Archivo 2006

Queriendo pasar como víctimas

Gasolineros de la Comarca Lagunera, dañan a la comunidad y la economía regional con tortuguismo en venta de combustibles; 40 mil millones de pesos la disputa

Juan Monrreal López

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Febrero-7-2006

Torreón, Coahuila.-Los 120 expendedores de gasolina de esta región, agrupados en la Organización nacional de expendedores de gasolina (ONEXPO), casi paralizaron la venta de combustibles en la Laguna, con la intención de revertir la clausura de la gasolinería conocida como el “Campesino” y de paso evitar la Norma Oficial Mexicana 005, que exige mayor control en el volumen de carburantes despachados.

Reunidos este 6 de enero, en rueda de prensa, para explicar los motivos que originaron la medida, los miembros de la ONEXPO, a través del vocero Alberto Fernández, señalaron en franco desafío, que si la PROFECO no da marcha atrás a la clausura y exigencias de instaurar la Norma 005, la paralización de las gasolinerías alcanzará a todo el país. Incluso pusieron fecha; 8 de febrero.
Intentando aparecer siempre como víctimas de la dependencia federal, los gasolineros expusieron que sus pérdidas ascenderán a los 20 millones de pesos diarios. Las mermas del resto de la comunidad Lagunera, las ubican en el rango de simples molestias.
Hasta hoy 7 de febrero a las 2 de la tarde, cargar gasolina les lleva a los usuarios cuando menos hora y media. Traducido en horas de trabajo/hombre, la cifra del quebranto económico es mucho mayor para la región, que las sufridas por los expendedores de gasolinas. Al final de cuentas, ellos siguen vendiendo combustibles. Lento, pero seguro.

La Norma Oficial 005

Según datos dados a conocer por la Asociación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Lubricantes (ANDICOLUB) se estima que cada año, “de manera limpia” estos concesionarios se embolsan ilícitamente alrededor de 40 mil millones de pesos, producto de despachar volúmenes más pequeños que los pagados por los clientes, además de la adulteración de combustibles.
Como se recordará, hace casi tres años en la región Lagunera, se inició una investigación contra quienes adulteraban los carburantes con las llamadas gasolinas blancas; averiguación que permanece en secreto hasta el momento, pues las autoridades nunca dieron a conocer públicamente los resultados.
A trasmano, siempre en confidencialidad, funcionarios de la PGR y de la PROFECO, revelaron que los grandes grupos gasolineros de la región estaban inmiscuidos en este negocio ilícito.
Al respecto, el comisionado de la PROFECO-PEMEX, Roberto Karam Ahuad, Subprocurador de verificación de combustibles de la PROFECO, no le da vuelta, “la red de complicidades en el caso de las franquicias de PEMEX son enormes. Los litros incompletos que dan los gasolineros les dejan ganancias calculadas en 20 mil millones de pesos”.
Pero, abunda más. “Los robos de combustible desde los ductos, son inexplicables si las gasolinas no son vendidas a través de las gasolinerías”. De hecho las cifras del robo a los clientes de combustibles son estimadas entre 30 y 40 mil millones de pesos anuales. Esto sin contar los robos a los conductos de las refinerías de PEMEX.
En referencia directa a esto, José Antonio Beltrán, Presidente de la ANDILOCUB, dijo a principios del año, que tanto la PROFECO, como el Sistema de Administración Tributaria (SAT) cuentan con las variables suficientes para contabilizar esa cifra que él manejó en rueda de prensa. Aseveró, “el robo llega a los 40 mil millones de pesos”, no hay más. Esta es la verdadera resistencia a colocar las nuevas bombas expendedoras, o establecer la Norma 005, dijo Karam Ahuad.
Por su parte, los franquiciatarios de PEMEX, aducen no contar con el poder económico suficiente para instalar las nuevas dispensadoras de gasolina. Mencionan que los nuevos aparatos cuestan alrededor de 180 mil pesos. En promedio las estaciones de servicio requieren entre 8 y 10 bombas.

Las voces

Y mientras las autoridades estatales de Durango y Coahuila, en las personas de Ismael Alfredo Hernández Deras y Humberto Moreira Valdés, se hicieron las desaparecidas, los alcaldes de Torreón, Coahuila y Gómez Palacio, Durango, José Ángel Pérez y Octaviano Rendón Arce, sólo pidieron en tono de súplica a los distribuidores de combustibles que otorgaran facilidades para que los transportes municipales como ambulancias, patrullas, y carros de bomberos tuvieran preferencia para cargar naftas. De los daños ocasionados a los ciudadanos ni se ocuparon. Mientras, filas de hasta 150 vehículos esperaban afuera de las gasolinerías.
Para el diputado federal con licencia, el panista Juan de Dios Castro Lozano, el comisionado para el proyecto PROFECO-PEMEX, Karam Ahuad, debería ser despedido de inmediato pues “estamos en un proceso electoral muy delicado”.
Sólo los ciudadanos pusieron el dedo en la llaga, “siempre hemos sabido que los litros son más pequeños en casi todas las gasolinerías de la región, entonces de que se asustan los dueños (de las estaciones de servicio)”.

Las referencias

En las oficinas centrales de PEMEX, existen expedientes acerca de las investigaciones del robo de combustibles a los ductos de la paraestatal, desde hace cuando menos 12 años. Es más se sabe quienes han comprado los combustibles.
La historia se ha ido repitiendo. Incluso con hechos que rayan en el insulto. Tal como ocurrió cuando policías estatales de Coahuila, fueron detenidos en Gómez Palacio, Durango, chupando los ductos de gasolinas.
También, el jurídico de la paraestatal conoce los nombres de algunos empresarios y políticos que se han dedicado a esta actividad, pero además, sabe que existen franquiciatarios que no podrían justificar lícitamente el crecimiento exponencial de sus estaciones de gasolina.
Sin embargo, las cosas jurídicas se prefieren manejar con acuerdos políticos. Por ello, la ciudadanía; los sin poder; los sin voz; seguirán de rehenes de los distribuidores.
Hoy es la gasolina, mañana los teléfonos, después, quizá los medios electrónicos; el asunto es que con las franquicias de la Nación mexicana, nos convierten en prisioneros de los patrones, cuando todos somos los dueños de las licencias de las paraestatales o espacios nacionales.
Al margen del 6.5 por ciento que se les paga a los gasolineros por despachar combustibles de PEMEX; como se sabe, 40 mil millones de pesos de ganancias ilícitas son muchas poderosas razones. Ese es el verdadero motivo del paro de la ONEXPO.

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