (recordemos el Centro de Investigaciones Urbanistas de la UANL), planes, libros, etcétera, sino en el gobierno de Natividad, se llevó a cabo gran diseño de planes, programas y proyectos, para nuestra metrópoli en lo que fueron las Reuniones Plenarias del Consejo de Participación Ciudadana para el Desarrollo Urbano, en Nuevo León, en los años 2007 y 2008, presidida por el ingeniero civil, Humberto Leal, todo un ejemplo de planeación y participación ciudadana que “paró los pelos” a los Zares Inmobiliarios y que a la llegada de Rodrigo Medina, borraron todo el camino andado en materia de metropolización y con una contundente participación ciudadana, todo un proceso de gobernanza que Nati buscó imponer, pero la feroz oligarquía local y el gobierno federal de Peña Nieto desaparecieron. Por eso, a la metropolización la contrarrestaron –aprovechando la destrucción del huracán Alex- con el Consejo Estatal para la Reconstrucción de Nuevo León (luego, Consejo Nuevo León) y mandaron hacer a California, USA, con la empresa AECOM (2013) la formación de Distritos Urbanos y cada alcalde agarró la fiesta del saqueo urbano por su cuenta, total, eso era lo que querían los señores del Capital Inmobiliario y el Neoliberalismo feroz, importándoles un bledo la idea de metropolización y todo el camino andado en ello. La llegada de AMLO al poder, hoy los mete en cintura para los nuevos desarrollos urbanos que vienen pensando en el Bien Común y de respeto a la Naturaleza y en eso, el área metropolitana de Guadalajara nos lleva años luz, porque la contaminación que han generado al paso del tiempo, los ha obligado hasta contar con maestría y doctorado en Derecho Ambiental, y tomar las cosas muy en serio, mientras que aquí, con el distrito TEC, Distrito Norte, Alameda y demás, ya le zumban con todo a vecinos y medio ambiente. El colmo de los colmos, es que ahora que aparentemente les ha caído el veinte en Guadalajara, sobre regresar a la metropolización (o disfrazarse con ella para sacar adelante sus mezquinos Distritos Urbanos), Samuel le encargue a José Antonio Torres, responsable de urbanismo ciudadano del TEC, la coordinación de ese supuesto reencuentro de que “vivimos en una metrópoli”, cuando la UANL, les lleva años luz en el tema. De plano ¡Qué vergüenza! dan pena ajena, estas nuevas autoridades estatales y municipales, que vienen para seguir complaciendo a los Zares Inmobiliarios ¡Órale! raurubio@gmail.com

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