Columnas‏Notas Importantes

Muchos son los robados, y pocos los ladrones.

FCPYS y ejercito

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltrán Enríquez

pero ¿quién los aplaude? ¿quién

los condecora y distingue? ¿quién

está hambriento de mentiras?

Hans M. Enzensberger.

 

UA de C. sin gobierno, rector sin mando

La semana pasada elementos del Ejército ingresaron a la Facultad de Ciencias Políticas UA de C. en Torreón, hostigaron a los alumnos, preguntaban por nombres de estudiantes, tomaron fotos de algunos de ellos y de las instalaciones, los militares se tomaron la atribución de buscar a los estudiantes en las aulas para identificarlos presuntamente por su participación en la manifestaciones de protesta por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, pero los alumnos los repudiaron y los hicieron salir de la Facultad denunciado además el abierto hostigamiento y la evidente violación a la autonomía de esa institución.

Este es uno más en la cadena de agravios hacia los estudiantes y la academia de las universidades del país y en particular a la UA de C y  sorprende que las autoridades militares y el gobierno de Coahuila en voz de Armando Luna Canales, secretario de gobierno atribuyan el hecho a un “error” y que los  militares implicados estén bajo arresto y Luna informe que serán castigados. Lo del “error” no es creíble, porque en el Ejército no hay casualidades, no se actúa por improvisación, así que las disculpas y las explicaciones no son satisfactorias ni justifican el oprobioso hecho que sabemos será uno más de la impunidad reinante en Coahuila.

Esto ocurre en el estado blindado en seguridad, el estado adalid en derechos humanos y transparencia, esto ocurre en una universidad que pretende silenciar la voz de sus estudiantes y docentes y que acata la represión de la protesta legítima ante la violación a la autonomía de la Universidad y en un intento por reprimir en la universidades  y la sociedad la lucha social legítima que se ha gestado en los últimos meses.

No obstante, la inmovilidad y el mutismo de la gran mayoría de los alumnos y docentes de la UA de C, ha sido contrarrestado, mitigado por un grupo de docentes que tienen muy claro hacia dónde se enfilan los hechos presentados en esa universidad, ellos publicaron un pronunciamiento de protesta que analiza la situación de degradación que prevalece en la UA de C. con un rector débil, sin autoridad, bufón del gobierno estatal, como tantos otros.

El caso de  enriquecimiento ilícito del ex rector Mario Alberto Ochoa Rivera es emblemático en un estado  sin una pizca de ética política, ¿quién  impugnará al ex rector, quién le exigirá  una rendición de cuentas? Nadie, el silencio social lo acompañará el resto de su vida.

La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) publicó un  desplegado complaciente  con las iniciativas de Peña Nieto, pero en el que al menos, quizá de dientes para afuera se expone que: “Convoca a las instituciones de educación superior para que se involucren en el proceso de reflexión y formulación de propuestas para superar esta crisis… Demandar respeto a la libertad de expresión… y rechazar cualquier tipo de violencia.” ¡Oíste Blas! ¡Escucha Rubén! Y sepan que la complacencia también es corrupción.

¡Sepan funcionarios! los ciudadanos tenemos hendida la conciencia y en esos surcos se arremolina el espanto y en sueños el lábaro patrio supura sangre ante la infamia que aún no logra calcinar nuestra indomable mansedumbre y tolerancia frente  a las tumbas y la fosas que prosperan, ante la lengua amordazada, frente a las promesas incumplidas y los nulos resultados de quienes dicen prevenir y castigar el delito.

No más resignación ante la muerte, la violación y el latrocinio a nuestros derechos; Rubén y sus lacayos deben ser detenidos, porque la protesta es un derecho, la represión un delito. Alto a la violencia estructural.

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