PUM un tinglado de “buenas intenciones” para valorizar capitales de los zares del urbanismo de Monterrey…

RAÚL A. RUBIO CANO

Mayo 9 de 2017

Vivimos un verdadero saqueo, una vil rapiña en muy diversos órdenes, ello parte de la naturaleza del capitalismo salvaje que padecemos desde finales del siglo pasado y donde en el caso del supuesto “desarrollo urbano” (desarrollo para unos cuantos; calvario para la mayoría y el medio ambiente), nos fueron llevando a un hiperurbanismo, el cual es el resultante de la codicia de zares de la tierra, su cruel urbanismo y sus sirvientes en los aparatos del Estado, que convirtieron a esta metrópoli en un verdadero infierno; los causantes de ello, tienen nombres y apellidos, y sus empresas también. Hoy, cuando las fronteras se cierran con Trump para ciertos capitales y cuando los mismos bancos gringos les están devolviendo sus dineros a esos “honrados” multimillonarios mexicanos, pues la inversión de estos en nuevos desarrollos urbanos, son una atractiva prioridad; por lo tanto, pareciera que ahora se busca armar un gran tinglado lleno de “nobles propósitos” y con una “chiquillada” carentes de visión histórica y sin escrúpulo alguno, para ser los títeres de esa nueva medicina que se quiere recetar al hiperurbanismo, por los mismos que nos metieron a ello, para valorizar sus capitales. Ahora, esta medicina para supuestamente curar los males de nuestra metrópoli, se llama Plataforma Urbana Monterrey (PUM) y con gran boato a través de campaña mediática desde columna, reportaje, foro y demás propaganda, se irá desarrollando este experimento para políticas urbanas afines a los zares del urbanismo que obviamente, no tiene nada que ver con el rescate urbano que propone la Ley General de asentamientos humanos, ordenamiento territorial y desarrollo urbano y demás implicaciones con los Acuerdos 2030, porque mientras esta Ley General nuevamente vitaliza el Artículo 27 Constitucional, los PUMs, van –aunque lo nieguen- porque siga imperando las atrocidades urbanas que permitió el 115 Constitucional al someter a los alcaldes para hacer lo que los zares del desarrollo urbano locales les imponían. Así, se acabaron San Pedro y muchos otros municipios y ahora, ante la falta de tierra, hasta hablan de “ciudades compactas” o de agandallarse el gran pulmón urbano que tenemos, el río Santa Catarina, con todas las consecuencias que ello implique ante el Cambio Climático. En fin, uno de esos PUMs, es el arquitecto Juan Ignacio Barragán, quien fuera perseguido por las justicia por sus acciones como secretario de Desarrollo Urbano en San Pedro, responsable del Parque Lineal con una inversión de 500 millones de pesos en el río Santa Catarina, mismos que se los llevó el agua del Alex y, ni que  hablar de Miguel Treviño o de Samy García, del equipo de Fernando Elizondo y cuales flautistas de Hamelin, buscan valorizar esos capitales de tales zares ¿Y lo viejos sabios del urbanismo local? Pues los PUMs les sacan la vuelta, porque ellos no se prestan para hacer negocios de particulares con necesidades humanas y cuidados ambientales ¡Órale! raurubio@gmail.com