CoahuilaColumnas‏

Aventuras peligrosas

Horizonte ciudadano

Rosa Esther Beltlrán Enríquez

26 de marzo de 2014

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La semana pasada diversas organizaciones civiles se unieron para analizar  los peligros que significan para Coahuila la exploración y explotación del gas shale, lo que según los planes de Rubén Moreira convertirá a Coahuila en un “gigante energético”.

Los integrantes de las organizaciones civiles visitaron con mucho éxito Piedras Negras y Monclova en donde decenas de ciudadanos concurrieron para obtener información sobre el tema.

Aroa de la Fuente, investigadora de  Fundar, Centro de Análisis e Investigación presentó una excelente exposición sobre la exploración de gas shale en México la que comenzó oficialmente a principios de 2010 y que se encuentra atrapado en sedimentos de roca de lutitas a profundidades de entre mil a cinco mil metros, indicó.

El shale se extrae mediante la técnica conocida como fractura hidráulica o fracking. En Coahuila los yacimientos se encuentran en las provincias geológicas Burro-Picachos- Sabinas; en la zona de la provincia de Coahuila existen siete pozos en operación: Emergente1, Montañez 1, Nómada1, Percutor 1, Habano 1, Chucla 1, y Gama 1, 6 en la cuenca Burro-Picachos y uno en la de Sabinas.

La investigadora  explicó que las exploraciones de Pemex se refieren a recursos prospectivos y no a reservas y se estima que de 2012 a 2016 sería necesaria  una inversión de 30 mmp, sólo para exploración y evaluaciones de prospectividad, agregó que, sin embargo, el éxito de las actividades no está asegurado, es más bien bajo, así lo muestran los resultados de la industria del gas en Estados Unidos en donde hasta un 80 por ciento de los pozos perforados pueden resultar inviables.

De los pozos perforados en Coahuila, 5 han resultado no comerciales y uno comercial aunque presenta baja productividad de gas y condensados. También se explicó que las razones de la baja viabilidad comercial de esos pozos se debe al alto costo de los proyectos, un solo pozo requiere de una inversión de entre 20 y 25 millones de dólares, superando los  altos costos en EEUU, que oscilan entre 3 y 10 millones de dólares; otro factor es la alta tasa de declinación de los pozos, el bajo precio del gas shale y su baja eficiencia de recuperación y rentabilidad. La investigadora ofreció datos sobre la baja eficiencia en la creación de empleos y sobre cómo no es alternativa contra el cambio climático ni como energía limpia y renovable.

Por su parte el doctor Rodolfo Garza Gutiérrez expuso sobre los recursos naturales con los que cuenta Coahuila y que se verían afectados por la exploración y explotación del shale, primeramente el turismo cinegético que comprende a 800 ranchos, las zonas protegidas en el norte y centro del estado, la riqueza del carbón que impulsó al ferrocarril, la siderurgia y la electricidad y que a pesar de eso sigue estancada en la pobreza de muchos y la riqueza de muy pocos.

Garza Gutiérrez detalló lo que implicearían las actividades para la preparación del sitio, las necesidades de agua y la contaminación de ésta, así como la del aire; los impactos en la salud, resultando altamente afectadas las familias de bajos ingresos, niños, adultos mayores y madres embarazadas que son especialmente vulnerables a los contaminantes, así como la afectación de la diversidad silvestre y a la fauna.

El doctor en geología, Ruperto de la Garza presentó el historial de los temblores y el fracking que genera sismicidad inducida por las cargas de presión que se  inyectan al subsuelo, la periodicidad con que están sucediendo esos eventos responden a una actividad humana; consideró que están directamente asociados con este sistema de explotación del gas shale; éstos temblores pueden ser imperceptibles, pero pueden producirse otros de mayor intensidad que dañen los  hogares y la infraestructura de las comunidades.

Las investigaciones prueban que la explotación del shale es más una real amenaza para la vida humana que un expectativa de riqueza para las comunidades de Coahuila en las que se encuentran los yacimientos.

El discurso triunfalista de Rubén Moreira respecto al Shale tiene un inocultable tono demagógico, el impacto en el empleo, más de 50 mil empleos (31-08-13); se explotarían 10 mil pozos (8-7-12). Asusta con el petate del muerto de que las empresas abandonarían el estado si no se explota el shale (20-03-14), ya conocemos ese discurso: la administración de la abundancia, el TLC, la entrada al primer mundo. Las maquiladoras empleo bien pagado para todos.

Rubén Moreira descalifica totalmente a los grupos que están presentando la otra cara de la explotación del Shale, se nota que en lo personal mucho ganará con el impulso a esas inversiones, como su hermano con los puentes.

rosaestherb82@gmail.com

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