Archivo 2006

Ambición desbocada

Corporativo Soriana promueve a Jesús de León Tello para alcalde en las papeletas de cobro de las tiendas

Juan Monrreal López

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Agosto 28 de 2006

Torreón, Coahuila.- Aun no toma posesión como diputado federal por el VI Distrito de Coahuila, pero Jesús de León Tello ya arde en deseos de ser presidente municipal, por eso encuentra promoviéndose para alcalde de esta ciudad dentro de tres años.

Ex síndico del ayuntamiento durante el gobierno municipal de Jorge Zermeño Infante, 1997-1999, De León Tello, acaba de dejar la curul local en la LVI Legislatura coahuilense.

Ahora, en coordinación con las tiendas Soriana desató la campaña que lo posicione como aspirante del PAN a la presidencia municipal. El primer paso fue colocar la fotografía del próximo legislador federal en el reverso de los recibos de pago de los clientes de estas tiendas de autoservicios.

La oferta es “Torreón cada día…mejor” (Tello, dixit). Los dos alcaldes recientes de Torreón, han sido blanquiazules.

Esta no es la primera vez que el corporativo Soriana apoya con todo al grupo de Jorge Zermeño. Anteriormente apuntaló al hoy senador electo Guillermo Anaya.

La lucha interna de la camarilla a la que pertenece De León, es contra la nueva pandilla de panistas que lidera José Ángel Pérez Hernández, alcalde de esta ciudad y ex compañero de Jesús de León en la anterior legislatura coahuilense.

Pérez Hernández aplastó las aspiraciones de De León Tello en la reyerta intestina del blanquiazul por la alcaldía. Derrotado, fue compensado con la candidatura a la diputación federal.

De León Tello ganó la elección con holgura a la candidata del PRI, Lucrecia Santibáñez “la Quecha”, una priísta con apego a las derrotas, ligada a la especulación con bienes raíces.

Jesús de León, es miembro del grupo de Jorge Zermeño, – diputado plurinominal en la próxima legislatura federal-, pero junto con Guillermo Anaya, – actual senador electo-, operan más con base en las relaciones propias que bajo las indicaciones de Zermeño Infante.

Mientras Jesús de León persigue posicionarse como futuro alcalde, Guillermo Anaya, ya inició la guerra contra José Ángel Pérez, pues ambos desean la más grande de Coahuila.

Quien es Jesús de León

Jesús de León Tello, es hijo Jesús de León Sauza, un abogado quien con el nombramiento de apoderado jurídico de la Cervecería Cuauhtémoc (Carta Blanca) se dedicó a conseguir permisos municipales para instalar expendios de alcohol por doquier.

Cuentan panistas, que De León Sauza, gozaba de excelentes relaciones con el presidente de la Junta local de conciliación y arbitraje de Torreón, lo que posibilitaba acelerar los litigios a su favor.

Pero eso no es todo. Como la política es entendida símil del programa de Javier López, Chabelo, “En Familia”, Guillermo Anaya nombró a De León Sauza, director de Pensiones municipales 2003-2005.

De León Tello, tuvo la suerte de ligarse a Zermeño Infante, con apenas 23 años de edad. Inmediatamente lo colocó como Síndico en la planilla que lo llevó a la presidencia de Torreón de 1997-1999.

De allí en adelante, De León se apegó al guión que le trazaron Zermeño y Anaya, inclinación que le ha valido liderar al PAN municipal, pero también hacerse de la curul local.

Hasta ahora, De León ha caminado de la mano de la victoria electoral, aunque siendo presidente del PAN, por los operativos de los llamados “hombres de negro”, – jóvenes formados para reventar las elecciones federales del 2003-, les fue invalidado el triunfo de Jesús Flores Morfín en el Distrito 06, por abiertas violaciones al proceso electivo; puerta que abrió la posibilidad a la priísta Laura Reyes Retana, – ahora perredista de ocasión-, de ganar las elecciones extraordinarias en diciembre de ese mismo año.

Los panistas hablaron de un abierto boicot a las aspiraciones de Flores Morfín, de parte del grupo de Anaya, pues aquél pertenece al grupo de García Villa, por tanto a José Ángel Pérez.

Desde allí, con dinero municipal, Anaya, junto con De León, levantaron una estructura paralela a la de Acción Nacional en las colonias populares de Torreón.

Jesús De León, como su mentor Anaya Llamas, aprendió pronto que las disputas con quien detenta el poder son luchas estériles si no se consigue peculio para sí.

Si en 1999, el ex diputado local y ex presidente municipal del blanquiazul Pedro Luís Bernal acusó a Guillermo Anaya por aceptar las continuas prebendas del entonces gobernador Montemayor Seguy, – entre estos viajes frecuentes a centros recreativos como Cancún, bonos extraordinarios en la Cámara de diputados local, ayudas económicas extras-, también ahora, como parte de la amistad que sostenían con el exgobernador Enrique Martínez y Martínez, les fueron concesionados sendos Fiats Notariales.

La política institucional para conseguir botín

Algo tiene la política en México que embelesa a quienes la dominan. El camino institucionalizado de la misma, hace que se sueñe con estar “siempre sirviendo a la sociedad”. El asunto es que por esta vía, no existe funcionario que no vea crecer exponencialmente sus riquezas o concesiones de cualquier tipo, una vez que se prueba algo del ejercicio de poder, aunque este dominio sea en escala nimia. Esa es la constante de quienes dicen servir al país desde las instituciones mexicanas.

El caso de Jesús de León Tello, no es la excepción.

Bisoño, sin ejercicio real de la profesión que cursó, De León Tello al igual que Guillermo Anaya, pronto recibió de manos de Enrique Martínez y Martínez un pago a los servicios legislativos que le prestó desde la cursimente llamada tribuna más alta del estado.

De León Tello fue el correveidile de Martínez y Martínez a la hora de cabildear algunas iniciativas al interior de la fracción parlamentaria del PAN. “De hecho era una especie de esquirol” dicen algunos exdiputados blanquiazules.

Agarrados con los dedos en el Fiat, tanto Jesús de León como Guillermo Anaya, dijeron que renunciarían a ese título de Fe pública, no sólo por lo que implicaba notoriamente en ese momento, sino por las aspiraciones futuras de esos días que eran llegar a ser diputado y senador respectivamente.

Por lo pronto, Jesús de León ya aprendió a mentir, a menearse con los interese del poder institucional para conseguir prebendas de todo tipo, esa es la política que desarrolla “para servir”. Es lo que conoce. Por eso quiere gobernar “Torreón cada día…mejor” dice la propaganda que Soriana distribuye en los recibos de pago de los clientes.

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